Arrancó el Federal A de Transición, que otorgará siete ascensos a la B Nacional en apenas cinco meses. Varios clásicos provinciales engalanaron el estreno, mientras que Talleres no pudo ganar y ya se vislumbra un clima institucional enrarecido por las inminentes elecciones.

Son días difíciles para ser de Talleres. O deberíamos decir, un siglo difícil (?). El ascenso de 2013, con una convocatoria descomunal en el Kempes parecía ponerle fin a los cuatro años de padecimientos en el Argentino “A”, pero en su regreso a la B Nacional, el conjunto tallarín jamás consiguió hacer pie. Más allá de sus falencias futbolísticas, no parecía un equipo como para perder la categoría, pero sus propios temores lo fueron hundiendo cada vez más en la tabla de los promedios hasta que la situación se volvió irreversible. Este nuevo descenso no sólo era una desgracia por desandar el trabajoso camino coronado un año antes, sino por el contexto de reestructuración del fútbol nacional en el que tuvo lugar. Mantener, aunque fuera milagrosamente, la categoría, abría la posibilidad de un regreso a Primera División más que accesible en apenas un semestre. En cambio, Talleres se ve obligado a remarla nuevamente en la conferencia (?) indirectamente afiliada del tercer escalón del balompié argentino, hoy rebautizada como Federal “A”.

Es cierto que la mencionada reestructuración permite que la T pueda rebotar con cierta facilidad en apenas seis meses. Sin ser el bazar bartiano (?) que es el actual certamen de la B Nacional, el nuevo certamen federal otorga la inédita cantidad de siete ascensos a la divisional inmediatamente superior. Lo cierto es que Talleres estaría presionado para ascender aunque la categoría tuviera 500 participantes y medio ascenso, así que las facilidades se agradecen. A la generosa oferta de plazas promocionales, a los cordobeses se les sumó la confección de una zona sospechosamente accesible. Si bien existen coartadas geográficas para justificar los rivales que lo tocaron al cuadro cordobés, lo cierto es que la ubicación mediterránea de su provincia del mapa del país, podría haberlos colocado sin demasiada sospecha en cualquier grupo que no fuera el patagónico. Claro está, esta facilidad no hace sino incrementar la presión: en caso de no lograr el ascenso, Talleres quedaría insólitamente fuera de los primeros 52 equipos del fútbol de nuestro país. Es por eso que para los tallarines no ascender sería como un nuevo descenso, o incluso peor.

Como dijimos, la zona que integra el tallarín (la número 5), no tiene a priori otros integrantes que esgriman dotes claras de candidato. Un par de invitados vía escritorio con pocos pergaminos como Independiente (Chivilcoy) y Ferro (General Pico), otros equipos que solían vagar por mitad de tabla en el Argentino “A” como los marplatenses o Libertad de Sunchales. El único rival con alguna actuación reciente de fuste es Tiro Federal (Rosario) que el año pasado anduvo bien en la fase regular (primero en su zona) y en el reducido por el segundo ascenso (perdió en semis con Guaraní Antonio Franco). Tan cierto como que en la instancia más exigente de la temporada, el nonagonal por el ascenso, los del Barrio Ludueña, tuvieron un desempeño muy flojo.

Justamente ante Tiro Federal le tocó a Talleres iniciar este indeseado regreso al inframundo del ascenso del interior. En principio no resultaría un resultado desdeñable llevarse una igualdad de visitante ante el oponente más renombrado del grupo, en la primera fecha y con el equipo en formación. Pero como dijimos más arriba, la presión es tan acuciante que lo que en otro contexto sería visto con buenos ojos, en la situación que atraviesa la T ya genera las primeras dudas e impaciencias. El clima tenso se vio profundizada por la insólita interrupción del partido generado por un grupito de hinchas encapuchados de Talleres, que se colgaron del alambrado durante largos minutos, mientras entonaban consignas contra la diferencia. En pocos meses habrá elecciones, las primeras en celebrarse desde la quiebra de 2004, con lo cual esos incidentes hay que entenderlos más en clave de las componendas mafiosas que atraviesa esa lucha por el poder más que como una manifestación sobre el desempeño deportivo. Sin embargo, aunque no tuviera motivaciones futbolísticas, el hecho no deja de resaltar que el clima institucional enrarecido puede impactar en lo que suceda dentro del campo de juego. De hecho, sin ser una maravilla, Talleres estaba jugando algo mejor hasta que el happening (?) de los adaptados que nunca faltan frenó el partido. Tras la reanudación, los embates de la T se diluyeron en la intrascendencia. Tiro Federal tampoco quiso demasiado y el 0-0 terminó siendo una fatalidad.

En el resto de la zona 5, se destacó el triunfo por 4-2 de Unión de Mar del Plata ante Libertad (Sunchales). El encuentro tenía la peculiaridad de enfrentar nuevamente a los dos técnicos de la memorable batalla de Roca, aquella interminable y accidentada final del Argentino “B” en 2012 entre Alvarado y Deportivo Roca. Gustavo Noto, en aquel entonces en el Torito, está hoy en el otro conjunto marplatense de la divisional, mientras que Ricardo Pancaldo abandonó el sur seducido por los cedines (?) de la soja, la leche y las aseguradoras. Como en aquella tarde memorable, volvió a imponerse Noto sobre el hombre de la gorrita. Fue un partido muy entretenido, favorecido por un piso mojado que favoreció la velocidad, los bloopers y la pierna fuerte. Los del interior santafesino se repusieron de dos desventajas sucesivas para poner el resultado 2-2 hacia el inicio del complemento. Hasta que el interminable Lucho Mazzina (ex Quilmes y Defensa, entre miles de otros) cazó un rebote de volea en la puerta del área y comenzó a inclinar el cotejo definitivamente en favor de Unión. Recién faltando un minuto completarían la faena los marplatenses con el tanto de Joel Amoroso.

En el enfrentamiento entre los dos ascendidos a dedo de la zona, Independiente (Chivilcoy) superó por la mínima a Ferro (Pico). Más habituados a dirimir las cuestiones como caballeros, en escribanías (?), los conjuntos lucieron desorientados. El deslucido cotejo dejó al menos un único gol bastante vistoso, convertido de palomita por Juan Pablo Barrionuevo, con un pasado por el Ferro más conocido el de Caballito. Igual aplica como ley del ex porque se sabe que a las supersticiones hay que alimentarlas dibujando los datos con creatividad (?). Y también nos dejó una filmación deliciosa, tomada por el público visitante desde atrás del alambrado, sin lujos de alta definición ni perspectivas televisivas para entender bien lo que está pasando, sino con la gracia de reponer esa visión parcial de los estadios de poca altura, en los que las incidencias que acontecen en el arco más lejano se perciben a medias y son completadas con el sano ejercicio de la conjetura, como si se tratara de una terra incognita. Algunos simpatizantes llegan a sostener que el arco contrario está sostenido por una tortuga gigante (?).

En el cotejo restante de la zona, Defensores (Villa Ramallo) venció 1-0 a un Alvarado (Mar del Plata) que estuvo a poco de perder los puntos por no presentación. Una inhibición de Agremiados por una deuda pendiente trababa la habilitación de nuevos refuerzos, un problema especialmente serio en una divisional en la que los planteles suelen renovarse casi a pleno en cada cambio de temporada. Tan es así que el viernes a la tarde Alvarado tenía apenas tres (!) profesionales autorizados a jugar. Ese mismo día, los dirigentes del Torito resolvieron parcialmente el diferendo con el sindicato, pero todavía les quedaba registrar al menos cinco contratos en tiempo récord para llegar al mínimo reglamentario de ocho. Así es que varios futbolistas, en lugar de salir hacia Villa Ramallo como estaba previsto, tuvieron que hacer un viaje relámpago a Buenos Aires, por suerte tenían al conductor loquito de la publicidad de “Luchemos por la Vida” y llegaron en dos horas y media (?). En el marco de ese plan “lo-que-dé” (?), los dirigentes lanzaron los contratos por la ventana hechos un bollito a minutos del cierre y Alvarado pudo jugar, aunque no con todos sus refuerzos, porque varios transfers no llegaron, entre ellos los del ex-niño prodigio Leandro Depetris. El partido fue mucho menos divertido que esta saga de enredos administrativos (?). Defensores fue un poco más y lo rubricó con un tanto de Federico Castro promediando el complemento.

La zona más austral del Federal A tuvo como plato fuerte el clásico de Madryn, entre un Brown que pinta para ser protagonista de la región junto a la C.A.I. de Comodoro y un Deportivo Madryn que debuta a este torneo tras haber llegado a través de la insólita, vergonzosa e increíble (?) vía del éxito deportivo en el Argentino B 2013-14. Los viejos animadores del mejor Nacional B de la historia (?) confirmaron las expectativas con un triunfo en condición de visitantes, si bien el trámite del partido fue bastante parejo. Conducidos por Kuzemka, aunque lamentablemente no por el comentarista de este sitio (?) y algunos refuerzos de renombre como el uruguayo Píriz Alves, La Banda sacó a relucir ese plus de experiencia y se llevó el derby (?), ante una masiva presencia de hinchas rivales (por razones de seguridad no se vendieron entradas a simpatizantes visitantes). El primer tiempo fue parejo, lo cual se vio reflejado en el 1-1 con que se fueron al descanso. En el complemento, Brown demostró cierta superioridad hasta que el impronunciable (?) Gustavo Mbombaj consiguió el tanto que a la postre les daría la victoria. Los locales contaron tras cartón con algunas chances para igualar, pero el guardavalla Diego Luque (con pasado en Deportivo Madryn) estuvo inspirado.

Tampoco defraudó en el resultado el otro aspirante serio de la zona, la Comisión de Actividades Infantiles (Comodoro Rivadavia), si bien debió sufrir más de la cuenta en un compromiso que a priori se presentaba muy accesible. No sólo porque la CAI jugaba en su inhóspito estadio, sino porque el rival era el ignoto Belgrano (Santa Rosa) que llegaba al Federal A apenas por obra y gracia de la disposición reglamentaria de garantizar dos representativos por provincia sumando las tres primeras divisionales del fútbol nacional. Aunque se salteó el Argentino B (hoy Federal B), al menos los de la capital pampeana ganaron el Torneo del Interior en el primer semestre, cosa que no pueden aducir todos los favorecidos por el escritoriazo masivo. Belgrano llegó a amenazar con un batacazo mayúsculo cuando Maximiliano Blanco les dio la primera ventaja, pero los chubutenses reaccionaron sustentando en una gran actuación de su delantero histórico Mauro Villegas. El rosarino facturó por partida doble, una vez en cada tiempo y le dio la victoria a los suyos. Villegas llegó además a la interesante suma de cien goles en su carrera (95 en la C.A.I, 4 en Huracán y 1 en Chacarita).

Acaso el tercero en discordia que pueda disputar con la C.A.I y Brown sea Cipolletti, que cumplió con sumar de a tres en su debut como local. Pero al igual que lo que pasó con los comodorenses, Cipo debió sudar bastante para prosperar ante un oponente que se estrenaba en la divisional tras ascender por vía extradeportiva. Independiente (Neuquén) fue un hueso duro de roer. Un golazo de Scaglia a los ocho minutos parecía anuncia una tarde tranquila para los dueños de casa, pero los neuquinos de a poco se fueron acomodando a las nuevas exigencias. Al comienzo de la segunda parte, Diego Trotta estableció el empate, que Cipolletti recién pudo romper en tiempo adicionado, en una jugada bien digna de sus circunstancias agónicas, con una volea mordida de Scaglia que buscaba el arco pero terminó siendo una asistencia involuntaria al ingresado Tello, que marcó el ansiado gol de la victoria.

Tras cuatro frustraciones en dos años, Deportivo Roca comprendió que las cosas buenas en el fútbol del interior no se consiguen por mérito (?). En efecto, tras perder esa cantidad de finales entre 2011 y 2012, los rionegrinos ni siquieran arrimaron a instancias decisivas en las dos temporadas subsiguientes. Lo bueno es que en el escritorio no hay manera de pechear (?). El Depor arrancó ante otro de los invitados, Alianza (Cutral-Có) y se llevó una valiosa victoria como visitante. No vamos a acusar al Naranja de pura prebenda extradeportiva: ya desde el comienzo de esta microtemporada empezaron a demostrar el LA-BU-RO que no les hizo falta para ascender (?). A los dos minutos, sacaron un córner de manera inesperada hacia atrás, y el subsiguiente centro de Valenzuela encontró a Volken totalmente solo ante el arquero, al que batió de cabeza y sin problemas. Alianza pudo haber reencaminado el curso del partido, ya que dispuso de un penal en esa primera etapa, pero el arquero Crespo (que había cometido la falta) contuvo el disparo de Ávila. En la segunda parte, Roca confirmó el éxito de su estreno con un tanto de Juan Manuel Vázquez.

¿Habrá llegado el momento de que un conjunto puntano llegue a los escenarios más renombrados de nuestro fútbol? En Xilium opinan que sí (?). Lo cierto es que Juventud Unida Universitario estuvo muy cerca de lograrlo en la temporada pasada, aunque defeccionó en el cotejo decisivo ante Guaraní Antonio Franco. Pero además, mientras Juventud viene amenazando con dar el salto hace varios años, sus rivales acérrimos de Estudiantes apuestan a una escalada más abrupta con los aportes dinerarios de pasado inconfesable que les facilita su presidente Carlos Ahumada Kurtz (que también anduvo por Juventud Unida, además de su recordado paso infame por Talleres). El fixture de la zona 3 ofrecía el clásico en la primera fecha entre los dos cuadros de San Luis. Un verdadero desafío para ver donde estaba parado cada uno. El coqueto estadio Juan Gilberto Funes, que fue escenario de varios partidos recientes de la Copa Argentina, también albergó a este esperado clásico provincial. A pesar de los obvios achaques de la falta de actividad y la pretemporada reciente, la circunstancia deportiva fue un acicate suficiente para suscitar un trámite intenso y emotivo. Juventud Unida predominó en la primera etapa pero no consiguió desnivelar en el marcador. Curiosamente (o no, el fútbol es así y parece que no aprendemos), conseguirían por fin pasar al frente en el complemento, cuando Estudiantes había emparejado las acciones y acercaba peligro. El héroe de la jornada fue un delantero uruguayo cuyas condiciones desconocemos pero de nombre inmejorable: Willians (sí, con ene) Peralta. Con pasado en Danubio, Cerro Largo y Boston River (entre otros), Peralta se lució con una excelsa tijera que le dio la victoria a los suyos en el clásico y una primera ventaja en la pelea por el ascenso.

A pesar de una frustrante campaña en 2013-14, que interrumpió varios años de buenas actuaciones, Deportivo Maipú (Mendoza) debería ser el principal enemigo de los puntanos en la lucha por el ascenso directo en esta zona. En su debut superó a sus coterráneos de Gimnasia, uno de los pocos que debutaban en la categoría por mérito propio, tras ser uno de los tres ganadores del Argentino “B”. Más allá de la diferente experienca reciente, el Lobo mendocino planteó un cotejo de igual a igual. El partido tuvo lo que tiene que tener un clásico: expulsados (?). Y nada de esperar al segundo tiempo, ya en la primera mitad quedaron diez contra diez, tras sendos castigos por pierna fuerte a Sergio Sánchez en el Botellero y a Gerardo Corvalán en el mensana. Habrá sido por oficio, experiencia en la divisional o mero orto (?), pero Maipú consiguió llevarse los tres puntos a pesar de que el dominio de la pelota y las situaciones de peligro se repartieron equitativamente. Aquella joya de las inferiores de Independiente (?), Matías Manrique, primereó a todos en un córner y le dio al Cruzado la ansiada primera victoria.

Sacando a Tierra del Fuego, que ni siquiera aceptó invitaciones de la AFA ni al Federal A ni al Argentino B en los últimos años y a Santa Cruz, que sí tiene representativos en la categoría más baja del ascenso federal, pero tampoco demostró interés en el atajo que ofrecía la reestructuración, la provincia con menos poder futbolero del país es sin duda La Rioja. Ningún equipo de su territorio pudo llegar al Argentino B por mérito deportivo: peor aún, los que eran invitados sucesivamente para cubrir la vacancia geográfica descendían estrepitosamente. No resulta muy auspicioso entonces el panorama para Américo Tesorieri y Andino, que ahora pegaron el salto directo y sin red al Federal A. Sus respectivos debuts parecieran confirmar esa funesta presunción, y eso que no debieron medirse con los rivales más difíciles de la zona, sino contra los otros ascendidos a dedo, pero que al menos ostentan buenas performances recientes en el Argentino B, como Unión de Villa Krause (San Juan) y San Lorenzo de Alem (Catamarca), finalista y semifinalista respectivamente en 2013-14. En ambos partidos, la diferencia fue notable: Unión despachó por 5-1 a un Tesorieri que con su endeblez defensiva insulta la memoria del guardavallas inexpugnable que su nombre homenajea. Los riojanos se pudieron recuperar de la primera desventaja, pero desde que Acevedo puso el 2-1 ya no hubo equivalencias. En el segundo tiempo, los de Paula Chaves (?) liquidaron el pleito. Martínez puso el 3-1 y luego Lisandro Sacripanti exhibió los pergaminos que trae de divisiones más prestigiosas e hizo lo que más sabe: inflar sus números decorando goleadas (?). La doppieta del ex-Newell’s y Argentinos le dio cifras definitivas al match. Juan Zárate, gran valor (?) del equipo derrotado dejó como consuelo una enigmática declaración: “A la selección Argentina le hicieron cinco y se recuperó. Nosotros también lo vamos a hacer porque somos un grupo nuevo”. No sabemos si el muchacho vive en una zona tan apartada que le transmiten los mundiales con veinte años de atraso o si tiene ganas de que vengan Maradona, Daniel Cerrini y MacAllister en pelotas a levantar este muerto, café veloz incluido (?). ¿O será que en La Rioja siguen anclados en los noventa?

Esa presunción se parece confirmar al consultar la síntesis del cotejo del otro representativo de la provincia, en el cual se informa que “la recaudación no fue suministrada”. Como si no fuera suficiente flashback ochento-noventoso, los directores técnicos eran la “Vieja” Reinoso en Andino y Hugo Corbalán en San Lorenzo. Faltaba que en lugar de cuarto árbitro hubiera asistente deportivo y hacíamos cartón lleno de la nostalgia (?). En lo futbolístico, no le fue mucho mejor al otro conjunto riojano, para peor en condición de local. Andino empujó algo en los minutos iniciales, pero fue puro humo. De a poco, el San Lorenzo catamarqueño fue haciendo valer su mayor jerarquía, reflejado incluso en nombres de peso como Leandro Lázzaro. Fue el propio ex Chicago y Tigre, que tiene nada menos que 40 pirulos (!), el que abrió el marcador para la visita, curiosamente en el minuto que coincidía con su edad. Pero aunque faltaba poco para que finalice la primera parte, los de Alem tuvieron tiempo para duplicar la ventaja antes del descanso. El partido quedó prácticamente liquidado y el complemento estuvo de más, aunque hubo tiempo para que San Lorenzo profundizara la humillación consiguiendo el 3-0. Si a los cuadros riojanos les pasó esto ante sus oponentes más mundanos, pronosticamos que los compromisos ante mendocinos y puntanos serán una verdadera masacre. Por suerte esto es fútbol, pero hay cosas que ni el más ilógico de los deportes (modo Sabella off) pueden lograr. Les van a dar tan duro que va a haber que desactivar el filtro parental para leer la crónica de esos partidos (?).

Así como hay grupos en los que la mesa parece estar servida para un único candidato, otros en los que hay un par o un trío que pintan para despegar del resto, la zona 3 del Federal A, la de la región noroeste de la Argentina se presenta a priori como la más difícil y competitiva de todas. Y eso que en la B Nacional pasada, Gimnasia de Jujuy se salvó del descenso milagrosamente, sino hubiera caído con toda seguridad en este grupo. Tiene al equipo acaso más urgido por ascender después de Talleres, como es San Martín de Tucumán, a cuyas penas propias se le suma la probable llegada de sus rivales acérrimos de Atlético a Primera División desde 2015. Pero a diferencia de la T, el Ciruja tiene serios oponentes que pueden complicarle la cosa. Destacan sobre todos los salteños, que tuvieron un flojísimo 2013-14 (de hecho Juventud Antoniana se salvó por penales en un partido desempate contra los cotérraneos de Central Norte, otros que hubieran encarajinado aún más la zona de haberse mantenido), pero suelen ser protagonistas y andan con ansias de revancha. A esta tríada hay que sumarle otro equipo con aspiraciones y pasado en la segunda división de nuestro fútbol como Central Córdoba (Santiago del Estero), y a un club chiquito y sin historia pero siempre muy hinchapelotas como San Jorge (Tucumán). Como si esto fuera poco, los tres invitados por el Consejo Federal que juegan en esta zona son todos conjuntos de buena campaña en el Argentino “B”, si bien sería raro que cualquiera de ellos pelee la punta, es probable que sean un incordio para los favoritos, sobre todo cuando jueguen de locales. Por todas estas razones, resultaría lógico, además de justo, que más allá del conjunto que obtenga la plaza en la B Nacional por ganar su zona, de esta región surja al menos uno de los ascendidos por vía del repechaje que se disputará una vez completada la fase regular.

El plato fuerte de la primera fecha en esta complicada conferencia (?) del noroeste era el clásico entre los dos salteños que quedaron tras la desgracia de Central Norte. Juventud Antoniana apostó por importar un porteño chanta (?) del ascenso metropolitano como es el Beto Pascutti, que intentó presumir de sabiduría y base de datos de virus actualizada pelando un 3-3-2-2 recién traido de las grandes capitales como para impresionar a los lugareños. Le fue mal: sus futbolistas no le encontraron la vuelta al partido, mientras Ramasco manejaba todos los hilos del mediocampo de Gimnasia y Tiro. Pero para que esa superioridad del Albo se plasme en el marcador necesitó de la aparición del enorme, en todos los sentidos de la palabra (?), Leandro Zárate, la “Chancha” gran figura de las últimas temporadas, sin importar demasiado los momentos buenos y flojos de su equipo en las las distintas campañas. Zárate consiguió el único gol de la tarde apenas pasado el cuarto de hora, con un cabezazo fenomenal dejó sin chances al arquero Maino a pesar de tener que resolver desde una posición incómoda (casi se tuvo que agachar para cabecear). Quedaba muchísimo por delante, pero Antoniana jamás le encontró la vuelta al partido, más allá de que su rival le cedió campo y pelota. Los movimientos más interesantes del Santo se vieron en las tribunas (?), donde dos facciones de la barra, recientemente separadas, entraron en combate por un diferendo acerca de la cuota de alimentos (?). La rencilla obligó a suspender el cotejo durante unos minutos hasta que la policía intervino con las herramientas disuasoras que les recomendó una consultora colombiana con experiencia en mundiales: la represión con pistolas de paintball (?). Lamentablemente (?), los ánimos se tranquilizaron y se reanudó el trámite abúlico del partido: Gimnasia ya estaba contenta con la ventaja y Pascutti ya estaba contento con su contrato (?). En el mismo estadio que 24 horas antes había alojado la enésima patinada de los Pumas, Juventud Antoniana consiguió su reglamentaria derrota digna.

Solamente un hincha de Atlético Tucumán con ganas de descansar a sus rivales históricos podría aludir al choque entre San Jorge y San Martín como un clásico, pero lo cierto es que desde que el Expreso Verde llegó al Argentino “A”, no se sabe bien por qué -leáse, no se sabe con guita negra de dónde (?)- siempre fue un hueso duro de roer para sus vecinos de linaje. Es por eso que resulta más que valorable la victoria que se anotó el Ciruja en el partido inaugural, más teniendo el contexto dificultoso de la zona al que aludíamos más arriba. No suma demasiado el hecho de haberlo logrado de “visitante” porque se jugó en cancha de Atlético pero sin público por razones de seguridad, pero sí haberse recompuesto tras la pronta expulsión de Alejandro Rébola. De esta manera, los de la Ciudadela debieron afrontar más de una hora de juego con un hombre menos, pero jamás resignaron protagonismo por ese infortunio. San Martín siempre acercó más peligro, sobre todo a través de su delantero Fabricio Lenci. Este desperdició un par de ocasiones propicias en la primera mitad, pero tuvo su revancha a poco de iniciada la segunda etapa, con un cabezazo que batió la resistencia del arquero de San Jorge. Ni siquiera con el resultado en contra y un jugador más reaccionó el Expreso. Por el contrario, el Ciruja tuvo varias chances para liquidar el pleito, cosa que no hizo porque Gonzalo Rodríguez falló varias veces en la definición. De todas maneras, esas imprecisiones no le impidieron a los de Bernasconi sumar los primeros tres garbanzos en lo que se perfila como una ardua pelea por el primer lugar.

Mencionamos que la presencia de nombre más rutilantes en la zona no debía descartar un posible batacazo de Central Córdoba de Santiago del Estero. Con la conducción de un viejo lobo del ascenso de tierra adentro como Víctor Riggio y con una combinación tan recomendable como poco aplicada en la divisional, en la cual la llegada de incorporaciones interesantes no implicó desarmar la buena base previa. Un arquero de experiencia como Burtovoy, futbolistas que vienen de ascender a la B Nacional tanto desde el Argentino “A” (Darwin Barreto de Guaraní Antonio Franco) como desde la B Metro (Unyicio y Carlos Herrera), otros que venían alternando en la divisional inmediatamente superior como Pablo Bastianini o Pablo Motta… si no fuera tan difícil la zona sería sin dudas nuestro candidato tapado; aún así le guardamos algunas chances. Por lo pronto, el Ferro santiagueño cumplió con creces en el debut, despachando en condición de visitante a Altos Hornos Zapla (Jujuy) por 2-0. Más allá de la inexperiencia del rival, es para destacar que Central Córdoba mostró buen fútbol por varios momentos, algo poco común en instancias tan tempraneras de la competencia. Los refuerzos empezaron a pagar con creces, especialmente los dos que vienen del Gasolero del sur del conurbano: Herrera y Unyicio marcaron los dos goles. El del volante fue una vaselina especialmente vistosa, al menos por lo que se alcanza a vislumbrar en el peculiar resumen del partido que aquí compartimos, innegablemente vanguardista desde un punto de vista cinematográfico, con un criterio de edición que nos recuerda a la fascista de Kathryn Bigelow (?) pero con serias falencias en cuanto a la función informativa de las imágenes. Disfrutenlón.

La primera fecha de esta zona se completó con el choque entre dos invitados, un olvidable empate sin goles entre Mitre (Santiago del Estero) y Unión Aconquija (Catamarca). Los santiagueños arrimaron algo más, intimados por su condición de local, pero bueno, se hizo la hora de la siesta, después pasaron unos changos de visita (?) y el objetivo de ganar el partido fue perdiendo interés. Un 0-0 para dos equipos que sin la amenaza del descenso estarán para lo que aventurábamos más arriba: hincharle las pelotas a los grandes, pescar alguna guitita interesante con alguna incentivación (?), en fin, las cosas simples de la vida.

Si la zona 3 abunda en equipos atravesados por la necesidad imperiosa de ascender, la 4 podría parecer su completo opuesto, ya que los clubes de este grupo que tienen algún pasado prestigioso parecen estar lejos de esas épocas: Gimnasia de Concepción del Uruguay supo ser animador de la B Nacional y arrimar a Primera pero hace ya más de una década, mientras que Chaco For Ever tiene aún más atrás sus años de gloria en la división de honor de nuestro fútbol. Su historial más cercano nos habla de un ascenso reciente (en 2013) desde el Argentino “B” y un regreso al Argentino “A” en el que tuvo que sudar sobremanera para mantener la categoría. Ni hablar de Textil Mandiyú, que todavía se disputa con su casi homónimo Deportivo Mandiyú la herencia del viejo animador correntino de los últimos 40 segundos del Fútbol de Primera noventoso (?) y llegó acá simplemente por vía extradeportiva, gracias a que Boca Unidos era el único representante de la provincia en las primeras tres divisiones. Este recuento podría sugerir la idea de que esta zona del Litoral es la más floja de todas, pero lo cierto es que no se puede juzgar únicamente por los pergaminos pasados. Si bien hay varios que llegaron con un escritoriazo, este mismo grupo alberga una considerable cantidad de equipos que ascendieron deportivamente desde el complicadísimo Argentino “B”, tres en los últimos dos años. Además del mencionado For Ever, lo lograron dos conjuntos entrerrianos: Juventud Unida (Gualeguaychú) en 2013 y Atlético Paraná hace pocos meses. Los de la ciudad carnavalera (?) tuvieron además una excelente campaña en su estreno en la categoría, contra todo pronóstico se metieron en el nonagonal final y también llegaron a cuartos de final en el reducido por el segundo ascenso. En este minicertamen tuvieron contra las cuerdas al eventual ascendido, Guaraní Antonio Franco, al que batieron 3-1 en casa, pero no pudieron resistir la presión en Posadas, donde resultaron goleados. Es por todo lo anterior que esta zona no nos resulta necesariamente fácil, aunque sí la que más admite el ascenso a la B Nacional de algún conjunto ignoto. Ni siquiera los invitados se pueden descartar de la lucha, sobre todo cuándo entre ellos se encuentra un Sarmiento (Resistencia) con toda la banca del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

La primera fecha no arrojó empates. Atlético Paraná, con la seguridad que da haberse ganado su lugar deportivamente, tuvo un arranque auspicioso en su cancha ante Textil Mandiyú. El único reproche es que su evidente superioridad en el juego tardó en manifestarse en el marcador, y aún así de manera exigua. Es cierto que Guirado, arquero de la visita, tuvo una tarde inspiradísima y ahogó repetidamente el grito de gol a los locales. Recién faltando quince minutos para que finalice el juego, cuando la impaciencia comenzaba a arreciar, pudo el cuadro entrerriano conseguir el tanto de la victoria. Y para desconcertar al afilado guardavalla de los correntinos, preciso del invaluable concurso de la suerte. A pesar de que la prensa partidaria quiera presentarlo como un “golazo”, resulta evidente que el endiablado envío de Piris que desairó por fin al cancerbero fue ni más ni menos que un centro mal tirado. Buena victoria entonces en el debut para Paraná (a diferencia de lo que ocurre en casi todo el país con los equipos que llevan por nombre Atlético + el nombre de la ciudad, en la capital entrerriana, al Decano lo llaman así y no “Atlético”). Más allá del buen resultado, le dejó a este cronista una sensación de triunfo encontrar entre los valores del conjunto local a un futbolista que hace un año y medio habíamos destacado en nuestra crónica in situ de un cotejo de las instancias preliminares del Torneo del Interior. En aquel entonces, Milton Schonfeld, defendía los humildes de Arsenal de Viale y nos pareció un jugador demasiado dotado para esa divisional. Mientras hoy disfruta de su presente en el Argentino “A”, a pasos de las categorías federales de nuestro fútbol, recordamos las líneas que le dispensábamos en aquel post, hoy extraviado en el inescrupuloso recycle bin de la internet (?). #vistetelodije. Un poco de autobombo nunca viene mal.

«Ya sea por una buena lectura de su entrenador o la viveza del propio jugador, Schonfeld se hace un festín a las espaldas de los laterales volantes. Lejos del estereotipo del enlace estacado en las inmediaciones del círculo central, el armador de Arsenal de Viale se hamaca de derecha a izquierda aprovechando los huecos que dejan Ermácora y el carrilero izquierdo, Silvestre Taborda. Da gusto poder ver en vivo y a pocos metros, pegados al alambre, la prestancia con la que el hábil futbolista espera con los ojos abiertos de par en par una pelota áerea y la “pincha” con un sutil toque de su botín. Sus pinceladas de talento son una constante amenaza para la defensa local. A los agoreros que profetizan la muerte del enganche, los desdeñaremos como a aquellos que vaticinan que el rock ha muerto. Acaso no haya espacio ya para la grandilocuencia de un Zeppelin, un Queen o un Grand Funk Railroad (?), pero en los pliegues del under siempre habrá lugar para que alguien, aún sin el mismo preciosismo ni proyección global, haga renacer el espírítu del puesto, a pura pisada, freno y gambeta.»

Otro entrerriano que ganó en el estreno fue Juventud Unida (Gualeguaychú), que también se impuso por la mínima, en este caso ante el Sarmiento chaqueño. El desempeño de Juventud no fue particularmente vistoso, pero sí exhibió una venerable intensidad, que le dejó pocos flancos disponibles para una reacción a su oponente, que debutaba en la categoría. El gol del triunfo lo hizo un ídolo de Independiente de Avellaneda (?), Matías Marchesini, gran adalid del regreso a Primera “A” de los Diablos Rojos gracias a su desinteresado gesto de no volver a dar una mano (?). Como es lógico, el tanto lo hizo con su miembro más hábil, la cabeza (?). Buena victoria del Decano de Gualeguay II (?), nos la jugamos y lo erigimos en el principal candidato para llevarse la zona.

Hubo otro duelo entre chaqueños y entrerrianos, que también finalizó con victoria ajustada del local. Hablamos de Chaco For Ever, que demostró una enfermiza emoción por las emociones fuertes al contratar a Juan Amador Sánchez como director técnico (?). Por ahora la locura les salió bien, porque superaron a Gimnasia de Concepción del Uruguay en el debut. For Ever fue superior desde el inicio pero le llevó todo un tiempo plasmarlo en el marcador. Tras varias chances desaprovechadas, recién en tiempo de descuento Juan José Barreña quebró la resistencia de Orcellet con un frentazo cruzado. En el complemento, Visconti parecía sellar la cuestión al duplicar tempranamente la ventaja del local, pero todavía quedaban sufrimientos por delante. Primero, el Lobo entrerriano dispuso de un penal, pero Emilio Rébora se lució frenándoselo a Villalba. Enseguida, Nicolás Músico consiguió el descuento para la visita, que se fue en busca del empate. Con el tiempo cumplido, los chaqueños se quedaron con diez por expulsión de Galarza y el árbitro dio ¡seis! minutos de descuento. Hasta Orcellet fue a buscar los últimos centros pero For Ever se aferró angustiosamente a sus primeros tres puntos.

El último partido de la zona ofrecía el clásico entre los dos conjuntos formoseños, ambos invitados por vacancia geográfica que por mérito futbolístico, si bien sus sendas campañas en el Argentino “B” pasado habían sido aceptables. Incluso Sol de América había llegado un poco más lejos que Sportivo Patria, con lo cual sorprendió la enorme diferencia que Patria marcó el domingo. Claro está el examen del pasado reciente es muy relativo porque ambos planteles se remozaron por completo. Al menos en el arranque, el “Decano” pareció mucho mejor preparado para la nueva exigencia y goleó en consecuencia. Lo cierto es que, acaso seducido por la ausencia de grandes cucos en la zona, Sportivo Patria parece apostar un poco más fuerte, ya desde la elección de un entrenador como Gustavo Coleoni, con experiencia en equipos importantes de la categoría como Santamarina de Tandil (estuvo al borde de ascenderlo en 2013), Talleres de Córdoba, Antoniana y Central Norte de Salta, entre otros. Y como si esto fuera poco, Coleoni esgrime una página web de diseño profesional (?), algo desactualizada (quedó frizada en su época en Tandil) pero llena de profusas informaciones autolaudatorias, como haber descubierto a Pastore, Pablo Ledesma y Rusculleda (!) y Pérez Tarifa (!!), al que ahora colocó en Sportivo Patria.

Hugo Troche, de extensa campaña por clubes de todo el litoral argentino, fue la figura excluyente de la tarde, ya que consiguió el primer hat-trick de la temporada, o como le dicen en aquella región con alta influencia del guaraní, un “jatirí” (?). Si sigue por este camino, quizás en un futuro lo veamos integrar la delantera preferida de Charles Manson (?), Troche y Mouche. Estos tres goles ya habían dejado el cotejo liquidado, pero todavía quedó tiempo para que Azcurra aumentara cerca del final y estableciera el contundente 4-0 final. Por su parte, Sol de América pinta para descender aunque no haya descensos (?)

EPÍLOGO (?): ¿CÓMO SE JUGABA ESTO?

Por si algún desprevenido no recuerda el sencillo (?) sistema de disputa de ese semestre de transición, lo recordamos apresuradamente. En total, hay siete ascensos disponibles. Los cuarenta participantes están distribuidos en las cincos zonas de ocho que reseñamos más arriba. Tras enfrentarse dentro de cada zona a partidos de ida y vuelta (catorce fechas en total), el ganador de cada una de ellas se asegurará un lugar en la B Nacional. Los dos ascensos restantes se dirimirán en un reducido del que participarán los clubes que finalicen del segundo al cuarto puesto de cada zona, además del mejor quinto. Estos dieciséis conjuntos se medirán en series eliminatoria de doble partido en tres instancias sucesivas, hasta que quede definido el par que podrá poner el pie en la categoría inmediatamente superior. Todo esto está vigente hasta que a algún dirigente se le ocurra cambiar la reglamentación sobre la marcha (?).