Esta noche, desde las 19:30, arrancan los 16avos de final de la Copa Argentina con el choque entre San Lorenzo de Almagro y Almirante Brown en el estadio Juan Gilberto Funes de San Luis. Esta etapa se completará en la próxima quincena, como una especie de aperitivo del regreso del fútbol local tras el mundial.

¡Volvió la alegría vieja! O, ¡Volvió la alegría, nueva (?)! Si bien el compromiso de Lanús de anoche por la Copa Sudamericana marcó el regreso de la actividad oficial de los equipos argentinos tras el mundial, si bien una enorme expectativa de los próximos días estará en la enésima búsqueda de San Lorenzo de su ansiada Libertadores, en lo que hace a la programación doméstica, el puntapié inicial se dará esta noche en tierras puntanas, justamente entre un Ciclón que lo tomará como un preparativo para su próxima semifinal ante Bolívar y un Almirante Brown que calienta motores para su debut en la B Metropolitana, tras su desafortunada campaña en la B Nacional que pasó.

La Copa Argentina comienza entonces las fases definitivas de su tercera edición, con la novedad poco venturosa de que año tras año los equipos de elite van ingresando cada vez en instancias más avanzadas de la competencia, lo cual minimiza flagrantemente las posibilidades de cruces entre rivales de categorías distanciadas. En la edición de 2011-12, los clubes de Primera “A” (y también de la B Nacional, entre los cuales estaban River y Rosario Central, entre otros) comenzaban en 32avos de final, lo cual dejaba 24 plazas vacantes para los equipos que llegaban desde instancias preliminares. Ese cupo ya se redujo en 2012-13, ya que los ocho equipos con más títulos en Primera División fueron exceptuados de participar en una fase. Pero para esta edición se hizo pasar directamente a todos los equipos de la divisional de honor a los 16avos de final, lo cual puede parecer un ajuste mínimo, pero que por esas cosas jodidas de la matemática (?) deja apenas 12 lugares para competir con los de Primera “A”, ¡incluidos los equipos de la B Nacional!

Algunos alegarán que los equipos más importantes del país tienen dificultades de calendario, pero lo cierto es que esa eventual superposición se debe más a la imprevisión con la que se organiza esta Copa que a una efectiva carencia de fechas disponibles. Los clubes de Primera División están muertos de risa sin tomar parte en la Copa Argentina hace casi un año, mientras las fases preliminares se iban desarrollando a paso de tortuga, sin fechas prefijadas. Recién cuándo se completaba una instancia, los cráneos de la organización empezaban a programar la ronda subsiguiente. Así, la presente edición se está jugando desde el 29 de octubre de 2013 (!). Y de todos modos, ahora los equipos de Primera “A” estarán obligados a disputar cinco partidos en el semestre en caso de llegar a la final, sin contar que siete de ellos (Lanús, River, Boca, Gimnasia, Estudiantes, Rosario Central y Godoy Cruz) deberán compaginarlo con su participación en la Copa Sudamericana.

La nueva grilla implementada para este año, entonces, no solucionó la agenda de los grandes, pero sí sirvió para relegar a los participantes más humildes, obligándolos a atravesar una seguidilla cansadora de partidos para arrimar a los posibles cotejos con las instituciones más prestigiosas del país. Por hacer una comparación, en 2011-12, un equipo del Torneo Argentino “B” podía llegar a medirse con uno de Primera División pasando tres series. En esta ocasión, en cambio, el mismo equipo hubiera debido imponerse en ocho (!) fases eliminatorias para llegar a la misma posibilidades. Y el condicional de la oración anterior no es casual: ninguno lo logró. Solamente dos equipos de divisionales inferiores a la B Nacional han llegado al cuadro final de 32 participantes. De los indirectamente afiliados, lo consiguió Juventud Unida Universitario (San Luis), del Argentino “A”, que superó cinco instancias, con una victoria por penales ante Unión de Santa Fe como principal logro. Entre los directamente ligados a AFA, hizo lo propio Estudiantes (Buenos Aires), un conjunto que ya se ha ido forjando una estirpe copera, ya que en la edición pasada eliminó a Defensa y Justicia, River y Banfield y llegó nada menos que a semifinales, donde San Lorenzo recién lo superó en los penales.

Es así que nos encontramos ante una competición desdibujada, condición que no será ayudada por arrancar en plena pretemporada, como si se tratara de un certamen amistoso. Tampoco es auspicioso que bastantes equipos de la B Nacional, que serían habituales interesados en este torneo, estarán abocados a hacerse de una plaza en Primera que resulta más accesible que nunca por la reestructuración en curso.

Es cierto que los propios dislates organizativos compensan de formas inesperadas la menor diversidad de categorías que hay en esta edición. Es que la disputa de esta Copa se extendió tanto que hay equipos que han cambiado de categoría durante el transcurso del mismo. Es así que Colón, Argentinos y All Boys comenzarán su participación recién ahora, como reconocimiento a su pertenencia a una divisional que ya perdieron. De manera análoga, además de los mencionados Juventud (San Luis) y Estudiantes (Buenos Aires), el tercer nivel de nuestra pirámide futbolera estará representado también por Talleres (Córdoba) y Almirante Brown, que tuvieron tiempo para superar las fases previas en sus meses postreros como equipos de la B Nacional.

Cabe señalar que los 20 participantes del futuro Torneo de Transición León Trotsky, Copa “Héroes de Krondstadt” (?) siguen en carrera a pesar de las irregularidades de programación, ya que los tres recién ascendidos (Banfield, Defensa y Justicia e Independiente) ganaron su compromiso previo. Desde luego, los 17 equipos que se mantuvieron en la “A” tras la temporada 2013-14 recién ingresan en esta instancia de 16avos de final. Salvo el partido (casi un clásico) entre Quilmes y Banfield, que tendrá lugar entre la primera y la segunda fecha del torneo que se avecina, los restantes quince enfrentamientos de esta etapa se disputarán antes del inicio de los torneos de liga. Muchos de los partidos, entre ellos los sendos de debut de River Plate y Boca Juniors están programados para el fin de semana del 25 de julio (el inmediatamente anterior al arranque del torneo de Transición tanto de la “A” como de la B Nacional), así que serán una especie de fecha fantasma o “fecha cero” para ir calentando los motores. Junto con el compromiso de San Lorenzo de esta noche, que obviamente se adelantó porque los cuervos piensan estar ocupados el próximo mes con su verdadero objetivo que es la Copa Libertadores, el otro encuentro que se jugará en estos días será el de Estudiantes (La Plata) y Douglas Haig, que se miden este sábado en la cancha de Banfield. Pero después entre el martes 22 de julio y el lunes 28 del mismo mes habrá al menos un partido por día para ir soportando la difícil abstinencia post-mundial. El partido de hoy y el de Estudiantes ya tienen televisación confirmada de la TV Pública, no se dio a conocer aún que sucederá con los siguientes cotejos pero suponemos que irán por la misma pantalla, salvo algún partido de menor importancia que saldrá por DeporTV.

Los dos clubes más importantes del país reeditarán duelos ante equipos otrora habitués de Primera División y hoy caídos en desgracia (aunque apuestan a que el torneo de 30 sea el atajo para reencontrarse con ese pasado luminoso): Boca jugará ante un Huracán que sigue lamentando la oportunidad desperdiciada hace poco más de un mes, mientras que River se las verá con un Ferro al que la reestructuración parece haberlo hecho zafar de la incipiente amenaza de desbarrancar hacia la B Metro. Racing jugará ante San Martín de San Juan, mientras que Independiente lo hará ante Belgrano (Córdoba). Lanús, que ya tuvo una primera mitad de 2014 agitadísima, se hará un espacio en su apretada agenda para enfrentar a Colón días después de completar su serie ante el Mineiro por la Recopa y poco antes de viajar a Japón a luchar por la Suruga Bank Cup ante el Kashiwa Reysol. Otro partido interesante de esta instancia es Newell’s ante Talleres de Córdoba. Casualmente, ambos equipos se midieron por esta competencia hace poco más de un año. Pero el contexto era radicalmente diferente: la T acababa de celebrar su multitudinario regreso a la B Nacional, mientras que los rosarinos se consagraron campeones de Primera División ese mismo día (Lanús debía revertir un 0-2 en un suspendido ante Estudiantes). Aquella tarde en Resistencia, los cordobeses aprovecharon la euforia contenida de los leprosos para imponerse por la mínima y meterse en cuartos de final. Lamentablemente para los tallarines, nada les saldría bien en su temporada subsiguiente y hoy deben regresar al inframundo del ascenso del interior, aunque con el asidero de que esta instancia podría terminarse en seis meses.

Para esta noche, Bauza va a poner un equipo con mayoría de suplentes, aunque viajaron Torrico, Gentiletti, Buffarini, Más y Cauteruccio, habrá que ver si arrancan desde el inicio. Almirante Brown está en plena recomposición luego del descenso. Si bien Felipe de la Riva mantuvo su cargo como entrenador, el plantel será completamente distinto: llegaron veinte jugadores nuevos, incluido dos que en épocas más halagüeñas supieron pasar también por el Ciclón: Román Díaz y Víctor Meza.

El programa completo de partidos para estos 16avos de final que arrancan hoy es el siguiente:

Jueves 17 de julio
19.30: San Lorenzo – Almirante Brown (Sede San Luis, estadio Juan Gilberto Funes)

Sábado 19 de julio
16.30: Estudiantes de La Plata – Douglas Haig (Sede Buenos Aires, estadio de Banfield)

Martes 22 de julio
Olimpo – Atlético de Rafaela (Sede Buenos Aires, estadio de Sarmiento de Junín)

Miércoles 23 de julio
Arsenal – Instituto de Córdoba (Sede San Luis, estadio Juan Gilberto Funes)
Godoy Cruz – Defensa y Justicia (Sede San Juan, estadio Del Bicentenario)

Jueves 24 de julio
Vélez – Estudiantes de Buenos Aires (Sede Buenos Aires, estadio de Lanús)

Viernes 25 de julio
Newell’s – Talleres de Córdoba (Sede Santa Fe, estadio de Atlético Rafaela)
Gimnasia La Plata – Argentinos (Sede Buenos Aires, estadio a confirmar)

Sábado 26 de julio
Boca – Huracán (Sede San Juan, estadio Del Bicentenario)
Rosario Central – Juventud Unida de San Luis (Sede Córdoba, estadio de Instituto)

Domingo 27 de julio
River – Ferro (Sede Salta, estadio Padre Martearena)
Racing – San Martín de San Juan (Sede San Luis, estadio Juan Gilberto Funes)
Lanús – Colón de Santa Fe (Sede Buenos Aires, estadio de Arsenal)

Lunes 28 de julio
Belgrano de Córdoba – Independiente (Sede Buenos Aires, estadio Único de La Plata)
Tigre – All Boys (Sede Buenos Aires, estadio de Huracán)

Martes 5 de agosto
Quilmes – Banfield (Sede Salta, estadio Padre Martearena)

POSTFACIO (?): ATAJO A LA COPA LIBERTADORES 2015

Más allá de todas las críticas que interpusimos y de qué por distintas razones la mayoría de los participantes privilegiarán otras competencias durante este semestre, la Copa Argentina que se reanuda hoy ofrece una nada desdeñable vía de acceso a la principal competencia continental del año que viene. En la primera edición, la Copa clasificó a Boca Juniors a la Sudamericana apenas, pero desde el año pasado, con la consagración de Arsenal, una de las plazas disponibles para la Argentina en la Copa Libertadores, está reservada para el ganador de esta competencia. Es así que más allá de que la mayoría de los contendientes ponga sus focos en otro lado, la copa nacional permite llegar al escenario internacional más prestigioso de América ganando apenas cinco partidos. Además, una modificación en la reglamentación vuelve aún más tentadora la oferta. A diferencia de lo que sucedía el año pasado, una eventual clasificación por otra vía a la Libertadores del campeón de esta Copa Argentina, no se resolverá recurriendo a la tabla general de Primera División como hasta ahora, sino que se dirimirá dentro la misma copa. Esto quiere decir que si la Copa Argentina la gana un conjunto ya clasificado, el subcampeón irá a la Libertadores. E incluso, si campeón y subcampeón van a la Libertadores por otra vía, uno de los semifinalistas tendrá la posibilidad de acceder a la competencia continental. ¿Cómo se decide cuál semifinalista? La AFA siempre inventa algo nuevo para que la pareja no se desgaste (?). Si los dos equipos involucrados jugaron la misma divisional en la temporada que pasó, clasificará el que haya hecho más puntos en la tabla general. Si participaron de diferentes categorías, habrá un cotejo desempate por esa plaza disponible. Hasta podría darse que tuviera que jugarse un reducido entre los cuartofinalistas si los cuatro mejores de la Copa Argentina clasifican por otro lado o están impedidos de hacerlo por las razones que enseguida explicaremos.

Si creen que lo de arriba no se entiende, quedensé tranquilos que hay mucho más por no entender todavía (?). Los ya clasificados (que le cederían el lugar a otro equipo si ganaran la Copa Argentina) son River (campeón del Final 2014) y Vélez (mejor equipo de la tabla general 2013-14), a los que habría que sumarle al futuro campeón del torneo de Transición 2014. Cabe aclarar que lo mencionado no corre para el puesto otorgado al mejor conjunto argentino de la Sudamericana: si el campeón de la Copa Argentina es además el mejor del país en la otra mitad de la gloria (?), clasifica antes como ganador de la copa doméstica y no libera el lugar adicional para su subcampeón sino para que el que lo siga en la Sudamericana. Algo parecido pasa si San Lorenzo gana la Libertadores y la Copa Argentina: parece ilógico y en algún punto lo es, pero si el Cuervo consiguiera ambas competencias, además de abrirse bajo nuestro pies las fauces de la tierra antes de ser devorados por torrentes de lava (?), el reglamento estipula que la plaza que se abre va para el mejor equipo de la tabla general de Primera División 2013-14 que no haya clasificado todavía (hoy sería Boca Juniors).

Ahora bien, como si todo este berenjenal no fuera suficiente, el reglamento estipula además que quedan excluidos de acceder a las competencias internacionales los clubes que hayan descendido desde cualquier categoría durante 2013-14. Esto es, Colón, Argentinos Junios, All Boys, Talleres (Córdoba) y Almirante Brown no clasificarán a la próxima Libertadores aunque ganen la presente Copa Argentina. Es por eso que decíamos que hasta un cuartofinalista tendría chances de hacerse con la plaza en disputa si los puestos de privilegio son acaparados por conjuntos que ya hayan clasificado por otro lado o bien estén impedidos de clasificarse. Esta confusa reglamentación nos perturba un poco, pero a la vez nos reconforta: lejos de los fastuosos escenarios de una FIFA que tampoco desconoce los manejos turbios pero los tramita con elegancia, este atribulado repaso de posibilidades nos recuerda que estamos desembarcando nuevamente en nuestra barroca e inexplicable cotidianeidad futbolera. Recibamoslo como un regalo. O como una oferta que no podremos rechazar (?).