Talleres fue vapuleado 1-4 por Unión (Mar del Plata) en su debut como local en el Federal A, caída que desembocó en el temprano despido de su entrenador Jorge “Vitrola” Ghiso. Otro equipo de linaje como San Martín (Tucumán) también cayó como local ante Altos Hornos Zapla (Jujuy).

Nuestra columna de la semana pasada alertaba sobre la enorme presión que Talleres (Córdoba) afrontaba en esta minitemporada de transición del Federal A. La obligación de obtener el ascenso parecía allanada por la generosa cantidad de plazas disponibles como así también con la zona accesible que le tocó en suerte o a dedo, vaya uno a saber. Pero esa misma facilidad redoblaba la urgencia de ese objetivo innegociable. Aún así, el mediocre empate sin tantos ante Tiro Federal en Rosario no alcanzaba a preanunciar el desmadre que sobrevendría en su primer cotejo en tierras mediterráneas. Como en la etapa anterior de cuatro años en el viejo Argentino “A”, la parcialidad tallarín concurrió en masa al Estadio Mario Kempes, a brindar el apoyo que su club necesita en esta etapa difícil… pero también a incrementar el nerviosismo de sus futbolistas, qué duda cabe. El clima sólo fue festivo y favorable para el local en los minutos iniciales, en los que arrinconó a los marplatenses. Pero bastó para que Wilson Albarracín abriera el marcador para Unión, para que el descontento se volviera demasiado patente y condicionara negativamente a los futbolistas de la T. El gol fue una demostración del desmadre del local, ya que al delantero visitante le cayó la pelota luego de que un intento de rechazo de un zaguero de Talleres rebotara en la espalda de un compañero.

Para empeorar la cosa, Unión jamás se amedrentó ni se refugió por el mero hecho de estar en ventaja. Los tiempos del partido eran patrimonio de los pies y la cabeza de los hombres de Gustavo Noto. Talleres se descuidaba atrás sin lastimar adelante. El segundo tanto del partido fue una clara muestra de ello: si se observa tan sólo el tape (?) de los instantes previos a la conquista da toda la impresión de que se trata de un contraataque, pero mirando un lapso más extenso se descubre simplemente que la defensa estaba parada para el orto (?). El inspirado Albarracín volvió a ser el autor del gol.

Talleres descontó casi enseguida con un excelso tiro libre de Agustín Díaz tras lo cual sobrevinieron los momentos más promisorios de la T durante la desdichosa velada. Fue también el único lapso del cotejo en el que los bonaerenses resignaron algo de protagonismo. Pero no les saldría del todo mal la apuesta, a falta de quince minutos, Joel Amoroso restableció la distancia de dos goles y sentenció prácticamente la contienda. Todavía quedaba tiempo para la humillación máxima, que te haga un gol “Lucho” Mazzina (?). Si bien la derrota ya estaba consumada, el 4-1 le agregó un componente infamante que desencadenó los desaguisados dirigenciales de las siguientes horas. Mientras tanto, los casi 25 mil hinchas que fueron al ex Chateau descargaban su bronca insultando a los jugadores y al Fondo de Inversión. Y esos eran los mejores, porque otros optaban por retirarse anticipadamente de las gradas.

Los dirigentes no esperaron demasiado para tomar cartas en el asunto. La mañana siguiente al partido, anunciaron la rescisión del contrato de Ghiso. Cabe preguntarse la racionalidad no sólo de esta medida, sino la de ratificar luego del descenso a un entrenador que estaba evidentemente en la cuerda floja. En aquel momento, la continuidad parecía un reconocimiento que exculpaba a Vitrola de las responsabilidades mayores en la pérdida de la categoría, habida cuenta de que había asumido el cargo en una situación ya desesperante. Lo que no se entiende es cómo se le permite quedarse, delinear el nuevo plantel y al primer traspié (es cierto que muy severo y humillante) se le acaba el crédito. Hasta llegó a trascender que Ghiso pidió que se le de un partido más como oportunidad para intentar quedarse. Difícil que en esas condiciones de urgencia hubiera podido revertir algo, el ejemplo ilustra el grado de locura e inmediatez que hace que tantas instituciones, entre ellas Talleres se cavan su propia fosa. Si había tantas dudas respecto de Ghiso, ¿por qué se le permitió seguir? Lo delirante es que Ghiso firmó su contrato, del cual ahora exige el pago total, ¡después del partido ante Tiro Federal! Duró menos de una semana. Ayer, Ghiso celebró su exoneración (?) visitando un sanatorio cordobés por un cólico renal, en un nuevo episodio de la temporada 1000 de cosas que no deberíamos saber pero que el periodismo insiste en lanzarnos a la cara.

El monje negro, el hombre que opera tras bambalinas, parece ser el gerente deportivo del club, Mario Ballarino, otrora jugador y director técnico del club. En esta última función, muchos lo recuerdan por su excentricidad de no alinear un guardavalla suplente en el banco para contar con más recambios potenciales de jugadores de campo. Hoy en día, Ballarino aseguró que el se había opuesto a la continuidad de Ghiso antes del inicio del certamen y directamente reconoció que había redoblado la opuesta tras el 1-4 del domingo: “O se va Ghiso o me voy yo”, le anunció a los popes del Fondo de Inversión. Tras la salida de Ghiso, la dirección interina la asumió Sergio Coleoni, primo del “Sapito” Coleoni, otro que ya supo dirigir a Talleres en 2011. Entre bambalinas se rumorea que el verdadero técnico es el aludido gerente deportivo, pero obviamente Coleoni salió a desmentirlo y reafirmar su autoridad con una sugestiva cola de paja. Lo cierto es que más allá de si son verdaderas o no las componendas que se le adjudican, Ballarino reafirmó su sujeción al clima de locura urgente que denunciábamos más arriba y aseguró: “Si perdemos los próximos dos partidos, nos vamos a tener que ir todos, conmigo a la cabeza”. Tranquilizadoras palabras (?).

Lo único bueno para Talleres es que esos partidos tendrán qué esperar, ya que el compromiso pautado para la tercera fecha, ante el otro conjunto marplatense de la zona, Alvarado resultó postergado sin fecha precisa, porque no hay cancha disponible para jugarlo. El Torito tiene la cancha suspendida por cuatro partidos, como castigo por incidentes suscitados por su hinchada, y el fin de semana pasado protagonizó un hecho bizarro de esos que tantos nos gustan. La dirigencia había optado por hacer las veces de local en Necochea, y para ahorrar gastos los jugadores se trasladaron el mismo día del partido, después de almorzar. Los aparentemente escasos 100 kilómetros que separan a ambas ciudades balnearias fueron suficientes para que el viaje se demorara por las inundaciones que anegaban algunas rutas, y se interrumpiera definitivamente por un desperfecto mecánico del ómnibus. La única solución para no perder los puntos, fue llamar de apuro a varios remises que completaron el trayecto hasta Necochea. Sin ánimo de repetir la experiencia, Alvarado se tiró el lance de levantar la suspensión y regresar al Minella, aunque fuera sin público, pero no tuvo éxito. No faltan las conjeturas de que ambos atribulados conjuntos ven con buenos ojos este parate para enderezar un poco la nave. Además, la T tendrá la posibilidad de descansar un poco de las urgencias del Federal A al disputar su cotejo de octavos de final de la Copa Argentina, ante Atlético Rafaela el próximo martes, en lo que será el estreno oficial del mandato de Coleoni. Aún no se sabe si esta designación resultará interina o definitiva, lo cual no es tan ilógico teniendo en cuenta que ni el propio Ballarino parece proyectar mucho más allá de llegar con vida a la próxima quincena.

No fue Talleres el único grande de la categoría que padeció un golpe durísimo en la segunda jornada. Después del atribulado conjunto de la Docta, San Martín (Tucumán) es posiblemente la institución con mayor prosapia de la divisional y por ende la más exigida a alcanzar la promoción hacia la B Nacional. La probable llegada de sus enemigos acérrimos de Atlético a la Primera División en 2015 no hace sino intensificar esa obsesión. La contienda directa en la zona 3 con oponentes más poderosos que los que tiene la T volvería menos inaceptable un traspié, pero al mismo tiempo vuelve más patente la presumible eventualidad de un fracaso. Por la misma presión de los rivales importantes en el grupo, sumar de a tres antes los conjuntos a priori más débiles se vuelve una necesidad imperiosa. La victoria como visitante, aunque en su propia ciudad, ante San Jorge, parecía poner al Ciruja en la senda de lo que la minitemporada de transición reclamaba. Como hicieron sus colegas de Talleres, la parcialidad de San Martín reventó La Ciudadela de público y parafernalia. El desarrollo del cotejo estuvo lejos de los avatares humillantes que se dieron en el Kempes. Por el contrario, los tucumanos dominaron a Altos Hornos Zapla durante la mayor parte del partido. Pero entre la mala puntería de los delanteros locales y la tarde inspirada de Piris, el guardavalla visitante, los minutos comenzaban a correr aceleradamente sin que el marcador se modificara. De a poco, el cansancio de los futbolistas de San Martín no sólo hizo menguar sus llegadas de peligro, sino que habilitó algunas contras de los jujeños. Aún así, parecía que no se modificaba el 0-0 y que este ya era bastante premio para un Altos Hornos Zapla que venía de perder de local en el estreno. Pero ya en el cuarto minuto de tiempo agregado, la defensa local, acaso agobiada por el trajín del juego, desatendió a Quispe, que recibió con total tranquilidad un lateral ofensivo en el borde del área. Tras amurar a dos marcadores que llegaron demasiado tarde a acosarlo, el volante cedio a Palavecino, que sometió a Pave con un derechazo imponente, que pegó en el travesaño antes de ingresar. La conquista desató la locura en los jugadores de la visita y enmudeció a la inmensa afición presente, que ya vislumbra que la autopista a la B Nacional dista de ser diáfana y accesible. Los traspiés en casa propia de los candidatos aparentemente más naturales del certamen preanuncian que las emociones violentas como así también los enojos y los dislates dirigenciales estarán a la orden del día en este agitado semestre.

Iniciemos ahora el repaso de cada una de las cinco zonas del certamen. Recordemos que cada uno clasificará directamente a su respectivo ganador a la próxima edición de la B Nacional. Mientras que quiénes finalicen en segundo, tercer y cuarto puesto, además del mejor quinto, disputarán un reducido por las dos plazas restantes.

En la zona 1, la patagónica, Brown de Madryn confirmó sus credenciales de candidato y ya marcha como único líder, tras superar 2-0 a Alianza de Cutral Có. El resultado final fue incluso exiguo, ya que La Banda consiguió sus dos tantos de la tarde antes de que se cumpliera el cuarto de hora. La apertura del marcador estuvo a cargo su recien llegada figura, el uruguayo Píriz Alves. El otro equipo que se perfila como aspirante serio a la plaza directa, en cambio, desperdició una promisoria ocasión de mantener el puntaje perfecto. Hablamos de la Comisión de Actividades Infantiles (Comodoro Rivadavia), que llegó a sacarle dos tantos de ventaja a sus anfitriones de Deportivo Roca, cortesía de las conversiones de Morales y Aynol. El tanto del descuento de Roca poco antes del descanso fue crucial para mantener en partido al Naranja. Como queriéndose poner a la altura de ese apodo, en la reanudación los locales trocaron la indumentaria blanca que exhibieron en la primera etapa, por las casacas anaranjadas (la CAI había traído la azul). Sin embargo, casi todo el complemento pasó sin que pudiera concretarse la remontada. Hasta que en pleno minuto 90, Lucas Volken ganó en el área y estableció el 2-2. Con el empate, ambos quedaron compartiendo la posición de escolta de Brown, con 4 unidades.

Las acciones de la zona en esta segunda fecha se completaron con las sendas victorias de dos invitados a la categoría. La principal sorpresa puede considerarse la victoria del ignoto Belgrano (Santa Rosa) ante un rival medianamente experimentado, por 2-1. Menos llamativo resultó el éxito de Independiente (Neuquén) ante otro debutante como Deportivo Madryn. La victoria de los neuquinos fue por la mínima y de penal, ocasión que fue suscitada por una terrible desinteligencia de la zaga de Madryn.

En la zona 2 comparten el liderato los dos conjuntos que se perfilaban en la previa como los más poderosos, Deportivo Maipú (Mendoza) y Juventud Unida Universitario (San Luis). Los puntanos demostraron especial contundencia, al imponerse 3-0 a San Lorenzo de Alem en Catamarca. El desarrollo del cotejo no fue tan desequilibrado, pero los de Tempeste tuvieron una enorme astucia y singular eficacia para ratificar sus credenciales y mantener el puntaje perfecto. En cambio, Maipú padeció más de lo esperado para llevarse los tres puntos de tierras riojanas. Nobleza obliga, la semana pasada habíamos preanunciado derrotas estrepitosas para los dos representativos de La Rioja, que habían llegado al Federal con la pertenencia a un área de vacancia como único mérito y habían debutado con duras caídas. Si bien Tesorieri sigue sin sumar puntos, su performance ante un peso pesado de la divisional como el Botellero mendocino fue muy distinta a la del desafortunado estreno ante Unión de Villa Krause. El club que honra a un guardavalla boquense de épocas inmemoriales llegó a disfrutar de la primera ventaja, cortesía de una pifia del zaguero visitante Guillermo Franco, que batió su propia valla. Maipú consiguió darlo vuelta pero ni ahí terminarían sus penurias, porque Tesorieri lo volvió a empatar. Recién a falta de tres minutos, el ingresado Germán Gordillo pudo darle el triunfo por 3-2 a los mendocinos.

La rehabilitación de los riojanos tuvo otro capítulo en tierras cuyanas, con el agregado de que a diferencia de sus coprovincianos, Andino puso sumar una unidad ante Gimnasia y Esgrima (Mendoza). El Lobo jamás supo como desbaratar el abigarrado entramado defensivo que le opuso la visita. Entre la impericia y la indolencia de ambos, el 0-0 se fue instalando hasta resultar inamovible. Ni siquiera el contratiempo de jugar la media hora final con unos menos por expulsión de Britos complicó el plan estratégico de los comandados por la Vieja Reinoso. En el restante compromiso de la zona, Estudiantes (San Luis) se recuperó de su caída en el clásico ante Juventud y batió 3-1 a Unión de Villa Krause. Los puntanos picaron en punta con dos tantos en la primera etapa, pero los sanjuaninos descontaron enseguida. El resultado seguía abierto, hasta que en plena presión de la visita, el árbitro se encontró una carta roja en el bolsillo (?) y decidió usarla: en un lapso de tres minutos, el Azul se quedó con nueve y resigno casi todas sus chances de remontada. Cerca del final, Nicolas Gatto fue re-ídem (?) y rubricó el resultado en favor de Estudiantes.

De la zona 3 ya cronicamos las desventuras de San Martín (Tucumán) y los festejos por la victoria agónica de Altos Hornos Zapla. La defección del Ciruja fue aprovechada por los salteños de Gimnasia y Tiro, que marchan en la punta con puntaje perfecto. El Albo no sólo ya mira a todos desde arriba sino que juega bastante bien. Tras superar con justicia en el clásico a Antoniana, el domingo se lució ante Mitre (Santiago del Estero). A los de Ragusa les alcanzó con un tiempo solo para demostrar sus capacidades y luego echarse a regular el juego. En esos primeros cuarenta y cinco minutos, Gimnasia anuló a los santiagueños y se anotó tres veces en el marcador. El primer gol fue sobre el cuarto de hora y culminó una excelente combinación ofensiva entre la “Chancha” Zárate y Pablo Saucedo, a la sazón autor del tanto, tras picarla como lo haría unos días más tarde Ángel Di María en tierra teutonas. Si esa acción había documentado las virtudes del Albo con pelota en movimiento, la segunda conquista llegaría de un balón parado, más exactamente de un tiro libre exquisitamente cobrado por Gastón Valente. Antes del descanso, Saucedo completó su doppietta y le dio más tranquilidad aún a los salteños. En el complemento, apenas habría lugar para el descuento de Mitre, que tuvo la curiosidad de ser convertido por un futbolista de fugaz pasaje por el seleccionado nacional, durante la regencia (?) de Maradona para más datos. Hablamos de Juan Pablo Pereyra. Quién te ha visto y quién te ve. Igual, sospechábamos que no tendría el futuro rutilante que el Dié le había ambicionado cuándo había desembocado en Ferro hace un par de antes.

Hablando del Ferro, pero el santiagueño, Central Córdoba no pudo repetir su buena actuación del arranque y cayó de local ante Juventud Antoniana. El tanto de Unyicio parecía anunciar una velada promisoria para los dueños de casa, pero el conjunto salteño supo recuperarse tanto de esa desventaja inicial como de la derrota en el debut ante Gimnasia y Tiro. Los dos tantos de la visita fueron marcados por dos valores de pasado en Primera División, con anclaje en la región noroeste (son tucumanos y descollaron en Gimnasia de Jujuy), pero también con desembarcos, no del todo venturosos, en tierras porteñas. Franco Sosa consiguió la igualdad mediante su especialidad, un tiro libre bien combado. Entretanto, Gustavo Balvorín apenas tuvo que empujarla ante un arco desguarnecido para consumar la victoria de Antoniana y suscitar una seguidilla de chistes gastados de índole telefónica (?). Completó la zona el destacable triunfo de Unión Aconquija (Catamarca), que se repuso de una desventaja inicial y superó por 2-1 a San Jorge (Tucumán). El debut en la categoría (fueron otros de los incontables invitados) no parece pesarle hasta ahora a los catamarqueños que marchan segundos detrás de Gimnasia y Tiro y se preparan para el evento acaso más remarcable de su historia deportiva, cuándo reciban al Santo tucumano el próximo domingo.

La zona 4, aquella que caracterizábamos como la que no tiene ningún gran candidato a priori al ascenso directo, tiene por el momento como líder único al conjunto que nos animamos a destacar dentro de ese escenario tan parejo. Juventud Unida (Gualeguaychú) marcha con puntaje perfecto luego de llevarse los tres puntos de tierras correntinas ante Textil Mandiyú. El partido fue deslucido y parejo, pero los entrerrianos supieron pegar en el momento justo. Promediando el complemento, cuando el empate parecía imponerse como una fatalidad, Juan Domingo Sánchez justificó su gran nombre (?) al capitalizar una desatención defensiva de los locales en un córner y mandar el balón al fondo de la red.

Tres equipos siguen de cerca a los de Gualeguay II (?), a dos puntos. Dos de ellos son Sportivo Patria (Formosa) y Chaco For Ever, que tras vencer en sus respectivos estrenos, no se sacaron ventajas en su enfrentamiento del domingo pasado. Los chaqueños tuvieron el partido en sus manos, ya que se pusieron al frente con una definición exquisita de Aldo Visconti, que bajó de modo ejemplar un ladrillazo de un compañero con la capellada -en realidad no se ve bien en el video con qué la baja pero quería escribir “capellada» (?) -, desairó a un defensor que lo atoraba con un atildado enganche hacia adentro y sometió a Requena con un derechazo certero. Una pinturita, pero que no alcanzó para ganar porque todos los goles lindos o feo, valen uno. No obstante lo cual, nos sigue gustando el cabaret este deporte de mierda (?). Con un cabezazo medio choto de Antonelli, a los formoseños les alcanzó para conjurar la joyita de Visconti. 1-1 y los dos quedaron con cuatro puntos. La misma cantidad cosecha Atlético Paraná, que se llevó una buen igualdad de Concepción del Uruguay. Bajo un agobiante calor litoraleño, los de la capital entrerriana estuvieron cerca de dar un gran batacazo, ya que se pusieron en ventaja en la primera mitad, tras un grosero error de Orcellet, que cedió un rebote que le dejó servida la conquista a Matías “El Chino” Benítez. Sin embargo, el Lobo se repuso en la segunda parte y alcanzó la igualdad gracias a un golazo de Pintos, que recibió un córner corto en la esquina del área y se limpió a tres rivales antes de encontrar el hueco para rematar al arco, cosa que hizo con singular violencia y puntería. Con casi todo el complemento por delante, ambos tuvieron posibilidades para llevarse la victoria, pero el 1-1 no se modificó. La fecha de esta zona se completó con la igualdad entre Sarmiento (Resistencia) y Sol de América (Formosa). Los chaqueños, más allá de ser tan debutantes como sus rivales del domingo, tienen ínfulas para pelear arriba, lo cual sumado a su localía, los urgía a sumar de a tres. Estuvieron a punto de lograrlo, ya que fueron ganando desde finales del primer tiempo hasta las postrimerías del partido. Pero faltando apenas dos minutos para el cierre del cotejo, un defensor de Sarmiento despejó chapuceramente y se la dejó servida a Guido Barreyro que estableció el empate, que fue celebrado como una victoria por el humilde conjunto formoseño.

De la zona 5 ya narramos las penurias de su integrante más reputado, Talleres (Córdoba). Mientras los cordobeses no han conseguido revalidar hasta ahora su rol de candidato, sus vencedores del pasado fin de semana, Unión (Mar del Plata) se han erigido en los impensados líderes del grupo. Más aún, han demostrado una notable capacidad goleadora: antes del 4-1 a la T, habían superado por 4-2 a Libertad (Sunchales). La notable victoria de los marplatenses en el Kempes sirvió además para que su entrenador Gustavo Noto rompiera una racha que lo aquejara sobre todo durante su pasaje por Alvarado: hacía 42 partidos que los equipos por el conducidos no ganaban en condición de visitantes (dentro de esos cotejos estaba la recordada final del Argentino “B” ante Deportivo Roca en 2012, en la que si bien sus dirigidos se retiraron victoriosos, recién lo hicieron en los penales y se computa como empate).

Muy diferente es la situación del Torito hoy en día. No sólo por los desastres administrativos que atraviesa, como lo documenta el transporte de sus jugadores en remise que comentábamos más arriba, la suspensión del próximo cotejo por falta de escenario que lo albergue o el viaje relámpago a Buenos Aires -pocas horas antes de un juego- de una parte del plantel para firmar el número mínimo de contratos AFA para evitar la pérdida de puntos, situación que relatamos la semana pasada. En lo deportivo, Alvarado comparte la última colocación en la zona con el desgraciado Talleres. Aún así, en ese atribulado contexto institucional, no parece tan mal resultado el empate sin goles que consiguieron ante Tiro Federal en el prestado escenario de Necochea.

También por esta zona, Libertad (Sunchales) se recuperó de la caída ante Unión (Mar del Plata) y le hizo sentir todo el rigor de la categoría a los benjamines de Independiente (Chivilcoy). Tal fue la diferencia que se evidenció entre ambos, que los santafesinos completaron su faena en apenas un tiempo. La apuesta futbolística de Pancaldo, que había aparecido apenas en cuentagotas en el Minella, brilló con luz propia en esta segunda presentación. De las innumerables llegadas que tuvo Libertad cuatro llegaron a la red. Mauricio Ocaño, Matías Rinaudo, Germán Weiner y Mateo Acosta fueron los autores de los tantos que edificaban el contundente 4-0. El complemento estuvo apenas para los que los bonaerenses maquillaron un poco la debacle con el descuento de Germán Lessman. La fecha en esta zona se completó con el triunfo por la mínima de Ferro (General Pico) ante Defensores de Belgrano (Villa Ramallo). El único grito de la tarde llegó muy pronto, a los seis minutos, convertido por César Cocchi. El resto del tiempo quedó disponible para discurrir sobre granos transgénicos, precios de cosechadoras y diatribas contra la yegua (?).

La tercera fecha de este Federal “A” tendrá como plato fuerte varios clásicos: en la zona 1, Cipolletti recibirá a Deportivo Roca; en la 2, chocarán los dos representativos riojanos, Andino y Tesorieri; en la 3, habrá derby (?) santiagueño entre Mitre y Central Córdoba; en la 4, el esperadísimo choque entre Chaco For Ever y Sarmiento (se programó recién para el martes 9). En la zona 5 no sólo no hay clásico, sino que ni siquiera juegan Talleres y Alvarado, lo que aminora considerablemente la posibilidad de risas (?), un bajón que habrá que saber afrontar con hidalguía.