Nuevamente volvió a ganar Vélez. Esta vez, el que se hizo presente en el marcador fue Maxi Moralez y, tras una gran jugada de Cristaldo, aprovechó para ponerle cifras definitivas al partido, aún cuando restaba todo un tiempo por jugarse.
Nuevamente volvió a ganar Vélez. Esta vez, el que se hizo presente en el marcador fue Maxi Moralez y, tras una gran jugada de Cristaldo, aprovechó para ponerle cifras definitivas al partido, aún cuando restaba todo un tiempo por jugarse.
¿Cómo se puede explicar este Vélez 1 – Argentinos 0, inclusive jugando mal? Simplemente porque han logrado una fortaleza anímica y un sentido de equipo que se impone por sobre todos los intentos individuales de los rivales. Pese a todos los embates que sufre, Vélez tiene el mejor plantel del fútbol vernáculo, y las propias individualidades son las que aparecen en momentos clave. Si bien Argentinos se había mostrado como una de las gratas sorpresas del torneo, no alcanzó únicamente porque hace falta más para derribar al conjunto de Gareca. El Bicho interpretó el mismo libreto que vino mostrando en las anteriores 7 fechas: buen trato de pelota, vocación ofensiva y un gran despliegue de su mediocampo. Llegó a inquietar a Montoya con algunas llegadas no del todo claras, pero sí que le llevaron más de un dolor de cabeza a una defensa que no contaba con su dupla central titular: hoy jugaron Torsiglieri y Tobio, en muy buen nivel ambos. La cuestión ofensiva se complica cuando uno de los que están indicados como para llevar peligro es Oberman. El ex-delantero del futuro (?) quiso ponerle picante al ataque, pero como mucho llegó a una nuez moscada (?). Las espaldas de Razzotti estuvieron un tanto descubiertas, pero a pesar de la superioridad en el trato del balón, en llegadas la cuestión estaba un tanto pareja, porque el Fortín aprovechaba el enorme oficio de algunos de sus jugadores para manejar los tiempos y luego sí, tirársela larga a los más rápidos y habilidosos: Cristaldo yMoralez. Justamente, estos dos mozalbetes (?) fueron los que gestaron el único gol del partido. El delantero armó una linda jugada individual, demostrando que posee una notable habilidad en espacios reducidos y tras librarse de 2 marcadores, despachó un remate que se estrelló en el travesaño. El rebote le quedó mansito al ex-Racing que llenó la boca de gol de los hinchas locales.
Para el segundo tiempo, Borghi quiso cambiar un poco la cara al poner a Pavlovich, un delantero corpulento que bien podía cargar con el peso de ser referencia ofensiva en cuanto al juego aéreo, dado que la dupla To –To (?) se había llevado todos los pelotazos frontales de los volantes del Bicho. Tan sólo porque el Creador no dotó ni a Hauche ni a Sosa de 10 centímetros más. Entonces el plan del Bicho fue sacrificar un volante, hacerlo dueño exclusivo (o exponerlo al toqueteo) a Mercier y tratar de empatar el partido como sea. No sucedió. Porque Vélez especuló con la desesperación rival y se confirmó su alta tolerancia a la presión incesante rival. La vocación ofensiva pudo más que el buen trato de balón y Argentinos sólo pudo apostar al “a la carga Barracas”. Una buena excursión ofensiva de Canuto, a modo de caudillo, terminó con un remate que muy bien desvió Montoya al córner. Mientras que Vélez apostó íntegramente a un contragolpe que no sucedió tan sólo por mala pericia de sus delanteros. El equipo de Gareca le tiró la chapa encima a Argentinos y sus jugadores franquicia (?) dieron el piné cuando se los solicitó: Zapata distribuyendo, Razzotti marcando, Paparealizando algunos cierres providenciales (?) y siendo salida constantemente por su banda. Pese al asedio, nunca pareció que el triunfo peligrara.
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