Por lo menos hasta que se complete mañana la cuarta fecha del Clausura. Esto es por el empate en 0 en su visita a Huracán en un encuentro en el que el conjunto local tuvo varias chances de convertir.

La jornada de viernes de la cuarta fecha del Clausura 2010 se cerró con un partido de trascendencia dudosa (?): Arsenal perdió 0 a 2 con Tigre. Ayala y Luna los goleadores.

Con muchos inconvenientes, Independiente logró vencer 3 a 2 al ultrasuplente Estudiantes, y es uno de los líderes del campeonato. En el otro choque San Lorenzo y Vélez igualaron en un espantoso 0 a 0.

El primer turno del sábado nos trajo el ahora gran (?) clásico del sur, en el que Banfield superó contundentemente por 2 a 0 a Lanús con goles de Battión y James Rodríguez, después de un primer tiempo somnífero y un segundo con más emociones, goles y rojas.

La situación de los clubes rosarinos va más allá de la actualidad futbolística de Newell´s y Central. Mientras el asesinato del hijo del barra leproso Carlos Cáceres salpica a la dirigencia y sectores políticos de ciudad y provincia, en el Canalla la renuncia de parte de la CD deja en jaque a Usandizaga.

En el Monumental y en uno de los peores partidos en lo que va del torneo, River y Central empataron 0 a 0. El encuentro fue de malo para abajo, casi no hubo chances de gol y dividieron puntos, lo que no le sirve a ninguno de los dos.

El principal obstáculo para el buen fútbol es el resultadismo, la obsesión de muchos por ganar a cualquier precio, sin que les importe lo deportivo. La raíz de este problema está en una de las reglas más antiguas del fútbol, que debe ser abolida de inmediato por el bien del juego.

6 a 3 le ganó Argentinos a Lanús en su cancha. El Grana había arrancado con todo (2 a 0), pero el Bicho se despabiló, le metió seis seguidos y lo recontra (?) dio vuelta.

La victoria de Gimnasia, el agua que tapó todo, ganó River, ganó Boca, ganó Independiente. Perdieron los candidatos de todos (?). Estadios a puntos de implotar, otros que encontraron un adelanto del carnaval de Río en una cancha. Todo, todo, todo es tuyo si querés (?), LR! lo ofrece aquí:

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Cuando nació Francisco Varallo, Boca era un club del ascenso, la Selección Argentina sólo había jugado 14 partidos y en Gimnasia y Esgrima La Plata no existía el fútbol. Hoy cumple 100 años el enorme goleador y último sobreviviente de la final del Mundial de 1930.