La pecheada, ese mal universal (?). La pelota, la caprichosa, la tontona (?), hoy se va hasta el Estadio Antonio Vespucio Liberti y se congela en el pecho de once jugadores con la banda roja que decían representar a River. El turno entonces para el fatídico o glorioso, según por donde se mire, 8-M.
Es la hora, es la hora, es la hora de pechear (?) repasar el declive de temperatura pectoral de Boca a finales de 2006. De la mano de Basile primero y ya con La Volpe en el cargo, el xeneize tenía el primer tricampeonato de su historia servido en bandeja, pero…