Como si organizar el Mundial de Fútbol del año 2014 no fuera suficiente, dos años después Brasil (o mejor dicho su segunda ciudad más grande, Río de Janeiro) albergará los Juegos Olímpicos. La gran noticia para el pueblo brasilero fue dada el pasado viernes desde Copenhague, Dinamarca, cuando superó en la votación final por 66 a 32 a Madrid.

Inmediatamente luego del veredicto dado por el presidente de Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge, los festejos se sucedieron tanto en el recinto de la elección, con la presencia entre otros del Presidente Lula Da Silva y el ex futbolista Pelé, como en las playas de Copacabana, donde miles de personas celebraron la chance histórica. En la votación entre las cuatro ciudades finalistas, la primera eliminada fue Chicago, con apenas 18 votos, más allá del apoyo del Presidente Barack Obama. La siguiente perdedora fue Tokio, que en la segunda ronda alcanzó las 20 adhesiones. Y en la final, la ciudad brasileña se anotó con dos más que el doble de lo alcanzado por la capital española.

Por supuesto las obras respecto a infraestructura deberán comenzar a la brevedad, lo que significará un enorme gasto para el país pero a su vez la posibilidad de posicionarse como una de las economías más fuertes del mundo. Algunos de los lugares donde se desarrollarán disciplinas son el Estadio Maracaná, el João Havelange, las Playas de Copacabana y el Sambódromo.