Los jugadores de GELP salieron a perder, y de esto, nadie puede decir nada. Algunos podrán comentar que vienen de comerse siete contra Estudiantes en el mismo estadio, que Colo Colo los bailó allá y acá, que Troglio es vende humo, etc. Es todo aire, señores…
No obstante, River y Estudiantes no tienen derecho a llorar por esta situación. Solo basta recordar el apertura 2005, en donde ambos equipos fueron pa’ tras en vistas de joderse al rival clásico (Gallardo expulsado, Estudiantes no presionaba).
Los que sí tienen derecho a reclamar, son los amantes al fútbol, porque esto nos perjudica a todos. Estos incidentes atentan contra la calidad del fútbol argentino, y también (díganme supersticioso, cabulero o gurú) contra la suerte/destino del fútbol argentino.