Dando inicio a la jornada de sábado de la novena fecha, Colón visitó a Gimnasia en el Bosque, y consiguió un triunfo que le da el status de candidato. El conjunto dirigido por Madelón volvió a desperdiciar una chance de alejarse de sus más inmediatos perseguidores en la lucha por no descender.

Dando inicio a la jornada de sábado de la novena fecha, Colón visitó a Gimnasia en el Bosque, y consiguió un triunfo que le da el status de candidato. El conjunto dirigido por Madelón volvió a desperdiciar una chance de alejarse de sus más inmediatos perseguidores en la lucha por no descender.

Si bien Mohamed ha sacado chapa de ser un DT respetable, con convicciones que ahondan más allá del resultado y con determinados lineamientos que ya lo hacen acreedor de un “librito” (el 3-5-2 flexibilizado a una defensa de 4 pero con el retroceso de uno de los volantes centrales, esto dejando un 4-3-1-2 a pedido de Pagani), también hay otras cuestiones que en este partido han jugado a su favor. Lo mastodóntico del baúl que transporta no es la única razón para afirmar “qué culo” (?). ¿Acaso el Sabalero ganó únicamente por el mérito trasero? No, claro que no. Pero tener enfrente a Maldonado siempre es garantía de que no importa de que en la alineación propia se lea como en placa de bronce “Federico Nieto”.  Aunque el ying-yang estaba en uno de sus más cabales equilibrios: del otro lado se leía ––de cerca, claro está— “Denis Stracqualursi”. El lungo delantero tripero está con la fácil misión de hacer extrañar al Pampa Sosa y a Diego Alonso. Esto es errar los goles más fáciles de hacer, picar con la velocidad de una mulita y tener la mira más descalibrada que el líder del PJ. Así, mientras Denis desaprovechaba un cabezazo solo abajo del arco, Colón devolvía golpe por golpe, errando Nieto una pelota picando en la puerta del área chica. Las fuerzas estaban equilibradas, pero siempre está Maldonado. El jugador que dispensa erróneamente los goles otra vez (y van…) puso en ventaja al otro equipo, conectando de cabeza un centro que hasta ahí parecía inofensivo, debido a que en el área se encontraba el ex-Huracán.  Gimnasia la Madeloneó al ir a buscar el empate con más ímpetu que ideas, para que el gol sea no sólo un nivelador del encuentro sino un plus de confianza para el equipo. Pero, el culo ya antes citado hizo que Ferrero rompa con el equilibrio absoluto que se había establecido, porque su torpeza dio contra el travesaño en lugar de inflar la red de Pozo.

El segundo tiempo fue una prolongación del  final del primero, con el Lobo yendo sin ideas (y a eso sumándole el ingreso de Vizcarra por Cardozo) y queriendo hacer la nada vertiginosa. Sin embargo, con tan poco hizo revolcar al arquero rival. Colón, en cambio, esperaba pacientemente el primer error rival ––o sea, cada vez que la tocaban sus delanteros— para salir rápidamente de contra y atestar el golpe de gracia. De nuevo, Nieto. Qué mal se le puso la tarde al local cuando Rinaudo vio la roja, producto de recibir su segunda amarilla por cortar con falta un contragolpe sabalero. Pero Colón no sabía serenarse y para colmo de males el DT había dispuesto el ingreso de Bertoglio, que podrá tener un potencial del mismísimo carajo, pero hasta ahora todo lo hace con el atolondramiento propio de un púber en un lupanar. Ir con lo puesto a buscar el resultado, acuñarlo y defenderlo con recelo no es una mala idea, pero sí lo es atentar contra el plan original.Sessa salió como si se le estuviera yendo el bondi y se llevó puesto a Garcé: en Florida y Lavalle no sería nada, en otra calle se solucionaría todo con un “perdoná, no te vi”, pero en el área es penal. Por más que el ojitos chinos haya zelayeado ni bien pispeó de reojo al arco y haya tirado una larga gambeta a la nada, el arquero salió mal y apurado. El propio defensor hizo gala de su ductilidad al fusilar al medio del arco arriba en la ejecución del tiro punitorio, que puso las cosas 2 a 0 para el visitante y la tristeza en un público ya con un máster en resignación. Qué decir si no le anulaban mal un gol a Rivarola, pero eso le dio otra vida al local, que empezó a buscar por todos los medios y lo consiguió casi sobre el final del partido cuando Vizcarra ––al que Stracqualursi hizo parecer un buen delantero— hizo lo que mejor sabe: el gol que no sirve para nada. Puso el 1-2 y hubiese sido el héroe de la tarde, pero el segundo lugar de sus virtudes lo ocupa errar los goles que pueden llegar a significar algo importante, así que su cabezazo se fue a pasitos del palo izquierdo. Había tenido tiempo Bertoglio de poner el 3 a 1, pero se fue en seco y desaprovechó 30 metros de campo para él solito con la única resistencia opuesta por Sessa. Con este triunfo, el partido de la próxima semana con San Lorenzo toma una dimensión totalmente diferente porque será el primer cruce de equipos que se encuentran en lo más alto de la tabla, al menos hasta que Estudiantes juegue su partido.