Lo que está bien en España, en Madrid, tiene nombre: Rayo Vallecano.

Vamos a contar una historia. Y luego vamos a contar otra historia (?). De lo particular a lo general. De un ejemplo a un paradigma. Resulta que el Rayo Vallecano pagará el alquiler de una vivienda a una vieja (?), Carmen Martínez Ayuso, de 85 años, quien quedó en pampa y la vía. Hasta que la señora la quede, el club de Vallecas le pagará el alquiler. El técnico del club (?), declaró: “Nosotros no nos vamos a quedar parados, vamos a ayudar a esa señora. No solo yo, sino el cuerpo técnico, los jugadores. Dentro de nuestras posibilidades vamos a ayudarle y a echarle una mano para que encuentre un sitio para que pueda vivir dignamente y no se sienta sola”.

Doña Carmen fue furor en las redes con su puto drama (?). Vivió más de 5 décadas en ese departamento y se vio forzada a tener que abandonarlo porque el pelotudo de su hijo lo utilizó como garantía para un préstamo de 40.000 euros. No pagó nada, los intereses se le fueron al carajo y tuvieron que pagar con el departamento de la madre. El nieto de la señora se hizo cargo de la situación y recurrió a lo que todo hombre de bien hubiera hecho: llorar por twitter (?). Pidió ayuda además al municipio de Vallecas y a alguna ONG hasta que el tema llegó al Rayo, club comprometido con las causas nobles, como contaremos más abajo. La señora no sabía nada, porque no sabe leer ni escribir. Ni criar a un hijo (?). La cuestión es que el compromiso social del Rayo hizo que este tema que cobró dimensión nacional en España tuviera un final feliz y Doña Carmen seguirá en su depto de toda la vida hasta que muera. Ahora bien, esta mini historieta de actualidad nos lleva a donde queríamos llegar.

En 1929 un mozalbete llamado Luis González Rubio, junto a sus tres hermanos a quienes les gustaba jugar a la pelotita, no tenían un espacio para su recreación. Doña Modesta, la madre de los chicos los quería tener a mano y en el patio de la casa tenían un acceso a un espacio amplio donde hoy se levanta la Colina de Erillas. Ellos mismos parquizaron el lugar, lo dejaron en condiciones y por fin se dieron al juego.

Claro, un dos contra dos era un embole. Así, pensaron en fundar un club. A Lucky (?) se le ocurrió el nombre El Rayo. Es que la motivación de la furia de Vallecas lo había llevado a pensar en esa denominación, Vallecas es el nombre que surgió del Valle del Kas, la zona en la cual se hubo de fundar el club. Este lugar era un municipio independiente pero Madrid lo anexó por ley en 1950. Así que en cualquier momento pinta la Selección de Vallekas con Emiliano Armenteros nacionalizado (?). La furia decimos, porque esa zona de Madrid compuesta por barrios populosos y obreros, tenía en sí un empuje reivindicatorio que se demostraba en las acciones políticas pero también en las culturales y deportivas. El nombre propuesto por Luchi (?) gustó y se formó entonces la Asociación Deportiva Rayo Vallecano.

Al principio todo era en plan amistoso. Partidos contra equipos de otros barrios, quizás de otra región, contra los bomberos (?) y así. Luego ya empezó a jugar contra otros equipos de distritos madrileños en ligas relámpago que se armaban y que duraban unos pocos meses. O sea, un torneo apertura o clausura (?). Hasta que en 1930 la Federación Obrera organizó un campeonato en serio y allí el Rayo se anotó. Era un campeonato con árbitros, con reglamento internacionalista y algo anárquico y disputado con el fin de, no solo competir en una justa deportiva, sino también con la intención de colaborar socialmente hacia un ideal de mejora y bienestar en la vida de los trabajadores. En este contexto, el Rayo jugó con mucho compromiso cada torneo a tal punto que lo ganó en 1931-1932. Como sabemos, en 1936 estallaría la Guerra Civil y adiós fulbito (?).

El Rayo estaba por ese entonces en lo que sería una Primera Regional, de la división castellana. Si entender la organización de los campeonatos en España es complicado aún hoy, para llegar a una comprensión cabal de los de esa época es preferible leer a Ortega y Passet (?). Cuestión que llegó la 3ra. división, digamos a secas, y el equipo empezó a mostrar cierto protagonismo, ya no eran esos pibes que soñaban un futuro mejor sino que ya mostraban la voracidad de un putito profesional (?). El hecho de que la cosa se empezara a complejizar, exigía obviamente algún tipo de financiación porque con las buenas intenciones no vamos a ningún lado. Así que fueron a golpear la puerta del Real Madrid para pedir una mano y sin siquiera decir hola ya les había tirado gas pimienta (?). Se les ocurrió ir al otro equipo de la ciudad, el Atlético de Madrid, quien lo recibió de buena gana. Pero con una particularidad.

Hasta ese momento, el Rayo Vallecano tenía camiseta blanca y pantalones y medias negras, que representaban una mezcla de pureza de los valores humanos con “no hay pasta para comprar otra cosa”. La gente del Aleti vio que esa camiseta les recordaba a la del Real Madrid y les dijo: “venga, nosotros les damos unas cuantas pesetas pero a cambio os meten un rojo en la camiseta”. Y así fue entonces, el Rayo no tuvo mejor idea que cruzar una banda color sangre en diagonal. Pero esta similitud con la camiseta de nuestro River, de nuestro querido y admirado y hermoso River (?), no es casual. En este Acuerdo de Ayuda Mutua que se firmó con el Atlético Madrid no termina la historia de la camiseta. River por esa época gozaba en Europa de algo que hoy los más pibes no creerían ni por puta: prestigio (?). Andaba cada tanto de gira por el viejo mundo y en un partido con el Real Madrid, dirigentes del Rayo se acercaron al plantel para ofrecerles una foto de su equipo. Como respuesta, River les donó, sabiendo de la situación precaria del equipo de Vallecas, un juego completo de camisetas y pantalones para todo el plantel. Lo curioso es que las camisetas las lavaron y se achicaron a tal punto que era como si Cavenaghi se pusiera una de Buonanotte (?). Jugaron un solo partido con esta donación y luego se las pasaron las inferiores. El acuerdo con el Aleti duró un año, tranquilamente el Rayo podría haber vuelto a su color blanco tradicional. Pero decidió continuar con su banda roja, una novedad en Europa, por cierto. River y el Rayo Vallecano, dicho sea de paso, se enfrentaron una sola vez en la historia, fue en el cuadrangular Villa de Madrid en 1978, junto al Atlético y al Derby County. River ganó ese torneo venciendo al Aleti en la final, pero antes le ganó al Rayo con un gol con ayuda de su mano del sin códigos del Beto Alonso (?).

Obvio que también el desarrollo del club merecía un estadio acorde. El Estadio Puente de Vallecas en realidad se comenzó a construir en 1929 pero pertenecía al Racing Club de Madrid. El Rayo andaba dando vueltas por descampados, semi estadios, potreros y demás. Luego de la guerra, el Rayo comenzó a jugar en el Puente y el Atlético de Madrid se queda con el estadio Metropolitano hasta que en el año 1957 el Rayo pasa a jugar definitivamente con la que hoy es su casa. Con la dictadura de Franco, el campo de juego del Rayo se utilizó en alguna oportunidad como campo de concentración, no de torturas, sino de “depuramientos”, donde se apresaban a distintas personas muy “perjudiciales” como pibes de 20 años, mujeres embarazadas, en fin, la historia fascista de siempre. Luego de que dejó de ser campo de concentración, el estadio fue remodelado a pulmón y en 1976 se inaugura el Nuevo Vallecas donde el equipo hace de local con normalidad. Allí lo podemos encontrar hoy, al estadio hoy conocido como Teresa Rivero, un estadio bien de barrio con capacidad para 16000 personas que tiene ese nombre desde 2004 porque doña Teresa fue la primera mujer presidente del club y también de un club de España. Allí han actuado Bob Dylan, Metallica, Ska-P, Andy Chango (?) y Queen, en el anteúltimo concierto de la banda de Freddy. Con lo cual podemos hablar del estadio Teresa River* (?). Algo más para señalar es su ubicación: te deja la línea 1 del Metro de Madrid, te bajas en Portazgo, la estación. Allí caminas y de frente te encontras con el camino hacia el estadio: Calle Payaso Fofó. (?).

Obviamente que la historia futbolística del Rayo no es así que digan que bruto que de copas que tienen (?). De hecho, solo jugó algunas temporadas en la primera división y apenas tuvo una participación en la Copa UEFA en el año 2000. El primer ascenso a primera lo consiguió en la temporada 1976/1977. Un par de años más tarde se logra el fichaje estrella de Fernando Morena, crack que la rompiera en Boca también (?) y vuelven a la B de la mano del uruguayo. En 1988/1989 vuelven a la máxima categoría y al otro año de nuevo la quilmean (?). En 1991 el club se convierte en Sociedad Anónima, situación a la que se llega por una aguda crisis económica, José María Ruiz Mateos sería su presidente quien luego renunciaría y asumiría su mujer, Teresa Rivero, la de la cancha. Con Ruiz Mateos llegaría a ser técnico del club José Antonio Camacho. En 1993 vuelve el equipo a descender y sube al otro año. Juega en 1995 una promo con el Mallorca y zafa, pero al siguiente torneo juega otra promo otra vez con Mallorca y no zafa, de nuevo a segunda. En 1999 el equipo vuelve a la primera división y realiza sí su mejor campaña hasta acá, de hecho llegó a estar puntero unas fechas en el campeonato. Allí entonces en el año 2000 logra disputar su primera Copa UEFA enfrentando al Constel-lació Esportiva d’Andorra, equipo del que indudablemente tendremos que hablar (?). Al Conste le ganó en Andorra por 6-0 en Andorra y en la vuelta lo venció por un mentiroso 10-0. Luego superó un par de rondas más eliminando al Molde Noruego y al Vibor de Dinamarca. Y le tocó jugar con el Lokomotiv de Moscú con quien empató 0-0 en un partido que se registró un -20 bajo cero. Luego superó en Octavos al Girondis Burdeos y en cuartos quedó eliminado con el recordado subcampeón de esa copa, el Alavés. Para nada mal su única intervención en Europa.En 2002/2003 el club vuelve a segunda. Y un año más tarde la platensea llegando a Segunda B, el momento de mayor crisis futbolística del club.

Se habla siempre del Rayo como un equipo de izquierda. Sin dudas, su origen en un barrio obrero refrendan esta clasificación. Y a eso hay que sumarle a sus seguidores y su hinchada, Los Bukaneros, fundado en 1992, un grupo que tiene anarquistas, comunistas, autonomistas, revolucionarios, castellanistas y que están todos unidos básicamente por el anti fascismo y el amor al club. La organización de los Bukaneros es ejemplar. Se reúnen en asamblea, todos exponen sus puntos de vista, se decide colectivamente en forma horizontal y luego salen a matar (?). Tienen una mala relación con la dirigencia, acá no hay connivencia posible, hay indiferencia con los jugadores y tienen una gran relación con el Cádiz FC y su hinchada, la histórica Brigadas Amarillas. Internacionalmente la buena onda se extiende con el St. Pauli alemán.

Mucho ha pasado desde que estos cuatro hermanos con ganas de jugar a la pelota fundaran un club que trascendiera ese amor por el deporte. Acompañado por una población fervorsa, de marcados ideales, el Rayo es un club reconocido y querido en toda España y el mundo. Esa impronta obrera de sus orígenes, ese legado que ni una sociedad anónima pudo manchar, se advierte hoy en sus hinchas que acompañan al equipo en lol deportivo, en lo social y en lo cultural. Muchos clubes como el Rayo Vallecano harían de este deporte algo todavía aun mejor. Y si no, que le pregunten a Doña Carmen.