En un partido con muchas llegadas San Lorenzo confirmó que es candidato. Derrotó 1 a 0 a Rosario Central que, sin ser un desastre, demostró empíricamente que sin delanteros es difícil ganar (?).

En un partido con muchas llegadas San Lorenzo confirmó que es candidato. Derrotó 1 a 0 a Rosario Central que, sin ser un desastre, demostró empíricamente que sin delanteros es difícil ganar (?).

El partido arrancó con San Lorenzo asumiendo sus obligaciones e intentando imponer las condiciones del partido. Así, tanto Menseguez como Papu Gómez ofrecían movilidad, retrasándose para conectarse con Rivero, el Kily y Torres, buscando alimentar a Romeo (que se perdió una clarísima al principio). Pero de a poco las buenas intenciones de San Lorenzo se fueron apagando y Central, pian pianino (?) fue adueñándose del trámite.

Entre los 20 y los 40 minutos, el partido fue un monólogo centralista. Primero remató de media distanciaJonathan Gómez; Núñez incursionó en ofensiva ante la impávida mirada de la defensa cuerva, pero no logró terminarla. La más peligrosa fue un mano a mano clarísimo despilfarrado por Lucas Moya: en vez de dársela a alguno de sus compañeros mejor ubicados decidió dársela a Migliore mediante un remate sin ángulo. Por último, un remate de larga distancia de Chitzoff bien tapado por el ex arquero de Racing y Boca. Balance: cuatro llegadas claras canallas, cero gol. Garpa la dupla Zelaya – Franzoia.

A los 40, el local se acordó de hacer algo. Una contra bien articulada terminó con un remate a quemarropa de Romeo brillantemente atajado por Broun, y dos minutos después, el mismo Romeo conectó en posición dudosa un centro de Alejandro Gómez y así, sin merecerlo, el Cuervo se puso arriba.

Esos 20 minutos de dominio parecieron ser suficientes para Central. Golpeado por el injusto gol, la Cuffaretano pudo restablecer el buen juego. Además, nobleza obliga, el gol le dio nuevo ímpetu al equipo de Simeone. En realidad no apabullaba al rival, pero cada vez que agarraba la pelota salía verticalmente y en velocidad a través de Menseguez y Gómez. Hasta Rivero aportaba en ofensiva.

Cerca de los 30 del segundo tiempo los rosarinos tuvieron un par de chances de empatar. Primero Migliore (de muy buen partido) se lo negó a Castillejos, y después la tuvo Zelaya pero… pasa que Zelaya. El muchacho trastabilló e intentó caretearla pidiendo penal. Unos minutos después, el mismo atacante canalla tuvo tiempo para dejarse anticipar por Botinelli en otra aproximación.

San Lorenzó ganó, sigue consolidando su juego y, más allá de seguir jugando la Copa Sudamericana dejó en claro que va a pelear. Llegó a la punta hasta que jueguen Vélez y Estudiantes. Central terminó de perder el envión que traía del buen arranque de campeonato y volvió a la normalidad, la de ser uno de los más limitados del torneo de Primera División.