Nuevo episodio de alcoholismo del querido Paul Gascoigne. Lejos de festejar un nuevo exceso, acá nos preocupamos por el ídolo.

Las fotos de su internación son tremendas, ni ganas de ponerlas acá. Sus graves problemas con la bebida lo han hecho hospitalizarse, lo encontraron totalmente borracho y muy deteriorado en su domilicio. La ambulancia y la policía fueron al departamento que alquila Gazza, que tiene apenas 47 años, y lo encontraron con una botella de vodka en la mano y con un pedo atroz.

Allí, en Sandbanks, condado de Dorset, Gascoigne fue hallado en estado lamentable y lo dejron en el hospital de Poole. La casa que alquila la tiene que dejar, vale tres millones de libras y el dueño le dijo que en diez días se las tome. Bueno, tomar justo no es el verbo acá. No se lo banca nadie al pobre, ni el dueño, ni el casero ni mucho menos los vecinos a quienes vuelve locos con ruidos de todo tipo. Gazza siempre ha tenido idas y vueltas, pero ya anda directamente de recaída en recaída. Los vecinos dicen que hace semanas que no para de beber. Y no son muchas la voces que se alzan para darle una mano, casi todos están cansados. Solo un viejo amigo suyo, Harry Redknapp, propuso darle una mano, que entrene a jugadores jóvenes del QPR. El bueno de Harry dijo lo mejor que puede pasar es que Gascoigne vuelva al mundo del fútbol, dijo, «yo lo paso a buscar, lo traigo al club, me lo llevo». Un capo. Pero Gazza siguió en plan autodestructivo.

Se trata de uno de nuestros jugadores emblema, acá en La Redó! Lo amamos, sin condiciones. Paul John Gascoigne nació en Gateshead, ahí muy cerquita de Newcastle, el 27 de mayo de 1967. Proveniente de una familia de clase trabajadora, Gazza era el segundo de cuatro hermanos y tenía locura por la pelota. Alguna vez un maestro lo encontró a Gazza sospechosamente sentado, lapicera y papel en mano. Ante la requisitoria de qué era lo que estaba haciendo contestó: “practico y adelanto autógrafos, para cuando sea famoso”. En su vecindario todo el mundo le decía Gazza y él hacia delirar al barrio con su fútbol de inestimable calidad. Dicho fútbol se hizo en la calle, como aquellos boxeadores que se forman allí, entre golpizas y destreza. Varios clubes se interesaron en este niño aún pero el Newcastle se la jugó y le hizo un contrato en 1980 cuando Paul solo tenía 13 años.

Uno sabe que Gascoigne no era un chico bueno. Tuvo infinidad de problemas con la ley, el alcohol y la autoestima (?). En este momento en que ficha con Newcastle su padre muere luego de estar bastante tiempo en lenta agonía, a causa de una hemorragia cerebral. También un gran amigo de la infancia muere ante él en un confuso episodio. A su vez, su familia por problemas económicos debió mudarse en repetidas veces. Y en un chico, un pre adolescente, obviamente estos cambios explotan en la cabeza. A Gazza le pintó por el choreo, tuvo varios ingresos a la comisaría por hurto y demasiados problemas tempranos con la ley. Además tenía un severísimo TOC, tenía que tocar nueve veces el timbre de una casa con lo cual muchas veces era recibido con un baldazo de agua (?). Pese a todo, era tan crack que el Newcastle decidió renovar su compromiso con el jugador y en 1983 extendió el vínculo con él.

Todo lo patético que sabemos que es el Newcastle a nivel profesional en cuanto a pechez, quedó en segundo plano cuando Gascoigne fue juvenil de las Urracas. Ganó FA Youth Cup, marcó golazos, hizo de ese equipo de pibes uno de los motivos de orgullo de la ciudad. Y Jackie Charlton que era el entrenador de la primera división obviamente tomó nota de lo sucedido. Debutó entonces en primera división a los 18 años frente al Queens Park Rangers, pocos días más tarde firmaría su primer contrato profesional y también unos días después anotaría su primer tanto oficial ante el Oxford, en St. James Park.

A la par de su notable rendimiento futbolístico, iban los quilombos por supuesto. Problemas de conducta varios y mientras convertía tantos extraordinarios tenía contiendas de pub también memorables. Así era él, no podía evitar el bardo y se metía en uno tras otro. En el Newcastle de todas maneras no lo soportaban más y lo suspendían cada dos por tres y estuvieron a punto de expulsarlo siempre. Pero lo bancaron hasta 1988 cuando la panza de Gazza estaba a punto caramelo (?). Ese era otro de los temas, tenía una alimentación en base a papafritas y cerveza que le incrementaban el abdomen y lo llevaba a algunas lesiones y malestares varios, además de una impresentabilidad divina (?). El Newcastle entonces se cansó y a pesar de que el Manchester United lo quería sí o sí, fue el Tottenham el que logró hacerse de sus servicios poniéndose con 2 millones de libras, cifra que en su momento fue la más importante en la historia del fútbol inglés.

Sir Alex Ferguson al día de hoy dice que uno de los grandes fracasos de su carrera fue el no haber podido entrenar a Paul Gascoigne. Uno tal vez no deja de pensar en que la historia con Gazza en el United hubiera sido decididamente otra. El técnico del Tocuenham era Terry Venables, aquel que perdiera una final de copa de campeones dirigiendo al Barcelona frente al Steaua. Y Gazza continuó haciendo de todo, y cuando hablamos de todo es todo. Su gambeta indescifrable, toda una rareza en este contexto, su notable pegada, sus goles y también sus patadas. Gascoigne ha pegado como pocos en el fútbol inglés, pero de manera artística, emocionaba tanto como un golazo (?). Este momento sin dudas fue el de su apogeo, porque su talento se esparcía por los campos de Inglaterra y a Sir Bobby Robson no le quedó otra que convocarlo al seleccionado. Debutó contra Dinamarca y luego fue una pieza fundamental para el combinado inglés que llegó hasta semifinales del campeonato del mundo de Italia 90 con él como uno de sus estandartes.

Gascoigne ya era reconocido en todo el mundo. Por su técnica, porque estaba blindado por la birra (?), no había manera de quitarle la pelota, por su excentricidad y su carácter de mierda. Era ya uno de los jugadores preferidos del pueblo inglés, sobre todo en los sectores postergados, y en White Hart Lane hizo lo que quiso. Es el día de hoy que nadie puede olvidar aquella Copa FA de 1991 donde realmente llegó al pináculo de su carrera con goles y talento puro. De esta manera llevó al Tottenham a la final, en las semis ante Arsenal clavó un golazo increíble, pero Gazza no sería Gazza si no hubiera pasado algo maravillosamente desastroso (?). En la final contra el Nottingham Forest fue a buscar a Gary Charles para romperlo en cuatro, porque pintó, pero la giomoreneó (?) y se destrozó los ligamentos él solito. Para colmo, justo Stuart Pearce ejecutó un tiro libre que dio en su pierna rota. En concreto, Tottenham campeón y Gazza en el hospital.

La Lazio lo andaba buscando y a pesar de esta lesión se puso casi con 6 millones de libras y en 1992 llegó al calcio. Un mundo nuevo por explorar, quilombos nuevos (?). Gascoigne nunca llegó a tener un nivel superlativo en Italia, a pesar de muchos partidos en los que mostró toda su clase. Pero a nivel general fue más bien tirando a poco lo que pudo ofrecer. Además seguía con todo su derrotero extra deportivo plagado de problemas de todo tipo y una adicción con el alcohol que comenzaba a ser un poco más seria. Muchas lesiones además, motivaron que luego de tres temporadas complicadas el Glasgow Rangers pagara algo más de 4 millones de libras para continuar su carrera en Escocia. Y, claro, Escocia. Para Gascoigne ir a Escocia es como si el Chino Garcé firmara con el Saint Pauli. Muchos problemas de bebida nuevamente pero allí, a diferencia de lo que le sucedió en otros clubes, su rebeldía o su carácter medio loco era festejado y bien recibido. A tal punto que rápidamente se convirtió en ídolo del Rangers lo que motivó que los hinchas del Celtic lo amenazaran de muerte más de una vez. Claro, esto se debe a que en una oportunidad metió un gol y lo festejó como si tocara una flauta estilo protestante de la Orden de Orange.

Gascoigne tal vez haya sido el jugador más técnico que alguna vez haya dado Inglaterra, y lo ponemos por encima de cualquiera. No hubo ninguno con esa capacidad, parecía realmente sudamericano. No obstante, a pesar de que su buzarda seguía creciendo y que su carrera ya estaba en un declive irremontable, él seguía mostrando su magia a pantallazos. Jugaría una soberbia Eurocopa en 1996, anotandole un golazo espectacular a Escocia en primera fase, pero ya los problemas de sobrepeso y de alcohol se hicieron casi imposibles de superar. Quedó afuera del Mundial de Francia en 1998 por una borrachera espectacular en la concentración y pasaría al Middlesbrough, donde casi pasaría inadvertido, salvo llevar al equipo a una final de FA, pero acompañado de todo tipo de incidentes varios fuera del fútbol. Ah, también muchos recuerdan que en el Boro un día agarró el micro en la concentración y se la puso contra un muro.

Ingresaría a una clínica para desintoxicarse y dado de alta allí tendría pasos cortos por el Everton y el Burnley FC, ya en la segunda división. Pero no rendiría para nada y se pondría a comentar el Mundial 2002, al mismo tiempo en que era buscado por la MLS. La empresa televisiva que lo contrató no sabía qué hacer con Gazza. Se gastaba 200 dólares diarios en vino y además iba al pub e invitaba varias rondas para todos. En 2003 lo vinieron a buscar de China y firmaría contrato como jugador y técnico del Gansu Tianma, que le ofrecía 8 mil libras a la semana durante unos 9 meses. Pero ni en pedo concluyó el contrato. Bah en pedo sí, todos los días de su vida estaba (?). Allí retornó a Estados Unidos para internarse en una clínica de rehabilitación reconociendo por primera vez sus problemas con la bebida. En Estados Unidos, en 2004, fichó también como entrenador jugador en el Boston United, paso del que nadie quiere hablar (?).

Seguía en decadencia Gazza. Detenciones varias, agresiones a fotógrafos, más problemas con el chupi y ahora también con drogas. El 21 de febrero de 2008 fue detenido finalmente, ya que la ley de salud mental de Inglaterra lo obligó a someterse a tratamiento bajo reclusión (?). Salió porque se estaba recuperando pero a los meses lo internaron en Portugal por sobredosis. Volvió a Inglaterra para internarse pero chocó y casi muere. Gazza vivía en Bournemouth asistido por una acompañante terapeutica a la que le pegaba (?). Con ella siguió tratando sus trastornos toxicológicos sin mucha fortuna.

Acá está Paul Gascoigne. Es el mismo que lloró sin consuelo por perderse una posible final de Inglaterra en el Mundial 90 en las semifinales ante Alemania. Ese llanto hoy es una de las imágenes que eternizan la pasión y que en su momento conmovió a toda Inglaterra. Es el mismo que trompeó a Liam Gallagher, alguna vez quien agarró un matafuego y se lo vació en la cabeza. Después Gazza le tiró el vino (?). El mismo cariñoso que veremos a continuación y que se bancó en otras cosas, esta caricia de Vinnie Jones:

Es el mismo que le cambió unas diapositivas a Terry Venables cuando iba a dar una charla técnica y puso una porno para deleite de todos, incluido el propio Terry (?). Es el mismo con peligro de muerte inminente, la cual lamentaremos pero entenderemos al instante. Es el mismo que un día totalmente ebrio llamó por teléfono a Bill Clinton y a George Bush para jugar un partido de ajedrez (?). Nuestro Best contemporáneo y en plena lucha, que deja frases como: Sólo sé que no voy a beber en los 10 minutos siguientes. En el momento que esté convencido de que no voy a beber, acabaré bebiendo.

Es el mismo que alguna vez salió de gira con Iron Maiden como respuesta médica a una internación (?). En esa gira Gazza se perdió y los propios Maiden decidieron no buscarlo demasiado, Adrian Smith se refería a su acompañante de esta manera: “es una tragedia” (?). Amalo, odialo, nosotros lo amamos, este es Paul Gascoigne, sin más, uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia. Sobrio o borracho.