Unión Aconquija perdió el invicto ante San Jorge y desbarrancó por completo al comerse siete ante San Martín (Tucumán). Sigue puntero, aunque dilapidó parte de su ventaja. Además, una hermosa tángana en el Alto Valle y Talleres en crisis a pesar de una victoria que lo prende arriba en su zona.

Se acabó el cuento de hadas. Llegaron las doce de la noche, la carroza se hizo calabaza y para peor el zapatito a la Cenicienta Aconquija se ve que se lo pusieron al revés, porque sus jugadores no dieron pie con bola en los dos compromisos que tuvieron que afrontar en la semana. El viernes pasado, la derrota ante el último de la zona, San Jorge (Tucumán) había marcado el final de la sorprendente racha de los catamarqueños que llevaba ocho partidos sin perder, con siete victorias consecutivas, una ante cada uno de los rivales de su zona. La caída ante un rival tan flojo representaba un sinsabor pero no preocupaba demasiado porque Unión Aconquija había sido superior y seguía manteniendo una ventaja importante sobre el segundo (seis puntos a Central Córdoba, aprovechando el desliz del otro santiagueño, Mitre).

Nadie hubiera esperado el brutal tropezón de anteayer en la Ciudadela tucumana. Un compromiso que antes de iniciarse el certamen se hubiera catalogado como ampliamente favorable a San Martín había mutado su fisonomía radicalmente de acuerdo al desarrollo del certamen. Sin embargo, en una nueva vuelta de tuerca del destino, aquella noche prevalecieron los pergaminos históricos y no los inmediatos. Unos días antes, la conducción del desprestigiado Juan José López ya le había permitido al Ciruja volver al triunfo luego de siete partidos, al llevarse la victoria por la mínima de Palpalá ante Altos Hornos Zapla. Pero ni siquiera ese antecedente cercano podía hacer prever lo que sucedió: el Santo aplastó por completo al líder absoluto de la zona desde el minuto cero. En la apertura del marcador contó con la colaboración conjunta del terreno de juego y el arquero catamarqueño: un remate de larga distancia de Albano Becica, aparentemente inofensivo, picó de forma irregular en un accidente del suelo y se levantó inopinadamente, desairando así a un guardavalla que sólo atinó a manotear el aire. Un guiño del destino quizá, cuando iban apenas dieciseís minutos, que preanunciaba que la noche le sonreía a las aspiraciones de San Martín. Y antes de que Aconquija se pudiera acomodar a la situación, los locales jugaron corto un córner, lanzaron el centro y De Muner primereó a todos para poner el 2-0.

Los catamarqueños amagaron a reaccionar y se adelantaron en el campo, pero justamente por eso fueron dejando huecos cada vez más ostensibles en su línea defensiva. Así, antes de que culmine la primera etapa, Lenci quedó totalmente solo para definir a piacere y liquidar el pleito con toda una etapa por jugarse. Si la victoria del Ciruja estaba prácticamente definida, se esperaría del puntero algún atisbo de amor propio, de orgullo. Se puede aducir que siguieron atacando, pero de manera tan suicida y desordenada que esa actitud fue la vía regia para que la goleada se fuera abultando por decantación. Velasco resolvió preciosamente con el pecho para el cuarto, Lenci consiguió el quinto de emboquillada ante un arquero despatarrado, Velasco al rato estiró y alcanzó su doppietta, hasta que la actuación magistral se cerró con la conquista postrera de Facundo Silva ya en tiempo recuperado, desde un ángulo cerradísimo aunque con una pequeña ventaja: no estaba el arquero (?).
La contundencia del 7-0 exime de mayores comentarios, pero vamos a hacerlos igual porque padecemos de incontinencia escritural (?). Algún día se escribirá un tratado sobre el rol central que la confianza juega en el fútbol. A Unión Aconquija sin duda le pesó la pérdida del invicto de la semana pasada, le hizo perder su paso seguro de campeón. El gol tempranero de San Martín no hizo sino profundizar esas dudas. Por el contrario, los tucumanos se fueron envalentonando con el pasar de los minutos y de los goles, hasta redondear una noche perfecta. Valga como curiosidad que Unión Aconquija llevaba tres goles en contra en todo el torneo hasta ayer, mientras que San Martín había convertido apenas cinco. En solo 90 minutos, para bien o para mal, ambos excedieron la cosecha de los anteriores 810.

¿Peligra el ascenso directo de Unión Aconquija? Lamentablemente sí. Si bien, Mitre que era su seguidor inmediato comenzó a flaquear, el otro cuadro santiagueño Central Córdoba, recuperó terreno con dos victorias en fila, la última justamente en el clásico provincial. En cinco días, la distancia de que llevaban el conjunto “Estanciero” (8 al segundo y 9 al Ferro santiagueño) se redujo a tres puntos, cuando todavía faltan cuatro fechas. Habrá que ver si los catamarqueños pueden revertir esta complicada situación, en la que toda la humildad institucional y falta de experiencia que hasta hace poco parecían jugarle a favor hoy comienzan a minar su confianza. Es cierto que las dos caídas fueron en condición de visitante y que ahora Unión Aconquija volverá a su localía (prestada) en Andalgalá, donde ganó sus cinco compromisos hasta hoy.

¿Se prendió San Martín en la lucha de arriba? La verdad que no, a pesar de descontarle al líder seis puntos en dos fechas, la punta sigue apareciendo inalcanzable, a 9 unidades nada menos. Salvo que se mantenga la tendencia reciente de que Aconquija pierda todo y el Santo gane todo (?). Pero lo cierto es que J.J. asumió sabiendo que el objetivo del ascenso directo ya era prácticamente imposible y que había que apuntar a llegar al Reducido. Empresa que no aparecía nada fácil, ya que agarró a su equipo en la anteúltima colocación. Pues bien, respecto de esa aspiración más modesta, la nueva gestión ya hizo progresos inesperados. Entre sus victorias y las flaquezas de sus rivales directos (los salteños), el Ciruja pasó a Gimnasia y Tiro y alcanzó a Antoniana en el cuarto lugar, el último que otorga el pasaje a las series de eliminación directa (también pasa el mejor quinto, aunque todo indica que será de otra zona). El próximo domingo habrá choque entre Santos, que promete ser definitorio en la la pelea por la clasificación a la postemporada (?).

Cuando los grandes de la región parecían condenados al premio consuelo del reducido, Central Córdoba encadenó un par de buenos resultados y supo aprovechar el bajón abrupto de Aconquija. El sábado pasado se había llevado un triunfazo del Fray Honorato Pistoia ante Juventud Antoniana. Pablo Bastianini, de temporada muy inspirada, gestó el gol del triunfo en el primer minuto del complemento con una delicada asistencia a Diego Núñez, quién no desaprovechó la oportunidad y consiguió la única diana de la tarde. Pascutti, entrenador de los salteños, llenó la cancha de delanteros para revertir la situación pero no pudo concretar las situaciones que generó.

Con esa victoria fuera de casa, el Ferro santiagueño ya había alcanzado el segundo lugar en la zona. Su siguiente compromiso, disputado anteanoche resultaba decisivo. El clásico ante Mitre excedía la mera relevancia de medir a los dos cuadros más importantes de la provincia y se presentaba como clave para definir quién se prendía en la lucha por el ascenso directo. Máxime cuando el partido se inició con la novedad fresquita de la debacle que Aconquija sufría en Tucumán. En la primera etapa, Central Córdoba mostró su mejor cara: se llevó a su rival por delante desde el primer minuto, generó situaciones con frecuencia y supo concretar las suficientes como para llevarse una buena ventaja al descanso. A Bastianini esta vez le tocó el último toque, gambeta al arquero incluida, para abrir el marcador, mientras que Herrera, de emboquillada, consiguió el 2-0 parcial.

En el segundo tiempo, el Ferro sacó un poco el pie del acelerador, pero aún así dispuso de chances para estirar la diferencia, que no supo aprovechar. En cambio, el Aurinegro, a pesar de su ofensiva errática, se encontró con el descuento con un cuarto de hora por delante, gracias a un cabezazo de Saucedo. Como nunca antes en el partido, Mitre se hizo dominador pleno de los acciones y dispuso de dos ocasiones clarísimas para empatar. Pero en ese momento, Central Córdoba supo echar mano de un recurso propio de los ganadores (?): en pleno asedio de la visita se cortó la luz. Casi media hora estuvo interrumpido el juego antes de que regresara el suministro. Mitre no pudo recuperar los bríos que tenía antes del apagón, pero por las dudas les echaron un jugador. Suspicacias aparte, Central Córdoba queda ahora a tres puntos de un rival que parece en caída libre. Dentro de dos semanas recibirá a Aconquija en Santiago en un cotejo que promete ser decisivo.

Los dos equipos salteños, en cambio, no sólo no aprovecharon el bajón del “Estanciero”, sino que comienzan a ser amenazados por la recuperación de San Martín. Antoniana, como mencionamos recién, cayó como local ante Central Córdoba para luego dilapidar un partido casi liquidado ante Altos Hornos Zapla. El Santo ganaba 2-1 con dos tantos de Balvorín, pero el conjuntó de Palpalá igualó el marcador en el sexto minuto de adición. Mientras que Juventud Antoniana hoy iguala en el último puesto de clasificación con el Ciruja (de mantenerse al final del certamen se define por partido entre sí), mucho peor esta Gimnasia y Tiro. El Albo sumó dos empates en esta semana de doble jornada y quedó compartiendo el último lugar de la zona con San Jorge y Altos Hornos Zapla, a cuatro unidades del último lugar de pasaje al reducido.

BREAKING NEWS:

Bien al estilo de Consejo Federal, entre medianoche y gallos, y cuando ya no tengo tiempo para re-redactar lo anterior, pero sí para agregar un párrafo porque me debo a mi público y a la verdad (?), el Tribunal de Disciplina le dio por ganado a San Martín de Tucumán su partido ante Central Córdoba (Santiago del Estero) por mala inclusión del futbolista Franco Ledesma. El partido, que había finalizado empatado en la cancha, quedará consignado como un 1-0 en favor del Ciruja. Con este nuevo estado de situación, Unión Aconquija recupera algo de aire ya que la distancia con los santiagueños pasa a ser de cuatro puntos. Al mismo tiempo, los de J.J. mejoraron ostensiblemente su situación. Es poco probable que les dé la nafta para arrimarse a los catamarqueños (quedaron a siete) pero sí para consolidarse en su expectativa de llegar al Reducido. Alcanzó a Mitre en el tercer lugar, se despegó de Antoniana y dejó a Gimnasia y Tiro al borde de la eliminación.

En las otras zonas no tuvieron lugar bifurcaciones tan abruptas como las de la región noroeste, pero hubo varios resultados que confirmaron el carácter impredecible y parejo del certamen. Sin ir más lejos en la fecha que se jugó el fin de semana, cuatro de los cinco punteros (contando a Unión Aconquija) fueron derrotados. Y el restante, Unión de Mar del Plata, no fue que consiguió sumar puntos: suspendió su partido ante Talleres por un recital de Arjona (!), como habíamos comentado en el post de la semana pasada. Más aún, de esos cinco líderes parciales sólo uno se reencontró con la victoria el miércoles, Juventud Unida (Gualeguaychú). El resto extendió su racha negativa, aunque muchos ya habían perdido la punta.

En la zona más austral del Federal A, Deportivo Roca fue el puntero caído en desgracia, cuyas aspiraciones de ascenso directo se vieron pulverizadas más que la de ningún otro. Sus perseguidores inmediatos, Brown de Madryn y la C.A.I. de Comodoro sumaron las seis unidades posibles y se perfilan para dirimir entre sí el pasaje a la B Nacional. El primer eslabón de este derrumbe del Naranja de Roca tuvo lugar en el cruce con uno de sus rivales directos, en Comodoro Rivadavia. Las condiciones meteorológicas complicadas de la ciudad chubutense ya son un clásico del ascenso del interior y el partido del sábado pasado no fue la excepción. Para los conjuntos foráneos ni siquiera el viento a favor resulta una ventaja si no se sabe aprovecharlo. Roca contó con el respaldo de Éolo en la primera etapa, pero esa circunstancia pareció favorecer más sus imprecisiones que su predominio. Tan es así que la Comisión de Actividades Infantiles generó más peligro y lo plasmó en el marcador por intermedio de Jorge Gaitán. Ya en el complemento, el local sí supo aprovechar su experiencia en el terreno propio para capitalizar el empuje de la ventolera y prácticamente no hubo equivalencias. Gaitán en una nueva oportunidad y Mauro Villegas estiraron la distancia hasta el 3-0 final, clara expresión de la diferencia entre uno y otro equipo.

Tras esta abultada derrota, Deportivo Roca cayó al tercer lugar (también lo había superado Brown de Madryn) y debía intentar restablecerse en el clásico del Alto Valle ante el alicaído Cipolletti, que llegaba anteúltimo en la zona. El derby rionegrino tuvo un desenlace violento que ya será motivo de un merecido post específico, lo cierto es que mientras hubo fútbol el Naranja fue el dominador de las acciones pero no logró concretar en el arco rival. Cipolletti no exhibió nada muy distinto de lo que venía mostrando en esta mediocre temporada, pero sí tuvo el oportunismo del que careció en otras jornadas. A poco de iniciarse el segundo tiempo, en una acción aislada, los visitantes armaron una buena combinación colectiva y Oscar Negri, mano a mano con el arquero rival, puso en ventaja a Cipo. Roca intentó una reacción casi de inmediato, pero antes de que el partido entrara en un tramo final que se presumía emotivo, sobrevendría el desmadre.

No venía siendo un partido especialmente violento, más allá de la esperable pierna fuerte en un cotejo clásico. Así parecía la falta de Lamolla, defensa de Cipolletti, sobre un jugador del Naranja, un pie que se quedó demasiado elevado tras un despeje enfático, algo dentro de los canales habituales del ascenso profundo. Sin embargo, no contento con la sanción del árbitro, Fernando Fernández, futbolista de Roca, se apersonó a increpar a Lamolla, quién aprovechó la ocasión para exagerar las consecuencias del manotazo de su rival y caer al suelo. Ambos fueron expulsados y el principio de gresca parecía disolverse con cierta civilidad. Sin embargo, cuando ambos debían seguir el camino de las duchas, Lamolla se pegó un pique que jamás se le vio con la pelota en juego (?) de unos ochenta metros para discutir unos temitas (?) con Fernández y allí entonces sí se desató la batalla campal. Las imágenes son elocuentes: hubo patadas voladoras, golpes por la espalda, trompis (?), jugadores que llegan a separar y se transforman en los más sacados tras el primer empujón que sienten, guapos cuatro contra uno caído en el suelo, cobranzas a lo chino (?), ingreso de hinchas para desempatar la cuestión (?), una pinturita todo.

La terna arbitral, de forma completamente antiprofesional se fue del campo de juego cuando todavía quedaban jugadores en él, incluso algunos yaciendo en el piso (!). Es cierto que ya debían tener suficiente data como para escribir un suculento informe. Llegó a trascender que los jugadores sancionados a traves del reporte de los jueces serían tantos que ambos equipos quedarían en inferioridad numérica. De esta manera, no solamente el cotejo no se reanudaría (faltaban 23 minutos más el eventual tiempo agregado), sino que ambos equipos perderían los puntos, incluso Cipolletti que iba ganando. #LaSuerteDeCipolletti.

Mientras los rionegrinos se pegaban, los chubutenses se dedicaban a ganar. La CAI prolongó su buen momento tras el éxito del sábado pasado con una victoria fuera de casa, siempre valorable en esta región, más allá de que el oponente fuera el irregular Alianza de Cutral-Có. Mauro Villegas fue el autor del único gol de la tarde, que además tuvo un sentido especial porque fue el número 100 que consiguió con la casaca del conjunto comodorense. Brown de Madryn, por su parte, también le había ganado a Alianza en tierras neuquinas en la fecha del fin de semana y mantuvo su posición privilegiada el miércoles ante Independiente, también de Neuquén. El 3-1 final fue el reflejo de la evidente superioridad de La Banda, si bien su actuación distó de ser brillante y hasta padecieron algún sofocón tras el descuento parcial (el 1-2) de su rival en la segunda etapa. Con el cuadro roquense cinco puntos debajo en la tabla, Brown y la CAI parecen destinados a dirimir entre sí el ascenso directo que otorga esta zona. Como si esto fuera poco, este domingo se enfrentarán entre sí en Comodoro Rivadavia, en un cotejo para alquilar balcones, o mejor un departamente con un buen ventanal para guarecerse de la ventisca (?). Si bien todavía faltarán tres fechas tras este choque, buena parte del destino de esta zona podría decidirse en este cotejo crucial, sobre todo si alguno consigue ganar.

Estudiantes de San Luis fue otro de los que empezaba el fin de semana pasado como líder de su zona y tuvo una seguidilla de resultados insatisfactorios, al reunir apenas un punto de seis. Sin embargo, a diferencia de lo que le sucedió a Unión Aconquija y a Deportivo Roca, los otros resultados de la zona le permitieron mantener la misma distancia de tres puntos que llevaba hace dos fechas. Es cierto que la situación objetiva cambió un poco porque ahora tiene tres escoltas en lugar de uno. Curiosamente, el equipo que entonces llegaba segundo, sus coprovincianos de Juventud Unida Universitario quedó aún más lejos, porque perdió sus dos partidos (suma tres caídas seguidas en total). En cambio, se acercaron Gimnasia (Mendoza), Deportivo Maipú y Unión (Villa Krause), todos ellos a tres unidades de la cima. El desenlace de la zona promete ser verdaderamente apasionante, ya que ni siquiera el ignoto invitado San Lorenzo (Alem, Catamarca) está lejos de la pelea, sino que se sitúa a cuatro unidades, la misma cantidad que reúne Juventud Unida (San Luis). Sólo los equipos riojanos parecen jugar un torneo aparte, si bien Américo Tesorieri sumó la primera victoria para la provincia, pero claro, ante el otro equipo de esa jurisdicción, Andino. Aún con esos tres puntos, Tesorieri está a once puntos de los antepenúltimos.

Los otros seis equipos de la zona central-cuyana, como dijimos, se mantienen en carrera, no sólo por las accesibles plazas en el Reducido sino por el más ansiado ascenso directo. Estudiantes, que no perdía desde la primera fecha, tropezó en San Juan ante Unión de Villa Krause. Ni siquiera con la facilidad de tener un hombre de más por sesenta y cinco minutos (expulsado Alexis Brizuela en el local) pudo el puntero prevalecer. Unión fue bastante superior y lo concreto en el marcador por intermedio de Federico Acevedo. Los sanjuaninos quedaban así a apenas dos puntos de sus vencidos. Sin embargo, en la fecha disputada anteayer, el Verde puntano restableció la distancia de tres unidades mediante un humilde empate ante San Lorenzo de Alem. Una victoria le hubiera permitido a Estudiantes despegarse, pero lo cierto es que no estuvo tan lejos de caer nuevamente. Los catamarqueños disfrutaron de la primera ventaja. Recién faltando doce minutos pudo el local alcanzar la igualdad gracias al poder goleador del confiable paraguayo Roberto Moreira Aldana.

El empate le sirvió al Verde porque Unión de Villa Krause no sólo no ganó sino que directamente perdió en un cotejo vibrante ante un Maipú (Mendoza) en plena recuperación. El Botellero venía de golear a Tesorieri y prolongó su eficacia ofensiva ante un rival más exigente como los sanjuaninos, a los que alcanzó en la posición de escolta. El resultado fue siempre cambiante, con Unión apostando más por el dominio de la pelota y Maipú buscando la contra subrepticia. Los nervios del local, que jugaban con el resultado puesto de Estudiantes y por ende la ilusión de llegar a la punta, terminaron jugándoles en contra. Los de Villa Krause tuvieron temple e ideas para restablecerse de las primeras dos desventajas, pero cuando el inoxidable Alejandro Delorte puso nuevamente arriba al Cruzado, el partido quedó prácticamente sentenciado. Mucho más cuando Germán Gordillo consiguió el 4-2 definitivo.

Fue una buena semana para los mendocinos, porque también Gimnasia y Esgrima, que hasta ahora no venía dejando una buena imagen, sumo seis de seis y alcanzó la segunda posición compartida. El sábado se había aprovechado de la generosidad suicida (?) de Andino de la Rioja al que goleó por 3-0. Ya este miércoles, el Lobo mendocino recibió a un Juventud Unida Universitario que fue protagonista de la primera rueda pero llegaba de capa caída. El momento inmediato resultó más determinante que el largo plazo, porque Gimnasia volvió a llevarse los tres puntos. El partido fue tan deslucido como parejo, la única pero inestimable diferencia la supuso el tanto de Ramiro Pereyra, tras una exquisita definición. Los puntanos ya habían perdido el clásico hace quince días y muy sorpresivamente ante San Lorenzo (Alem) en su propia provincia. Tres derrotas consecutivas, sin convertir goles, que los desplazaron de la punta al quinto lugar, situación que hoy los tendría fuera del Reducido. Esa posición que para ellos resulta una condena es en cambio una bendición para el aludido San Lorenzo catamarqueño que afrontó su difícil excursión doble por San Luis con una cosecha inestimable de cuatro puntos: victoria ante Juventud Unida Universitario y empate contra Estudiantes. No parece que los de Alem puedan aspirar a pelear arriba hasta el final, pero falta poco, la cosecha de puntos no es magra y cosas raras están pasando en este certamen.

Talleres se retiró silbado por su público y se quedó sin técnico por segunda vez en esta microtemporada. Lo increíble es que ganó y está a tiro del ascenso directo si gana su cotejo postergado ante Unión de Mar del Plata. Es evidente que la presión ineludible por ascender hace que ni siquiera un resultado favorable o una posición promisoria calmen los ánimos de un público que observó como sus valores vencían con sufrimiento a un rival como Alvarado que estuvo al borde de no presentarse por el desquicio institucional que atraviesa su club. Es cierto que los malestares de la parcialidad del propio Talleres también tienen determinantes de la vida política del club, que se encuentra próxima a salir de la pesadilla continua encadenada tras los años del gerenciamiento, la quiebra y el fideicomiso. Claro está que el gerenciamiento podría reingresar por la ventana, teniendo en cuenta el desembarco del empresario Andrés Fassi, dueño del Pachuca mexicano, que hace varios años que amaga con traer dinero de origen inconfesable (como todo el dinero, bah) en la T. Las posibilidades de que este grupo económico se haga cargo del club se profundizaron porque la agrupación de Fassi cerró un acuerdo con el oficialismo, es decir con el movimiento conducido por el actual titular del Fondo de Inversión, Rodrigo Escribano. Esta nueva alianza se consolida entonces como principal candidata a ganar las próximas elecciones, si bien desde el corazón de las tribunas se hizo sentir una bizarra resistencia: varios integrantes de la barra ironizaron sobre la llegada de capitales del país azteca ataviándose de manera alusiva. Algunos eligieron un traje de mariachis, mientras que otros recurrieron a los entrañables personajes de Chespirito. En las gradas se vislumbró a un Chapulín Colorado, un Quico y un Ñoño. Dificil eligir entre la burguesía y el lumpenaje, mientras el proletariado tallarín no asuma su misión histórica (?). Entretanto, los mismos hinchas caracterizados que habían sorprendido con sus disfraces, demostraron su peculiar apuesta por la fusión de la vanguardia artística y la vanguardia política, superando incluso los logros de Trotsky y André Bretón (?): al día siguiente de su happening durante el partido contra Alvarado, La Fiel (así llaman a la barra) concurrió al entrenamiento para compartir con sus jugadores algunas observaciones tácticas que podrían ser de utilidad (?). El personal de seguridad del club y el manager Alejandro Acietto impidieron que los hinchas caracterizados (?) consiguieran acercarse hasta el plantel y desatar males mayores, pero aún así los barras dejaron su sello golpeando a uno de los empleados de seguridad. Poco después llegó la policía que se llevó a uno de los agresores a un tour por sus instalaciones (?).

Antes del partido con Alvarado, había renunciado Sergio Coleoni, el entrenador que había reemplazado de manera interina a “Vitrola” Ghiso, pero que de a poco parecía que se iba quedando de forma definitiva. Si bien sus resultados deportivos distaron de ser rutilantes, lo cierto es que la T se mantuvo invicto durante su mandato, bastante breve en términos absolutos, pero crucial dada las características peculiares de esta temporada de transición (dirigió siete partidos, es decir la mitad de la serie regular). Es por eso que muchos relacionaron esta partida intempestiva de Coleoni con la noticia del arreglo político de la gestión actual con el hombre fuerte de los Tuzos de Pachuca. Desde ambos lados, se negó la relación entre las dos novedades, pero cuesta creerlo. Como siempre sucede misteriosamente (?) en estos casos, de inmediato apareció un reemplazante, Ángel Hoyos, que ayer dirigió esa primera práctica que estuvo al borde de finalizar en apretada y quilombo. Hoyos ya humeó un poquito contando que “dirigió a Messi” cuando estaba en el Barcelona “B” y que conoce las competiciones continentales europeas por su pasado por clubes chipriotas y griegos. En los últimos años, Hoyos recaló nuevamente en Latinoamérica pasando sin demasiado éxito por Bolivar y Once Caldas. Verdaderamente, sus condiciones como técnico son una incógnita. Y deberá enfrentar inmediatamente etapas decisivas, sin demasiado tiempo de preparación.

En lo deportivo, como dijimos, Talleres sumó tres puntos mediante una deslucida victoria por la mínima ante Alvarado, con un gol de penal. Quedó a un punto del líder, Libertad de Sunchales, pero con un partido menos. Ese partido, como comentamos, es el que se suspendió por el recital de Arjona, ante Unión de Mar del Plata, que comparte cantidad de puntos y partidos jugados con la T. De ganar ese cotejo postergado (se juega dentro de dos miércoles), Talleres alcanzaría la punta en soledad, mientras que si lo empata los tres equipos mencionados compartirían el liderazgo. De todas maneras, son conjeturas endebles porque antes deben disputarse la undécima y duodécima fechas.

Aprovechando la suspensión del cotejo entre sus rivales directos, los de Sunchales se habían encaramado en la punta con una victoria de visitante ante Independiente de Chivilcoy. El conjunto santafesino se repuso de una desventaja inicial y -tras igualar- consiguió el tanto del triunfo de manera agónica a tres minutos del final. Sin embargo, Libertad desperdició la posibilidad de despegarse arriba en la jornada siguiente. Recibía en su estadio a Defensores de Belgrano (Villa Ramallo) pero no pudo hacer valer la localía. La visita se paró muy bien atrás y los de Pancaldo carecieron de astucia para quebrar esa elemental propuesta defensiva. Ni siquiera contando con un hombre de más en la media hora final pudo el conjunto aurinegro generar demasiadas situaciones y mucho menos concretarlas en la red. El 0-0 terminó imponiéndose como la calificación fatal de un cotejo aburrido.

Aún con estos titubeos, el cuadro sunchalense parece el principal candidato a aprovechar una eventual flaqueza de Talleres en la recta final. Mucho menos promisorio parece el presente de Unión (Mar del Plata), que tras arrancar a todo vapor con tres victorias consecutivas, sólo se impuso en uno de los siguientes seis cotejos. Aún así le alcanza para mantenerse en posición expectante. Pero el miércoles dejó pasar un partido bastante accesible, ante el poco experimentado Independiente chivilcoyano. El Celeste jugó bastante mal pero dominó todo el partido ante un oponente que no podía hacer mucho más que resistir. Cuando Wilson Albarracín rompió por fin el cero faltando doce minutos, parecía inevitable que Unión se reencontrara con la victoria y con la punta. Pero el Rojo de Chivilcoy, en la que fue prácticamente su única ocasión de peligro en toda la noche, aprovechó una pelota parada faltando un minuto y le robó a los marplatenses dos puntos que pueden ser cruciales a la hora del ascenso.

Un escalón por debajo los tres principales aspirantes de esta zona 5 aparece Tiro Federal, que ostenta un peculiar invicto, que no le alcanza para encaramarse bien arriba por su tendencia recurrente a los empates: los del Barrio Ludueña llevan dos victorias y ocho igualdades, que por ahora los sitúan dos puntos por debajo de Unión y Talleres (con un partido más) y tres detrás de los de Sunchales (con igual cantidad de juegos disputados). En esta semana que pasó, Tiro superó a Alvarado pero luego no pudo continuar su racha ante Ferro (General Pico) a pesar de empezar ganando. Al final fue 1-1.

En el fondo de esta zona se encuentra penando Alvarado, cuyo estado institucional es tan caótica que cada fecha su participación se pone en duda. El calendario, que les dispuso dos partidos en condición de visitante en apenas cinco días no hizo sino profundizar esa incertidumbre. Hace unas semanas varios futbolistas habían debido viajar de apuro a la ciudad de Buenos Aires para destrabar su habilitación en la AFA pocas horas antes de jugar un partido oficial. Poco después debieron contratar varios remises para llegar a disputar otro encuentro. Esta semana, el viaje a Rosario no fue menos complicado. Los jugadores estaban citados en una esquina el viernes a las 9 de la mañana. La cuestión es que las horas pasaban y el micro no aparecía (!). El plantel hizo huevo un rato, almorzaron en un restaurante aledaño, siguieron esperando hasta que el colectivo llegó finalmente poco después de las 16, es decir siete horas después de lo estipulado. Se estima que el transporte original no había hecho su presencia por los recurrentes incumplimientos del club para abonar dicho servicio.

La tragicomedia se repitió en la vispera del cotejo ante Talleres. En este caso, sí apareció un transporte pero se trataba de un semicama, en el que los futbolistas deberían afrontar nada menos que catorce horas de viaje, incluidas las correspondientes a las de sueño, tan vitales en la previa de un compromiso profesional. Es por eso que el plantel se negó a subir al móvil. En este caso no se quedaron esperando en la esquina como la otra vez, simplemente porque el cuerpo técnico los autorizó a regresar a sus hogares. Recién a la noche apareció el ansiado coche cama, que debió recorrer la ciudad para ir levantando futbolistas que se encontraban apostados en diferentes puntos geográficas. Semejantes dislates organizativos tienen su correlato en la cancha: el Torito marcha cómodamente último, sus jugadores no cobran hace meses y tienen que agarrar changas para parar la olla mientras la mayoría de la dirigencia está virtualmente desaparecida.

Por último, la zona del litoral de nuestro país, ofrece una paridad e irregularidad notable. Juventud Unida (Gualeguaychú) arrancaba esta semana de doble competencia como líder en solitario y la finalizó en la misma condición, pero en el medio fue alcanzado por el pujante (?) Sportivo Patria. Los entrerrianos contaban con la promisoria programación de dos compromisos domésticos en serie, pero no pudieron aprovecharla para escaparse, apenas para mantenerse. Es que en el primero de esos juegos, sufrieron una inesperada y contundente caída ante Textil Mandiyú. Los correntinos tras un inicio titubeante venían en franca levantada y lo confimaron con una actuación memorable en la que alcanzaron un meritorio 3-0, que ya estaba establecido en los minutos iniciales del complemento. Ni con un hombre de más por un largo trecho final (primero once contra diez y luego diez contra nueve) pudo el Decano achicar la diferencia.

Mucho menos problemático fue el partido de anteayer ante Sol de América. Es cierto que los formoseños, de pobre campaña hasta aquí tuvieron un arranque aceptable en el partido y hasta inquietaron al arquero local Lucas De León, tras la apertura del marcador del Decano por intermedio de Fornillo prácticamente ya no hubo competencia. La propia visita terminó condenándose del todo cuando Mariano Medrano batió su propia valla antes del descanso. El 2-0 no se modificaría a lo largo de la segunda etapa, más allá de una tibia reacción de Sol de América y algunos embates aislados del puntero.

Sportivo Patria, el otro equipo formoseño, lejos de las penas de coterráneos, probó las mieles de la punta durante esta semana, aunque su recurrente tendencia a empatar los regresó prontamente a la condición de escolta. Patria marcha invicto (en toda la divisional solo comparte ese galardón con Tiro Federal, otro empatador serial) pero gana poco. Esta semana no fue diferente respecto de esa tendencia. Primero se llevó un empate del Chaco ante For Ever, que si bien podía parecer un buen resultado a priori y le permitía alcanzar a un Juventud Unida que había perdido, resultó una verdadera frustración por como se dio el cotejo. Es que los formoseños ganaban por dos de diferencia tras apenas 25 minutos y se floreaban ante un rival en plena crisis. Sin embargo, los chaqueños, sin jugar bien, apenas con pura vergüenza deportiva, consiguieron remontar la desventaja y llegar al empate en el tercer minuto de descuento. Ya a mediados de esta semana, Sportivo Patria abdicó su flamante condición de líder al no poder quebrar en su estadio a Atlético Paraná. El partido resultó decepcionante teniendo en cuenta que se medían dos equipos con aspiraciones, que nunca se notaron en el trámite. Acaso alentados por su condición de local, los formoseños empujaron un poquito más, pero en rigor de verdad el 0-0 calificó con justicia la medianía de un cotejo olvidable. A pesar de esta seguidilla de empates, Sportivo Patria sigue expectante, segundo a dos puntos de los de Gualeguaychú.

Los podría haber pasado Textil Mandiyú, de haber sostenido su racha exitosa. El mencionado éxito resonante en el domicilio del puntero completaba una seguidila de tres victorias, con 8 goles a favor y ninguno en contra. Como un aliciente adicional, los correntinos tenían la posibilidad de atestiguar su buena forma en tierra propia. Sin embargo, un Gimnasia (Concepción del Uruguay) que viene teniendo una campaña titubeante, cerca estuvo de llevarse los tres puntos. Elvio Martínez puso arriba al Lobo a poco de iniciarse el cotejo y los entrerrianos gestionaron esa ventaja con éxito durante casi todo el partido. Hasta que en el segundo minuto adicionado del complemento, Sotelo cayó en el área y el árbitro sancionó penal (para nosotros acertadamente). Belforte no falló desde los doce pasos y selló postreramente el empate que mantiene a los suyos en posición expectante mientras que parece alejar definitivamente a los uruguayenses de la expectativa de ganar la zona.

Antes bien, es otro conjunto entrerriano, Atlético Paraná, el último que hoy estaría clasificando al Reducido, como así también el último que parece mantener ciertas aspiraciones viables de llegar al ascenso directo. Los paranaenses están a cuatro puntos de sus coprovincianos de Juventud Unida y no pudieron acercarse en esta doble jornada, ya que apenas reunieron dos empates. En su casa igualaron en un gol ante el Lobo de su provincia, a pesar de haber jugado mejor y luego vino el comentado empate ante Sportivo Patria.

Mientras tanto, Chaco For Ever, luego de la agónica remontada ante los formoseños, volvió a empantanarse en su crítico presente, tras caer en el clásico de su ciudad ante un Sarmiento que hasta ahora no daba pie con bola. De hecho, el club de Capitanich solo le había ganado a For Ever en lo que iba del torneo pero sorprendentemente repitió el éxito en el clásico de la ciudad capital. Sin ser una maravilla, el “Decano” fue superior al “Negro” y ganó merecidamente. El único tanto de la noche fue cortesía de una lucida acción individual de Notario, cuyo nombre de pila, paradójicamente, es Ever. Increíblemente, las dos victorias de Sarmiento en la temporada fueron obtenidas en los sendos clásicos. Los derrotados quedaron nuevamente lejos de la cima y con serias posibilidades de quedar afuera del Reducido por los dos ascensos restantes. Las repercusiones de la derrota (más las que se arrastraban por el irregular andar del equipo) no se hicieron esperar. Juan Amador Sánchez, entrenador desde el inicio del torneo, presentó su renuncia y ¡nueva sorpresa!, la dirigencia de For Ever ya tenía reemplazante, un tal Osvaldo “Tatu” Gómez, de quién no nos impresionan sus pergaminos, pero sí su apodo (?).