En los últimos 10 años la selección argentina ha tenido tantos técnicos como estilos de juego. La necesidad de obtener algún título, los manejos de los medios más poderosos, conventillo, cábalas, fama, contratos por transmisiones de amistosos y otros factores, han dejado como consecuencia una falta de identidad que terminó por desencantar al público.
Como si organizar el Mundial de Fútbol del año 2014 no fuera suficiente, dos años después Brasil (o mejor dicho su segunda ciudad más grande, Río de Janeiro) albergará los Juegos Olímpicos. La gran noticia para el pueblo brasilero fue dada el pasado viernes desde Copenhague, Dinamarca, cuando superó en la votación final por 66 a 32 a Madrid.