Duelo y melancolía

Se llegó a la mitad más una (?) del Apertura. La fecha en la que se jugó otra edición horripilante (!) del superclásico, trajo además un nuevo puntero desde Santa Fe.

“Ahora bien, ¿en qué consiste el trabajo que el duelo opera? Creo que no es exagerado en absoluto imaginarlo del siguiente modo: El examen de realidad ha mostrado que el objeto amado ya no existe más, y de él emana ahora la exhortación de quitar toda libido de sus enlaces con ese objeto”

Sigmund Freud

Nuevamente, River se enfrenta a Boca. Reeditan un duelo que, mal que mal, sigue siendo aquel sobre el que se posan todas las miradas. Aquel duelo que, casi sin quererlo, se convierte en un desfiladero de alternativas. Se convierte en una mezcla de futurología impostada, con analistas que examinan hasta la hora de llegada de los micros.

La generación de expectativa, el aumentar la ansiedad, el presentar a los protagonistas como guerreros romanos de un duelo que no es para tanto. Y resulta significativo que ya no sea para tanto. Como una necesidad que el aficionado tiene a la que aferrarse, hasta las circunstancias de uno y otro terminan calcados. De hecho, la postulación como protagonista absoluto de la fecha obedece más a una puesta de escena que desnuda flaquezas de un lado y otro, más que al peso específico del partido en sí. ¿Cómo llenar páginas y páginas con semejante berretada? Mejor es hora de darle bola a la tele, que llena horas y horas. Pues bien, una puesta en escena ciclópea, con la promesa de seguir el partido desde todas los elementos posibles: tierra, agua y aire (!). Faltaba nomás que metan a Milla Jovovich y ya estaban todos los elementos. ¿Fuego? Milla es un incendio en sí misma (?). Tierra: la que se tiran encima los protagonistas innecesariamente. Desde la innecesaria expulsión de Cáceres, que atenuó en la inmensidad pelotudez a la igualmente párvula rajada de Villagra. Desde la simulación de Ortega, haciéndole la gran Van Der Sar a “ese muchacho”, hasta la exposición innecesaria de Ibarra, estacado a la banda derecha. Fue un partido realmente increíble, pero no increíble como Brasil – Italia en el ’82, sino más bien increíble como el programa de Anabella Ascar en Crónica (?).

Por empezar, el hecho de encontrar a un River absolutamente dominante en el primer tiempo (dejándole a Boca el saldo de apenas tres tiros al arco, uno solo de ellos de real peligro), cuando hasta hace 10 días era puesto en el cadalso por todos los especialistas, y dejaban la sensación de que si se cambiaban la camiseta con los muchachos de Muñiz, nadie notaría la diferencia. Con un Boca vacío de respuestas, pero con 3 triunfos al hilo en el lomo y dando una imagen de autosuperación, pero que su estrella de 4 millones de dólares al año no podía con el 5 de la Selección de Showbol hace 5 meses. El marcador de punta del futuro, por el que se iban a pagar más de 15 millones de dólares hace un añito nomás, sufría horrores con un suplente de un equipo de mitad de tabla del Nacional B. El problema, el gran problema de los dos equipos, es que le asigna roles centrales a jugadores que ya deberían estar para otra cosa, para entrar faltando 15 minutos y hacer reposar toda la presión en su sapiencia. Porque River le ganó el terreno a Boca apoyándose en el sacrificio deAlmeyda y en la experiencia de Ortega y Gallardo para abrir caminos que de otra forma parecían insondables. Hay que destacar que Domingo, una vez acomodado al puesto de volante por derecha, hizo un muy buen partido apretando sobre la salida de Boca (al igual que Buonanotte) y que Abelairas no estuvo tan mal, pasa que tuvo 2 goles en sus pies, y bueno, es Abelairas (?). Qué decir del penal que le dan a River. Que fue mano de Buonanotte, que si Monzón es prudencia, la revista Cabildo es anarquismo (?). Y fue Ortega a patear el penal, como todos los penales que pateó en su vida. Con la misma displiscencia que se sienta al volante o con la misma que la mamá de Tévez toma mate (?). Y Abbondanzieri adivinó el palo, porque no se trataba de un partido de la Selección (?). El tema con el Pato es que repite, nuevamente, la imagen de terminar adentro del arco con un tiro libre de Gallardo. Justo como hace 6 meses: corre en línea recta y le regala la ejecución a uno de los mejores pateadores del fútbol vernáculo. Lo dicho antes: Abelairas lo tuvo, y optó por buscar las manos del arquero de Boca en lugar de buscar a Ferrari, sólo por el medio del área. Hasta ahí un primer tiempo que no dejó más tela para cortar.

Segundo tiempo, casi lo mismo, pero con las dos expulsiones: la de Villagra por una falta innecesaria y la deCáceres por entrar en una Barroschelotteada (?) de Ortega. Pero Palermo tuvo el tacto de sacarse la máscara y así privar a todos de una alusión al pedo sobre su condición de encapotado (?). Entonces así Palermo, en su version Bruno Díaz (?), convirtió el empate con un zurdazo al que Vega no llegó. Calcado a lo de hace 5 meses. Cabe aclarar que no es menor la responsabilidad de la divisa rojiblanca en este acto: se venía con todo Boca a buscar el empate, probaron al arquero que respondió muy bien, se tiraron unos metros atrás y el DT sacó a uno de los mejores jugadores de ataque (el que convirtió el gol) para poner a un inexpresivo defensor, a la sazón que tardó unos buenos segundos en darse cuenta que Palermo iba a patear al arco.

Sí, Astrada quedó como el Coronel del cagonismo (?). Pudo ganarlo River, pero Abelairas con tiempo y espacio, le acertó al palo. Pudo ganarlo Boca, pero le faltó tiza a Riquelme dos veces: una para bajar el tiro antes, otra para hacerle inalcanzable un remate que no sorprendió al arquero por essssto (?). En la última, se le fue larga a Chávez. Final de la crónica de un empate anunciado: a ninguno de los dos le dio la nafta.

Ufff, qué parrafada para tanto bodrio. Lo más lindo de todo es que los mejores condimentos estuvieron en los demás partidos. Haciendo de esta fecha una de las más entretenidas para ver como espectador neutral, tan sólo por el simple hecho de sufrir con el equipo de uno:

Estudiantes abrió la fecha con un vendaval de espectador. Atlético Tucumán lo visitaba y se esperanzaba con el desarrollo del partido. Pero, en esta fecha el topic #arbitrajes (?) trajo mucha tela para cortar. ¿Acaso el penal que le cometieron a Boselli no fue? No señor, pero sí es cierto que es raro que lo cobren en este dechado de incapacidad que es el referato argentino. Y si encima lo cobra Furchi, qué se puede pensar. La cuestión es que el propio delantero sacudió la red apenas pasada la media hora de juego y, nuevamente, se impone la adversidad para el visitante: ¿Cómo van a hacer que un equipo dirigido por el Chulo tenga que ir a remontar un resultado?. Hay que respetar la diversidad, pero tampoco para ser tan jodido. Se sabe que cualquier impronta Rivoira trae como efecto colaterar el estar baldado para atacar sin que se trate de un contragolpe furioso. Así que si esto va a ser una joda tamaño familiar, para la próxima pongamos a Stephen Hawkings como jurado de Bailando por un sueño (?). Nada, unos tiros de afuera que pasaron cerca -deSarría– y otros que resolvió bien Albil -de Saavedra-. La gran particularidad del partido estuvo en la salvada de taco de Lucas Ischuk, que tras dársela a Deivis Barone para que salga jugando volvió corriendo sobre sus pasos y el recurso que encontró para mantener su arco impoluto fue el taquito. Ahora, darle la pelota al uruguayo para salir jugando es un acto sólo semejante a contratar a Julio Grassi de niñera o prestarle el auto a Ortega(?). Con la victoria sellada, al Pincha le alcanzaba para estar en la cima del campeonato hasta que se jugaran los demás partidos. Para Atlético, en cambio, se convertía en un Titanic al chocar contra un iceberg pero sin Kate Winslet en pelotas (?)

¿Qué se podía esperar de Independiente? Un Rojo envalentonado, se había puesto como partido crucial la visita a Rosario Central. Pero tras varios éxitos cosechados en las últimas fechas, el Tolo se olvidó del idioma que mejor habla: aquel que sólo contiene las palabras “Buaa” “Snif” y “Sob” (?). Mientras que en la vereda de enfrente, tras el poker de triunfos hilvanados en las primeras cuatro fechas, los 5 partidos sin triunfos y con apenas un gol en su haber parecían un baño en el espeso pantano de la realidad. Pero, siempre hay unMareque dispuesto a dar una mano cuando haga falta. No había pasado mucho en el partido hasta que Luquitas cometió uno de los penales más boludos de la historia y Broun convirtió el primer gol en la historia de un arquero canalla. Como si eso fuera poco, le había puesto la mano a un fusilamiento a quemarropa dePiatti unos minutos antes, lo que habla a las claras de que está teniendo un muy buen campeonato. El marcador se cerró con la presencia de Zelaya, uno de los que vive del gol: primero a Newell´s, después a Belgrano, ahora con este. El dromedario del gol (con uno le alcanza para acumular en su joroba y tirar 4 partidos más de titular)pateó un tirito que Gabbarini no supo cómo resolver. Todo para que no se diga que después desaprovechó un contragolpe con 60 metros de cancha a favor suyo. Hubo tiempo para una roja express para Gandín (falta + protesta), para una jugada descomunal de Méndez que pasó a 2 centímetros y para el picado homenaje a Astudillo (?). El Rojo quiso atacar poniendo tres delanteros, pero Silvera anduvo con el arco torcido. El ex-goleador devenido en as del fratacho (?) no tuvo ni una sola. Eso sí, después del escupitajo a Burdisso, se comenta que al hermano de Nico lo demoraron porque el control de alcoholemia le marcó “zarpado en positivo” (?).

Banfield ya parece ser cosa seria, haciendo pasar en fila a los oponentes y apostando a una media americana que lo salve de todo y, por qué no, le sacíe la sed de copas. La víctima fue Godoy Cruz ,que exaspera hasta al más cobista de los observadores (?). Porque el Tomba pasó a militar en las filas del cletismo: el equipo de Cocca fue el paroxismo de la tibieza. Fue el amigo que nunca encabeza un reclamo, pero se suma desde el anonimato. Fue la minita que siempre se lleva un saquito “por las dudas”. No fue ni coca común, ni light: fue Zero (?). La imagen flemática de un conjunto que se paseaba por la cancha mientras los demás le hacían la fiesta con guirnalda, papel picado y carnaval carioca incluído (?). Falcioni, rácano pero sagaz, entendió de qué la iba y en media hora le clavó 3 goles, dos de Silva y uno de James Rodríguez y fue suficiente para parar de contar. Tanto unos como otros se resignaron a cerrar el partido. Mientras el DT del Taladro ponía a los que trajo con la promesa de pelear un puesto y terminaron en una suplencia más larga que la de Saccone (?), el técnico visitante cuidaba a los que tenían 4 amarillas. Sí, con un 0-3 abajo. Es que el mensaje que llegaba desde la cancha era inequívoco: parecía que los jugadores no tenían ganas de hacer su trabajo. Con esta victoria, le alcanzó a Banfield para ponerse en la línea de Estudiantes y autosuperarse en cuanto a vértigo. Para el Tomba, significó una clara señal de alerta, en caso de persistir con la apatía.

Desde esta sección se insistió hasta el hartazgo, ante la carencia que ya se había transformado en indigencia, en plantear el interrogante de por qué Mariano Echeverría no era tenido en cuenta para la línea defensiva de Chacarita. Qué se puede decir después del golazo que convirtió, más allá de que cierto pelotudo lo haya sacado de su equipo de El Gran DT -lo cual, a la luz del rendimiento de los demás jugadores le significó la privación de estar nadando en 10 lucas- (?). Se puede decir que Huracán volvió a la miseria en la que había vegetado los primeros partidos del torneo, que el amago de recuperación quedó tan sólo en insinuaciones y que jugó un partido que justificó ampliamente aquella declaración de Ubeda: “Este equipo lo armé yo” (?). No es que el funebrero de repente se haya convertido en Holanda del ´74, pero refrescó algunas cosas que de tan recurrentes parecían adrede. Se sabe: el bueno es Alustiza, pero esta vez en lugar de buscarlo siempre a él, arrancó unos metros más atrás para ser el que genere el peligro sin la necesidad de levantar la cabeza y resignarse a probar al arco ante el indómito paisaje que le ofrecían sus compañeros. Esta vez, con el aporte de Morales y de Parra, pudo sacarse un poco de peso de la mochila de esperanza que le habían encajado a la fuerza. Y al Globo no le salió ni de suerte, porque Eduardo Domínguez estrelló su cabezazo desde el área chica en el travesaño. Segundo triunfo para Chaca en el torneo, una nueva derrota más -y van- para los muchachos de Cappa. El tiki – tiki brilló por su ausencia, el encargado de ponerle belleza a la tarde fue el Mariscal funebrero (?).

“Uy, Racing”. Ya se está convirtiendo en un constant concept de la desgracia. El ejercicio para comprobar que no se trata de inquina es simple: hay que imaginar el recorrido de algo que hace que la parada más inmediata a Caruso sea Matthaeus. Ni el 124 tiene un recorrido tan intrincado (?). Pero, así y todo, La Academia pudo rescatar un punto en casa, y no es poco, porque recibió a Lanús, que si bien ya está pasando de granate a sepia, no deja de ser un rival temible. El temor que infunde el equipo de Zubeldía es el del gigante dormido. El miedo de estar frente a un espejo y que se te escape “Candyman” 3 veces sin darse cuenta. Pues bien, un poco de eso pasó, el primer tiempo del visitante fue bueno, y se coronó un funcionamiento con la aparición deSalvio en la red. El Toto, ni lerdo ni perezoso, puso el 1 a 0 y, nuevamente, los hinchas locales se queríanMatthär (?). Pero, la semilla que germinó tras 4 años de chiquitobossiaje (?) hizo la tarea más fácil para el rival: Agustín Marchesín parece querer hacer la más difícil siempre y se pone más y más lejos de la pelota para intentar una volada monumental. De más está decir que le salió como el culo (?), el cabezazo de Yacobse metió al segundo palo, muy lento. El letargo crecía, porque mientras la pelota viajaba por el aire, el arquerito corría clavado a la línea en forma paralela. Con un pasito adelante se solucionaba. Resta para afirmar que todo el mundo se muere de ganas para ver cómo juega el Racing de Lothar. Lanús, un paso atrás en esto de aguantar un resultado. Cuando te defendías con la pelota eras chévere, Granate (?).

Y la sorpresa de la jornada se vivió en el último turno del sábado. Vélez volvió a perder un partido como local después de unas 20 fechas, en la era Tocalli (?). El que rompió la racha del hasta no hace mucho imbatible, fue Newell´s Old Boys, que con este acto perpetró el perjurio de la nieve (?). Cristaldo había puesto el gol en el juego de la cámara amplia (?), y hasta ahí parecía que el Fortín se había acostumbrado a ganar y ganar y que los últimos resultados habían sido simplemente un accidente. Pero la imagen de solidez se empezó a desdibujar, la solidez se transformó en una endeblez latente y para el segundo tiempo, el equipo de Gareca se dejó estar. “¿Qué pasa con Newell´s?”, se había preguntado un irascible Peratta cuando un error arbitral había perjudicado a su equipo. Eso: ¿Qué mierda pasa que nadie advirtió que Somoza quedó enganchado en la jugada de pelota parada tan sólo porque Schiavi le hizo una de judo?. Boghossian aprovechó el rebote y, casi abajo del arco puso el empate. Si hay algo que le enseñó Tinelli a la gente es que el llanto trae éxito (?). Y el uruguayo aprovechó el bajo listón impuesto y se recibió de ídolo cuando una pifia de Otamendi, a quien cierto pelotudo incluyó en su equipo de El Gran DT en lugar de Echeverría, lo dejó solo frente a Montoya, a quién eludió y definió con el arco vacío, dejando a Papa como el pibe que corre el bondi en vano a las 7 de la mañana porque llega tarde y no tiene más faltas (?). Gareca empezó a amontonar delanteros, pero se percibió nítidamente que el golpe acusado por los de Liniers fue más anímico que futbolístico y se produjo una notable merma en el rendimiento. Fin del partido, privación de liderazgo para los locales y coronación como uno de los punteros para los visitantes, dejando a este Apertura como las montañas de Mendoza en verano: tiene la cumbre helada (?).

Hay que decirlo: Arsenal revuelve las tripas. Su camiseta, sus tribunas inhóspitas, su constante relación con el Ferretero del mal. Hasta la exageración de lo antiestético. Todo, absolutamente todo. Y no podía ser menos en el partido más ninguneado del año: Gimnasia se vio perjudicadísimo por el error arbitral de PatricioLosteau, quien dejó claro que no porta el apellido al pedo (?). La mano de Galván se vio hasta en el estadio en el que se disputó la Suruga, es cierto. Pero esa jugada resume toda la bilis que corre bajo el viaducto (?). No se trató de una pelota acomodada con la mano que después fue a parar a un pie que la clavó en un ángulo. Ni fue una mano estética, como la de Dios. Ni siquiera fue una mano hilarante por lo grosera, como aquel gol del Turco García a Independiente. Fue un espasmo involuntario que dio lugar al gol más feo de los últimos tiempos, cuestión que tampoco puede ser pasada por alto. Hay pocos goles que son declarados feos unánimemente. Este ni siquiera entra en la sección curiosidades. ¿Habrá sido casualidad que la ayuda a Arsenal se haya dado en el partido al que menos relevancia se le iba a dar en la fecha? ¿Habrá sido casualidad que, justamente, haya sido contra el competidor más inmediato en cuanto a puntos en la lucha por no descender?. Da la impresión de que no.

Argentinos es otro de los que se privó estar en la punta. Visitó a Tigre y, al encontrarse con un penal a los 5 minutos de juego, se tiró a chanta. Porque tras la reconversión de Ortigoza, se confirmó que el equipo copió uno de los peores vicios del DT: la pausa prolongada, acaecida en período de meseta incesante. No es novedad que se trataba de una de las revelaciones del torneo, y no es menor novedad que el nivel hasta aquí mostrado le daba el plafond como para meterse en la discusión sin pedirle permiso a nadie. Y se dejó estar únicamente reposando su confianza en que Tigre se había candidateado a sí mismo como uno de los peores equipos del torneo: un sólo triunfo, en la primera fecha, y algún que otro empate conseguido más en base a la fortuna que a los méritos propios. Pero, cocodrilo que duerme es cartera (?), y Morel la picó a la salida deTorrico y selló el empate Luis Vuitton (?), haciéndole caso a una de las máximas de sobrecito de café que tan pomposamente diseña Taos Pueblo: no darse por vencido ni aun vencido. A algunos les hace falta ver una película de Stallone cagando a tiros a 20000 chinos, a otros con ver a Pacino arengando. El Matador, en lugar de ensalzar el nuevo género cinematográfico argentino “el video motivador a jugadores” se hizo un festín con la indecisión rival. No fue poco, porque el Bicho sigue ahí arriba. Para Tigre, puede llegar a ser la más maravillosa música: el “Sí, se puede” (?).

¿Y donde está el puntero? Colón. No, boludo, de verdad (?). El equipo de Mohamed se comió al elefante menemista vestido de Versace que dirige a San Lorenzo y se puso en lo más alto de la tabla, gracias a los dos goles de Nieto. Sí, boludo, de nuevo: de verdad. Parece ser que el Sabalero está dispuesto a aprender de sus errores y no naufragar ante el primer contratiempo. De todas formas, entra en una etapa crítica: en estas cuatro fechas que se vienen se suelen encontrar las grandes chances despilfarradas por los de Santa Fé para hacerse fuertes en la pelea. Por tanto, hasta ahora fue práctica (?), la de verdad empieza en la fecha que viene- Lo que hay que destacar es que este equipo, que hoy se encuentra ingresando a la Libertadores, hace 1 año y monedas evitó la promoción en la última fecha. Kudos for el Turco. El gol de Goux en contra no llegó a opacar lo que alguna vez se insinuó en esta misma sección: el gran juego paralelo del Ciclón (es decir, ese que va más allá del trámite del partido y afilar la mirada contemplativa para buscar alguna pavada) era el ránking de termos de sus componentes: ¿Por qué? Porque si el fútbol fuera Japón, San Lorenzo es Hiroshima (?). La piña de Pintos a Civelli, ante una recriminación del lungo -que además le costó la expulsión al uruguayo- es, sin duda alguna, la termeada del año. Y eso que estamos hablando de un equipo que tiene a un arquero que supo vomitar en medio de un partido. No señor, tenemos al ganador. Un grande (?).


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