En la década del 2000, una de las dos rachas históricas vinculadas con los números y campeonatos de River se rompió, lamentablemente para el equipo de JMA, se rompió la racha positiva. En el 2006 River no llegó a la final de la Copa Libertadores de América, al quedar eliminados en Cuartos de Final ante Libertad de Paraguay (Empató de local 2-2 y perdió como visitante 3-1) no lograr llegar a una final de Copa Libertadores de América en un año terminado en 6, como si lo había logrado anteriormente.
En 1966, Perdió la Final ante Peñarol de Uruguay al perder el partido desempate por 4-2 luego de ir ganando 2-0, partido del cual proviene el mote de “Gallinas” para la institución de Nuñez. En 1976 nuevamente pierde la Final, nuevamente en un partido desempate, esta vez el verdugo fue Cruzeiro de Brasil, quien lo venció por 3-2 en el partido jugado en Santiago de Chile, mismo escenario del partido de 1966.
En 1986 River volvía a la final de la Copa Libertadores, esta vez el rival fue América de Calí, de Colombia. El conjunto millonario venció en los dos juegos, coronándose campeón continental por primera vez en su historia. En 1996, la historia se volvía a repetir, nuevamente ante el mismo rival, River volvía a obtener el titulo continental.
Es importante ¿Para qué negarlo? Ningún argentino quiere ser hijo de Brasil en el historial. Desde la era Menotti, cuando la selección argentina se ordenó un poquito, se le dio bolilla desde los clubes y se le dio continuidad a los contratos y trabajos de los técnicos, la cosa se complicó un poco con Brasil.
Hoy el historial dice que “ellos” están tres partidos arriba. Justo esos tres que más dolieron: 1-4 en la final de la Confederaciones Alemania 2005; 0-3 en un amistoso en Londres y 0-3 en la final de la Copa América 2007. Los dos últimos con Alfio Basile como DT. El anterior, con José Pekerman.
Pero antes del pseudo trágico historial, la cosa venía pareja. Y antes de que asumiera César Menotti, Argentina le llevaba amplia ventaja al vecino del norte, en una rivalidad que naciera como tal recién en la década de 1960, cuando la albiceleste ganó por 3 a 0 en Sao Paulo, en la Copa de la Naciones de 1964.
Soy un lector pasivo (¿puto pasivo?, hago el chiste antes de que algún otro lo haga por mí) de La Redó! desde hace bastante tiempo: jamás metí un comentario. Siempre me llamó la atención que entre los comentaristas se ninguneara de manera sistemática una serie de torneos, todos los cuales tienen una característica en común: fueron ganados por equipos de los que el ninguneador no es hincha.
Por ejemplo, cientos de veces se dijo aquí que “los torneos amateurs no cuentan”. Es importante comprender que el fútbol argentino no empezó en 1931 y que incluso la AFA reconoce a todas sus antecesoras, de 1893 en adelante. Algunos recordarán el partido que se jugó en 1993 contra Brasil por el centenario de la entidad madre (?) del fútbol argentino. ¿Por qué lo llamaron “centenario”? Exacto.
“Deporte” como sinónimo de “deporte profesional” nos lleva a concluir que CASI nunca fue campeón de rugby o que Alberto Demiddi jamás fue campeón mundial de remo. Si el big bang futbolero explotó (?) en 1931, Argentina no salió subcampeón mundial en 1930 ni fue medalla de plata en Amberes 1928.
Pero, guste o no, existió un equipo brillante llamado Alumni que marcó un camino a seguir a principios del siglo XX, y los hinchas de Racing pueden sentirse orgullosos (no, no es joda) por tener el récord de campeonatos consecutivos en la Argentina (heptacampeão entre 1913 y 1919), Gimnasia no es virgen (salió campeón en 1929) y, como hincha de Boca lo tengo que decir, gashinatekerématá, la distancia entre los campeonatos locales regulares que vos ganaste y los que obtuvo tu clásico rival no es tan grande como querés hacernos creer: vamos 33 a 28.
El argumento principal, que la organización de los torneos amateurs dejaba mucho que desear, queda desarmado cuando analizamos un poco cómo están estructurados los actuales.