La industria del lobby

Martín Palermo es un delantero enorme, con una virtud excepcional, no sólo para marcar goles de todo tipo y color, sino también para mantener una envidiable regularidad en su rendimiento. Las sequías goleadoras del atacante de Boca suelen ser cortas y a lo largo de su carrera a tenido muy pocos puntos bajos. Hablando en criollo: la mete siempre.

Los dos goles de Martín Palermo a la selección de Ghana el miércoles pasado parecen haberlo puesto en carrera por un puesto entre los once que saldrán a la cancha en los próximos partidos de eliminatorias. Esta oportunidad de ser titular, sin embargo, le llega un poco a destiempo. El nueve de Boca es un delantero que bien podría haber tenido muchísimos más partidos en el equipo nacional de los que finalmente tuvo; bastaba con no encargarle patear penales (?).

Martín Palermo es un delantero enorme, con una virtud excepcional, no sólo para marcar goles de todo tipo y color, sino también para mantener una envidiable regularidad en su rendimiento. Las sequías goleadoras del atacante de Boca suelen ser cortas y a lo largo de su carrera a tenido muy pocos puntos bajos. Hablando en criollo: la mete siempre.

Los dos goles de Martín Palermo a la selección de Ghana el miércoles pasado parecen haberlo puesto en carrera por un puesto entre los once que saldrán a la cancha en los próximos partidos de eliminatorias. Esta oportunidad de ser titular, sin embargo, le llega un poco a destiempo. El nueve de Boca es un delantero que bien podría haber tenido muchísimos más partidos en el equipo nacional de los que finalmente tuvo; bastaba con no encargarle patear penales (?).

Hecha esta aclaración, no hace falta ser demasiado perspicaz para observar que el diario deportivo Olé!parece haberse embanderado en una causa pro-Palermo que aleja a esta publicación de su supuesto rol periodístico y comunicador. En los últimos días ha publicado no menos de seis artículos en los que reclama de distintas maneras que el nueve de Boca sea titular en el decisivo partido entre Argentina y Perú por las eliminatorias al Mundial 2010 (sin contar el extravagante intento de convertir en récord su extraño gol de cabeza del domingo pasado).
Editoriales del jueves y sábado pasados

Expresar una opinión y fundamentarla no tiene nada de malo; es más, es válido y enriquecedor. Subestimar la capacidad de análisis del lector e intentar manipular a la opinión pública es otro cantar. Desde las columnas de opinión hasta las abiertas proclamas, pasando por atribuirse el rol de vocero de un supuesto reclamo popular, cualquier método es válido para Olé! si de armarle el equipo a Maradona se habla.
El reclamo explícito el domingo 4. La edición del martes 6 tiene dos artículos
sobre la supuesta titularidad de Palermo

No nos compete intentar esclarecer los por qué de la operación. Si la cuestión es determinar quién debe acompañar a Messi en ataque, el Loco es una opción tan válida como varios de los otros convocados por Maradona. ¿Por qué no, en todo caso, darle una mano al DT en la conformación del mediocampo o la defensa? De última, si la selección pierde no es tanto porque dilapide opciones de gol (responsabilidad de la delantera) que en realidad son inexistentes, sino porque no genera juego. Y en el último partido con Brasil los errores en defensa fueron un factor importante en la explicación de la derrota.
Una noticia que no es tal, apenas terminado el partido con Ghana

Tal vez sea una mera operación comercial, bastante grotesca por cierto. Pero determinar quiénes juegan es pura competencia del cuerpo técnico. Informar, comunicar y -por qué no- opinar equilibrada y razonablemente es propio del medio. En el fondo, a Palermo no le hace falta este salvavidas de plomo. Cualquier observador de fútbol es capaz de apreciar su valiosísimo poder goleador.


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