La selección argentina había sido segunda en el Mundial de 1930 y en los Juegos Olímpicos inmediatamente anteriores. Pero luego de esa época dejó de competir a nivel mundial y (con la excepción del equipo amateur que jugó un partido en 1934) faltó a todos los Mundiales hasta 1958, cuando recibió una paliza importante.
En los últimos 10 años la selección argentina ha tenido tantos técnicos como estilos de juego. La necesidad de obtener algún título, los manejos de los medios más poderosos, conventillo, cábalas, fama, contratos por transmisiones de amistosos y otros factores, han dejado como consecuencia una falta de identidad que terminó por desencantar al público.