El KFC Uerdingen, histórico club de la Bundesliga y campeón de la Copa Alemana de fútbol en 1985 (con Olivier Bierhoff en el plantel) atraviesa una situación económica más que delicada y sus dirigentes decidieron subastar por internet el cargo de director técnico por un fin de semana.
Un afortunado (?) [foto 1 y 2] sólo tuvo que desembolsar la módica suma de 4.110 euros para poder dirigir el primer equipo del KFC Uerdingen en un partido. “Es una interesante suma de dinero, pero lo más importante es que despertamos el interés de potenciales inversores”, comentó -¡sin inmutarse!- Aleksandr Ristic, entrenador “titular”.
El famoso Halcón auriverde (?) de Varela, -para los caidos del catre: estoy hablando de Defensa y Justicia- se está reforzando para no ser menos que sus históricos rivales del viaducto y llegar a Primera División (???).
Esta noble institución -con un estadio cuyos alredores son una oda al watusismo más extremo- que otrora supiera tener en el banco al barba Villa (todo tiene que ver con todo) contrató como refuerzos a Fernando Alloco, defensor central proveniente de San Martín de San Juan; Martín Troncoso, delantero de las inferiores de Colón; y la rutilante(?) incorporación de Patricio González, volante central, ex Lanús y Arsenal de Sarandí que también supo baldosear hacerse la Europa en Bélgica y la América en Ecuador.
A la vez están en tratativas con el defensor central de Platense Osvaldo Barsottini quien si rescinde su contrato con los de Saavedra tiene un lugar reservado en la zaga sureña.
En el cierre de la 17º fecha de la Barclay’s Premiership se cruzaron entre sí los cuatro primeros: Liverpool - Manchester United y Arsenal - Chelsea.
Cuatro equipos con cuyos planteles se pueden armar tranquilamente dos equipos que disputen la Copa Intergaláctica en representación de la Tierra (?).
Basta de poesía (?) y vamos a los partidos:
Argentina arrancó con un 4-3-1-2 bien definido frente al clásico 3-5-2 de Bielsa. La única “novedad” táctica en Chile fue la casi nula presencia de los carrileros en la faz defensiva. El equipo de Basile jugaba a embocarle un pelotazo largo a un Tévez que vivía en offside o a un Messi muy movedizo, Chile intentaba llegar con prolijidad, jugando por abajo y explotando la izquierda de la defensa argentina.
En ese “plan pelotazo largo a ningún lado” daba la impresión de extrañarse a Verón(?). Lo único destacable en Argentina era la firmeza de Mascherano y la muñeca de un árbitro moderada y conmebolisticamente localista. Lo tuvo Chile en un tiro de media distancia y minutos después una excursión de Heinze(!!!!) al campo rival terminó en un foul innecesario, el árbitro estuvo celoso con la distancia de una barrera pésimamente armada y Riquelme le pegó al segundo palo de un arquero duro como el maquillaje de la Legrand. 1-0 sin transpirar.
Chile siguió con su libreto ordenado en sus intenciones de ataque pero con fallas serias en la contención, con los volantes siempre corriendo de atrás al jugador argentino que llevaba la pelota. Sobre el final del primer tiempo una nueva falta innecesaria -ésta vez sobre JRR-, un nuevo tiro libre, un arquero que vuelve a armar una barrera calamitosa, la barrera que se desarma, la pelota que pasa entre la cabeza de dos chilenos y entra cerca del ángulo tras una muy bonita comba. 2-0 sin transpirar.
Que el equipo A le gane un partido al B no significa que ese equipo sea superior o -en casos en que uno y otro equipo representen escuelas distintas- que un pensamiento futbolístico se imponga sobre el otro más allá de esos 90 minutos, ni siquiera significa que haya vencido usando las armas que pregona… el Independiente de Menotti le ha ganado al Boca de Bilardo con un gol de pelota parada… y nadie -especialmente el Flaco- se escandalizó por el asunto ni tampoco salió a pregonar su victoria.
Cuando Bielsa dejó la selección después de ganar la esquiva medalla olímpica, Grondona aplicó su vieja táctica de “apelar a la contracara” y llamó a Pekerman, desde el principio muchos alzamos la voz indicando que ése era -no solo ideológicamente- un paso errado sino que también era en dirección a un camino que nos llevaba hacia atrás y -para peor de males- con el ejecutor menos indicado y capacitado de todos.