Publicada originalmente el 29 de Junio de 2009
Es ampliamente sabido que en los últimos años la selección alemana se ha nutrido de futbolistas que han sido inmigrantes o hijos de inmigrantes.
Miroslav Klose y
Lukas Podolski son dos de los ejemplos más famosos de esta situación.
Sin embargo, en el Campeonato Europeo Sub 21 de Suecia que se está definiendo en estos días se presenta una escenario verdaderamente inédito. La selección alemana de dicha categoría que juega la final del torneo contra Inglaterra por estas horas presenta un plantel de 23 futbolistas de los cuales 11 han nacido fuera del país o son hijos de inmigrantes. Y todavía más llamativo es que 9 de esos 11 futbolistas son
titulares. Los futbolistas alemanes de doble ciudadanía en la selección juvenil son:
- Andreas Beck. Nació en Rusia y a los tres años se fue a vivir a Alemania con su familia.
- Sebastian Boenisch. Es un lateral izquierdo nacido en Polonia que actualmente juega en Werder Bremen.
- Jerome Boateng. Nació en Berlín, hijo de padres ghaneses. Su hermano, Kevin Prince juega en Tottenham.
- Dennis Aogo. Nació en Alemania, hijo de nigerianos. Actualmente juega en Hamburgo.
- Sami Khedira. También nació en Alemania. Su padre es tunecino y actualmente juega como volante central en Stuttgart.
- Mesut Özil. Nació en Gelsenkirchen, hijo de padres turcos. Una de las figuras del equipo, es un talentoso volante ofensivo que juega en Werder Bremen y ya ha debutado en la selección mayor alemana.
- Änis Ben-Hatira. Es hijo de tunecinos y juega como volante en Hamburgo. No es titular en la Sub 21.
- Gonzalo Castro. Nació en Alemania y es hijo de españoles. Juega como volante en Leverkusen y ya ha debutado en la selección mayor.
- Ashkan Dejagah. Nació en Teheran, Irán para luego emigrar a Alemania. Juega como puntero derecho en Wolfsburg.
- Marko Marin. Es la estrella de este equipo. Es un rápido y hábil delantero que nació en la antigua Yugoslavia en 1989, juega para Monchengladbach y ya tiene un par de partidos jugados para la selección mayor.
- Chinedu Ede. Es un delantero que juega para Hertha Berlin. Nació en Alemania y es hijo de padres nigerianos. No es titular en la Sub 21.
Una primera reflexión nos lleva a rechazar cualquier noción de “compra” de futbolistas para la selección o idea similar. Todos los jugadores son 100% alemanes, y ninguno de ellos recibió un ofrecimiento de nacionalizarse para jugar en el equipo nacional. Es decir, en ningún caso se está ante una situación similar a la de, por ejemplo,
Mauro Camoranesi, un argentino criado y formado en Argentina que llegó a Italia siendo futbolista profesional y que una vez consolidado allí recibió la convocatoria a la selección italiana.
El combinado juvenil alemán parece ser el reflejo de una sociedad en la que la inmigración es un factor de importancia. Es el flujo de ciudadanos de países del tercer mundo hacia aquellos desarrollados el que, a la larga, está impactando también en el fútbol. Si bien Alemania no tiene una historia colonial como la de Inglaterra o Francia, ya no sorprende a nadie ver en cualquier ámbito social a alemanes de origen turco, por lejos la primera minoría étnica en ese país. De todas formas, al ver a este representativo uno no puede evitar interrogarse sobre si será posible ver el día de mañana una selección mayor alemana conformada mayoritariamente por jugadores de doble ciudadanía. Sobre todo pensando en aquellos hinchas conservadores que defendiendo una falsa tradición seguramente acusarán a su selección de no representarlos.
El post no pretende ni criticar ni defender una situación, sino simplemente describirla: los movimientos migratorios, de una forma impensada hasta hace una o dos décadas, están impactando fuertemente en la conformación de una de las selecciones más fuertes de la historia del fútbol. Y lo más llamativo es que hoy en día encontramos entre sus filas a futbolistas que si bien son alemanes, vienen de -o son hijos de ciudadanos de- naciones de pobre tradición futbolística en comparación a la del país que ellos representan.