“¿Me firma un autógrafo, Ramón? Es para mi pibe”.
Hoy comienza la octava semana de la segunda fase de la Copa Libertadores 2008, con la disputa de tres encuentros:
“Si meto un gol se lo dedico a la memoria de Oscar Sánchez”
Si algo le andaba faltando a la vida política de América del Sur era tener un presidente que de el ejemplo en materia de salud y se anime a la práctica de deportes.
No me digan, acaso, que no extrañan verlo a Carlo* tirando drives en el Lawn Tennis Club o triples en el Estadio Etchart o paredes, número cinco en la espalda, en cualquier estadio de fulbo que se prestara para la ocasión (?).
Muy bien, finalmente alguien agarró la posta, y ese alguien no es otro que el mismísimo Evo Morales, presidente del país hermano Bolivia, que jugará en Litoral, un equipo de la Segunda División del fútbol del país que preside y que pertenece a la Policía Nacional de Bolivia.
Ayer se terminó lo que fue la séptima semana de la segunda fase de la Copa Libertadores 2008, con la disputa de tres encuentros: Danubio (Uruguay) contra Deportivo Cuenca (Ecuador), Boca versus Colo Colo (Chile) y Cúcuta (Colombia) frente a Chivas (México).
Pero, como de costumbre, empecemos el resumen por lo sucedido el martes, cuando empezó este delirio (?):
Hoy comienza la séptima semana de la segunda fase de la Copa Libertadores 2008, con la disputa de tres encuentros:
Un 12 de marzo de 1911, debutó en el Club Nacional de Football de Uruguay Abdón Porte, mediocampista defensivo en su entonces proveniente de Colón Fútbol Club y del ya extinto Libertad.
Con el paso del tiempo, Porte se ganó el apodo de El Indio en El Tricolor, gracias a su manera sin igual de dejar todo en la cancha, pareciéndose más a un luchador que a un jugador, cosa que lo terminó convirtiendo en el refente máximo del conjunto y capitán indiscutido del mismo, con el que levantó copas tanto del torneo local como de competencias internacionales.
Pero Porte, además, era un luchador de los de antes (?), ya que tenía códigos y no entendía poner huevo por pegar patadas sino por dejar la vida por su equipo con altura y dignidad, cosa que más adelante veremos, tristemente, que llevó a cabo con todas las letras.