El Nacional B de Transición terminó obsequiándonos los ascensos de Aldosivi, Huracán y Chicago. A continuación hacemos un breve repaso de lo que dejó un atípico torneo de Segunda División.

Exclusivo TN: Los cacos que secuestraron el micro que iba a La Salada (?)

Los ascendidos

Colón – Unión: Como era de esperar los santafesinos ascendieron. Pero hay forma de hacerlo. Unión arrancó con muchas dudas y terminó con un sprint final a toda máquina que lo convirtió en el equipo más victorioso y goleador de la divisional, ganando sus partidos con autoridad y amplitud futbolística.

El cierre de torneo de Colón fue una vergüenza. Al Sabalero le venía costando, alternaba buenas con regulares, pero siempre en puestos de ascenso. Un par de resultados que no se dieron y arreciaron las críticas sobre Osella, a quien –en un discurso anacrónico- tildaron de defensivo. El DT se hinchó los huevos y se bajó. Algún crack de la dirigencia de Colón pensó que el sucesor adecuado sería Mostaza Merlo. Otros cracks aprobaron la idea y Reinaldo Carmelalos Merlo se hizo cargo del equipo. Automáticamente llegó la superpoblación de mediocampistas centrales, el racanismo y la cero idea. En las últimas dos fechas Colón enfrentaba a Douglas en Pergamino y cerraba como local ante Boca Unidos. Dos encuentros accesibles, un triunfo le daba el ascenso, dos empates lo hacían depender de muchos resultados. Ante un Douglas que nada proponía Mostaza apostó a aguantar el 0-0… y terminó perdiendo. De local contra Boca Unidos debía ganar para ascender, si empataba debía esperar resultados, si perdía se quedaba. Los resultados en las otras canchas lo obligaban a ganar para ascender, el empate lo dejaba afuera… y jugaba a no ganar. Sobre el final del partido el Barba le tiró un guiño y terminó ganando un partido cuyo resultado bien podría haber sido al revés.

Huracán – Argentinos Juniors: Los jugadores son lo más sano que tiene el fútbol, pero no integran estos planteles de mercenarios que con tal de cargarse a los DT (Borghi y Kudelka) casi le quitan al Club / Institución / Empleador / Hincha la posibilidad de ascenso. El Bicho ascendió con el último suspiro y Huracán debió jugar un desempate. Tomen nota de estos profesionales que se cagan en quienes les pagan los honorarios.

Temperley – Nueva Chicago: Los dos recién llegados de la B Metro apostaban a hacer un papel decente y sumar puntos para no complicarse a futuro. Presupuestos bajos, jugadores sin renombre, planteles cortos. Arrancaron mal los dos. Temperley fue bailado por Huracán. Rezza encontró rápido el equipo -en realidad mucho para elegir no tenía- y los jugadores del Celeste mostraron enjundia y solidaridad pocas veces vistas. Y fútbol, porque también jugaron bien al fútbol. Chicago no encontraba el rumbo. Labruna era cuestionado, cambió esquema y nombres, el equipo empezó a mejorar, los resultados llegaron y el Gomito Gómez –a los cuarenta pirulos- se brindó para sus compañeros, jugó, hizo jugar y participó de todas las jugadas y momentos claves del equipo.

Crucero del Norte – San Martín de San Juan – Aldosivi – Sarmiento: Con una provincia atrás(?) los mineros y los transportistas hicieron los deberes sin demasiado que destacar. Los de Mar del Plata la intrascendenteaban toda con un equipo que nifu… hasta que César Carranza dejó de lesionarse y empezó a hacer jugar a su equipo. Por su parte Sarmiento ascendió por default, casi sin preocuparse, sumando sus porotitos, con algunos partidos muy buenos, sin dramas ni grandes gestas, a imagen y semejanza de Sergio Lippi.

Gracias por nada, bolsa de artritis.

Los ni y los desastrados

Independiente Rivadavia: La irregularidad hecha equipo. La Lepra, en eterna transición, transitó el semestre sin la habitual presión de los promedios en la nuca. Quizás la ausencia le quitó incentivo(?), también le faltó plantel, pero dejó la sensación que con un poquito de consistencia podría haber peleado por algo.

Ferro y Sportivo Belgrano: Los dos últimos, cómodos, de cada zona. El Verde y la Verde. Sportivo Belgrano reestructuró su equipo para el Transición y no le salió una, jugó decididamente mal y nunca estuvo cerca de pelear por algo. Lo de Ferro fue un espanto de principio a fin. Se sabía que por un tema institucional los de Caballito no iban a ascender, pero un sexto puesto te pido, por la memoria de Saccardi. Pero la dirigencia inexplicablemente le renovó contrato a una dupla técnica sin respaldo y armó un plantel inentendible, que no jugó a nada y que la llegada del Pepe Romero no pudo encarrilar.

Santamarina: En un torneo sin descensos los de Tandil arrancaron como para irse a los Juegos Barriales, pero con más ganas que fútbol repuntaron en el último tercio de torneo y llegaron a la última fecha con chances de pelear por el quinto puesto.

Douglas Haig: La nada de Pergamino. El Guli hizo parecer a Mario Gómez un lírico y osado. Comenzaba los partidos apostando al error rival, pero sin propiciarlo. Lo embocaban y empezaba a jugar, y a veces lo hacía bastante bien, pero tarde en el partido.

Guaraní Antonio Franco y All Boys: Los misioneros llegaron a la BN desde abajo y el Albo desde Primera. Poco se esperaba de estos recién llegados a la divisional y poco dieron. Los del norte del país tuvieron un desempeño muy flojo y pelearon siempre el último puesto de la Zona A. Los de Floresta, cargados de problemas institucionales, espantosearon en lo futbolístico pero -amén de un mal momento de los del lote medio de la zona- rozaron posiciones de ascenso.

– Bogueré morí nesstisssstante?
-Bailar pegados es bailar. (?)

Los cangrejos y los fracasos:

Boca Unidos: El equipo de Trullet no despertaba ni una mueca, pero trabajando a reglamento sumó puntos y estuvo siempre en el lote de arriba. Con el quedo auto infligido del Bicho y las pretensiones de otros equipos era cuestión de ver quién sucumbía a posibles ofertas… y los correntinos, de a poquito, se empezaron a quedar, dejaron puntos en el camino y arreciaron las sospechas de que ese colchoncito de puntos que se habían armado fue utilizado para meter valijitas debajo.

Instituto: Una historia de nunca acabar la de Instituto. Era candidato por nombre pero, con un equipo en transición y cambio de DT a mitad de camino, nunca se puso a tiro del ascenso y encima vio a Chicago y Aldosivi ascender en su cancha. El problema no es el estadio.

Patronato: La apuesta fuerte del padre del lateral suplente de River. Quiso contratar a Caruso Lombardi, no pudo. Quiso armar un equipo competitivo, tampoco pudo. Tuvo arbitrajes raros en su favor, no le alcanzó. Si no pudo comprar un ascenso en un torneo como éste difícilmente pueda convencer a los fondos buitres de algo.

Atlético Tucumán: El Decano arrancó matando, con un Rivoira que mostraba su sonrisa publicitaria y pulcras camisas siempre planchadas. Pero de un momento a otro el equipo -acuciado por lesiones, es cierto- se empezó a caer y perder puestos en la tabla. El Chulo salió para descomprimir pero el daño ya estaba hecho. Las dos derrotas con Huracán, especialmente la de local por la segunda rueda, fueron claves para sacarlo de los puestos de privilegio y para darle vida a un Globo que lo venció ampliamente en el desempate por el último ascenso.

Gimnasia de Jujuy: Lo de los jujeños fue como lo de los tucumanos, pero peor. El Lobo arrasó catorce puntos en las primeras seis fechas. Y sumó, penando, otros catorce en las once fechas siguientes. A tres fechas del final seguía puntero y las matemáticas decían que si vencía en Córdoba a Instituto, a Chicago en casa o a Aldosivi en Mar del Plata ascendía sin depender de nadie. Triple chance de ascenso. Jugó mal y empató con Instituto. Jugó muy mal y empató con Chicago. En la última viajó a La Feliz y un empate lo dejaba en Primera División, perdió dando lástima y debió jugar un triangular por el quinto ascenso de la zona justamente contra Chicago y Aldosivi. Tras el empate inicial entre marplatenses y porteños el Lobo se aseguraba el ascenso con un triunfo en cualquiera de sus dos encuentros. Otra chance, doble. Y perdió los dos partidos, redondeando una quilmeada inesperada.

Lo que vendrá:

No habrá más B Nacional ni Nacional B. Será el Nacional, a secas.
Desde la B Metro, que ahora se llamará Metropolitano A Hijos de puta! Mataron a Kenny!, llegaron Chacarita, Los Andes y Villa Dálmine.
Desde el Torneo del Interior, Federal A, Argentino A lo profundo de la patria no llegó el temido Unión Aconquija, tampoco San Martín de Tucumán, mucho menos aun Talleres de Córdoba. Los que sí llegaron son:
– Atlético Paraná, Paraná, Entre Ríos.
– Central Córdoba, Ciudad de Santiago del Estero, Santiago del Estero.
– Gimnasia y Esgrima, Ciudad de Mendoza, Mendoza.
– Guillermo Brown, Puerto Madryn, Chubut.
– Juventud Unida, Gualeguaychú, Entre Ríos.
– Sportivo Estudiantes, Ciudad de San Luis, San Luis.
– Unión, Mar del Plata, Buenos Aires.

Curiosamente El Nacional 2015 se jugará de forma –bastante- lógica. Todos contra todos, ida y vuelta. El campeón asciende. Quienes ocupen del segundo al quinto puesto jugarán un reducido por el segundo ascenso y los cuatro peores promedios descenderán sin importar su tipo de afiliación. Claro que esto es AFA y todo puede cambiar.

Por lo pronto ya fue sorteado el fixture y así se jugará la primera fecha, tentativamente el catorce de febrero:

All Boys – Patronato
Atl.Paraná – Ferro
Boca Unidos – Brown de Madryn
Central Córdoba (SE) – Villa Dálmine
Los Andes – Instituto
Sp.Belgrano – Chacarita
Unión (MDP) – Santamarina
Douglas Haig – Juventud Unida
Gimnasia (Jujuy) – Independiente Rivadavia
Estudiantes (SL) – Guaraní Antonio Franco
Gimnasia (MZA) – Atl.Tucumán

El fixture completo lo bajás de acá: Fixture Nacional 2015.