Terminó el Mundial. Nos quedamos con la sangre en el ojo. Seguimos manija. Y antes que nos queramos dar cuenta todos van a estar hablando de Rusia 2018. Nos golpeamos el pecho bien fuerte, primereamos y empezamos a ver con qué contamos en busca del tricampeonato.
Terminó el mundial, fuimos protagonistas hasta el final, pero el resultado no nos conforma. Hemos quedado con el corazón en las manos, con la ilusión destrozada. ¿Cómo poner en palabras esto que nos acontece?
Terminamos segundos. Aquello de "el primero de los perdedores" es cierto. Pero Argentina tuvo su mejor equipo desde 1986 y Sabella, con trabajo, dejó un mensaje muy claro al mundo del fútbol local, incluyendo medios que respiraron aliviados con el gol de Götze.
Alemania logró su cuarta Copa del Mundo con un ajustado 1-0 en el segundo suplementario sobre una Argentina sin resto físico. Los de Sabella neutralizaron al equipo teutón pero las lesiones, el menor descanso y la mayor cantidad de minutos jugados le pasaron factura.
En un rato nomás, manija mediante, la Selección Argentina jugará ante su par de Alemania la final de Brasil 2014. Será la tercera vez que ambos seleccionados se enfrenten en el último partido de un mundial. Un breve repaso sobre las dos veces anteriores.
A menos de 24 horas para la final del Mundial 2014, vamos a aprovechar la noche del sábado para proyectar (?) un documental que mucho tiene que ver con esto. A continuación, Héroes, el camino de la Selección campeona en México 1986.
Holanda se aprovechó de un todavía shockeado Brasil y tras golearlo 3 a 0 se subió al podio. Van Persie (tras un penal mal cobrado) y Blind en el primer tiempo, y Wijnaldum en final del partido hicieron los goles. Telón para un olvidable mundial del scratch.