Belgrano le propinó otra derrota a River, de esas que te dejan con la sangre en el ojo. No necesitó de encapuchados ni de Juan Manuel Díaz (?). Entre Barovero y el línea dejaron a River sin punta.
Volvió a perder Boca, Colón sigue en la punta, pero… cómo viene River, eh. En lo que fue, quizás, su mejor producción, derrotó a Newell’s y le sopla la nuca a un líder que siempre está al borde de la patinada.
El destino le jugó una mala pasada a Carlos, tan preocupado por el fair play y los goles ilícitos cuando lo perjudican, que aun con un gol en offside de Gigliotti, su equipo volvió a perder, ahora en Rosario.
Ganaba River. Lo empató Riquelme, quien salió para la ovación (¿su último superclásico?). Al toque, vacunó un Funes Mori (!), desatando innecesarias lágrimas en el DT Xeneize.
En un superclásico más intenso que bien jugado, River se dio el gustazo de volver a ganarle a Boca en la Bombonera luego de 10 años. Sin merecerlo, eso si (?). Pero bueno, los clásicos no se merecen, se ganan.
Ganó River. De todas maneras, no hay lugar para festejos: ya empiezan a tensarse músculos, rechinar dientes, fruncir upites. Se viene el superclásico con Boca (que volvió a defraudar) y poco importa cómo se llegue.
En la peor fecha programada de la historia, con 384 partidos jugados a la misma hora, se desarrolló la fecha 29 de este viaje de las imprudencias llamado B Nacional. Independiente sigue liderando -a pesar de no ganar hace rato- ese torneo de 20 equipos por el tercer ascenso. Mientras que en el otro torneo, ese de solo dos teams, Defensa goleó a Banfield en un partidazo y se puso solo a un punto.
Estudiantes se impuso a Gimnasia en el clásico platense y no sólo es alegría por semejante triunfo, sino que también le sirvió para treparse a la punta, donde Colón todavía resiste ¿Los grandes? Uno peor que el otro…
Polémicas, piringundines (?), un cagómetro que empieza a calentar motores, y todo lo relativo a una fecha 7 que todavía no terminó pero que sigue teniendo a Colón arriba.