La confrontación de dos estilos similares (el paraguayo y el brasileño) es la que nos convoca en la edición de esta semana de Grandes Grescas. Corría el año 2006 y por el grupo 7 de la Copa Libertadores se enfrentaban en Brasil Palmeiras y Cerro Porteño. Por alguna razón las cosas se salieron de cauce, generándose una de esas grescas/tanganas/mochas (?) que tanto nos gustan a todos.
- Vos dale para adelante, fiera, que con el vigilante de Guillote veníamos a comprar por acá y te puedo cantar cada curva con los ojos cerrados flasheando cualquiera (?)
De a poco el Dié va volviendo al candelero, y en esta ocasión lo tenemos (fiel a su costumbre) barrileteando en Córdoba con sus nuevos amigos de Citroën con motivo de la fecha del Rally Mundial de Argentina que se corre este fin de semana. La cosa no fue una simple visita, sino que el Dié se dio el gusto de ir de navegante del multi campeón mundial, el frances Sebastien Loeb.
“No digan nada (?), pero me dijo Mauri que depende quién agarre la presidencia, si venden a La Joya (?) por ahí voy por la revancha”
Siguiendo en la línea del post de Grandes Grescas, y para colaborar con el gran momento de Boquita, me propongo demostrar que ese astro oriental llamado Naohiro Takahara no era el muerto que los propios hinchas boquenses decían.
Luego del suceso de la semana pasada (con el término “descontar por detrás” rankeando como frase del año (?)) ahora debo recurrir a un peso pesado como El Dié para protagonizar una nueva entrega de esta sección que ya es de las favoritas (?) del público redonderil.
Corría el año ‘84 y el Barsa del en ese entonces todavía prestigioso Cesar Luis Menotti se enfrentaba en la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao de ese adalid del buen juego (?) llamado Javier Clemente; ignoro como habrán podido disipar el denso humo que seguramente circundaba el Santiago Bernabeu (sí, se jugó ahi la final, no es un error). El resultado fue 1 - 0 en favor del Athletic, con gol de Endika a los 13 minutos del primer tiempo, pero esto es anecdótico ya que el hecho que nos convoca se dio finalizado el partido.
Una gran gresca no tiene que tener dos grandes equipos para tener un gran atractivo. Sino que lo digan los amigos (?) mexicanos del Toros Neza que allá por 1997 recibían en un partido amistoso (?) a la poderosa selección de Jamaica. Resulta que nuestro Germán Arangio fue derribado arteramente por un player jamaiquino, que por lo que se puede ver en el bizarramente musicalizado video, no conocía el significado de la palabra “amistoso”. Al bueno de Germán no le quedó otra que reaccionar, y luego de su reacción si, se vino la hecatombe, la debacle total, una seguidilla de hechos bochornosos que incluyeron a: Lusenhoff, el Turco Mohamed, el Pony (?) Ruiz y el resto de los dos planteles, particulares y Cachos Laudonios mexicanos & jamaiquinos que anduvieran dando vueltas.
Todo tiempo pasado fue mejor, dice el dicho. Al menos en lo que respecta a las grescas, las décadas del ‘60 y ‘70 tuvieron un sitio preponderante.
En esta ocasión nuevamente el estadio de Boca fue el escenario de una verdadera batalla campal, ocurrida al cierre del partido del 17 de marzo de 1971 entre el local y el Sporting Cristal Peruano.
Un quilombo de los grosos, pero antes que nada pongámonos en contexto: primera ronda de la Copa Libertadores (cuando no tenia chivo en el nombre (?) y los jugadores hacían cosas tan grosas como las que vamos a relatar), Sporting Cristal ya eliminado y Boquita necesitando el triunfo a como dé lugar.
La primera entrega de esta saga nos propone retrotraernos al año 1969, cuando el Estudiantes del gran Osvaldo Zubeldía (integrado por el inefable Dr. Bilardo, Manera, Veron y otros grosos) se enfrentaba al Milan por el partido de vuelta de la Copa Intercontinental.
Con la derrota sufrida el 8 de octubre en Italia por 3 a 0, ese 22 del mismo mes los de La Plata tenían que remontarlo haciendo de local en la Bombonera. El insuficiente triunfo por 2 a 1 (con goles de Conigiliaro y Aguirre Suárez) resultó ser un partido muy accidentado y polémico en el que Alberto Poletti, Eduardo Manera y Ramón Aguirre Suárez terminaron detenidos en la cárcel de Devoto (?) debido a las agresiones ocurridas en el campo de juego.