Abucheo generalizado para el pasante de Ol* que no se animó a poner un título acorde con la situación, como “Dijo Román que nos espera allá” o similar.
Como diría Ricardo, seguramente Ezequiel pidió que se lo cogan (?) de muy menor.
PD: de paso avisamos que Dié Bizarro fue actualizado ayer con una foto enviada mediante nuestro formulario de contacto, gracias PussyMalanga.
A mediados del año 1969 se terminaban de definir los finalistas de la CONCACAF en la eliminatoria a la Copa Mundial de México 1970.
La clasificación de la CONCACAF era el Grupo 12 y dejaba a un clasificado para la novena Copa Mundial. Los seleccionados inscriptos eran 12 y fueron divididos en 4 subgrupos, de los cuales los ganadores pasaban a la semifinal del grupo.
Estados Unidos y Haití, clasificados de los subgrupos B y D jugaron la primera semifinal, que quedó para los caribeños. El 11 de mayo de 1969 los haitianos sabían que jugaban la final, pero no conocían aún a sus rivales.
Sé que algunos van a pensar que me estoy dejando llevar por esto, y capaz que es verdad, pero la realidad es que la intención de este post es enaltecer la posición y el pensamiento de un tipo que, si bien aun todavía no demostró nada en la selección, merece respeto, estoy hablando de Martin Demichelis.
La confrontación de dos estilos similares (el paraguayo y el brasileño) es la que nos convoca en la edición de esta semana de Grandes Grescas. Corría el año 2006 y por el grupo 7 de la Copa Libertadores se enfrentaban en Brasil Palmeiras y Cerro Porteño. Por alguna razón las cosas se salieron de cauce, generándose una de esas grescas/tanganas/mochas (?) que tanto nos gustan a todos.
Nos ocupan hoy las seis Copas que jugó el equipo de Avellaneda, primer campeón Intercontinental proveniente de Argentina.
1962. Luego de ser campeón argentino en 1961 Racing se convirtió en el tercer equipo de Argentina en jugar la Copa, y el segundo de Avellaneda. Pero era todavía la época en la que nadie le daba bola a la competencia internacional, por lo que la participación de los albicelestes duró poco.
Con la dirección técnica de Rubén Bravo jugó el grupo 2 contra Nacional y Sporting Cristal (en esa edición había tres grupos de tres, y clasificaba el primero; el bicampeón Peñarol esperaba en semifinales). Arrancó ganándole de local al equipo peruano. Después perdió de visitante 2-1 contra el mismo rival. Luego Nacional y Sporting Cristal jugaron sus partidos, terminando la participación del equipo peruano en la competencia. Cuando llegó el turno de los enfrentamientos entre rioplatenses Racing tenía dos puntos y Nacional cuatro. Por eso el partido en Uruguay que Nacional ganó 3-2 fue definitorio, y el empate en dos tantos de tres días después en Avellaneda fue anecdótico. Racing fue segundo con 3 puntos, y Nacional primero con 7. Luego los tricolores perdieron con Peñarol la semifinal.
Hoy otro club alcanza también los 100 años. Desde su fundación hasta 1916 se llamó Libertarios Unidos; fue luego Sportivo del Norte y desde 1925 es el C.A. Colegiales.
Se inició en el fútbol oficial en 1911. Desde 1920 a 1926 jugó en la 1ra división de la Asociación Argentina. En 1929 vuelve a la categoría superior que no abandonó hasta 1934. Desde 1931 hasta esa fecha militó en la primera amateur.
Tuvo canchas en Blandegues y Republiquetas (hoy Libertador y Crisólogo Larralde) y -desde 1924- en Teodoro García y Giribone, en los barrios de Núñez y Colegiales, respectivamente. Desde 1948 su estadio se encuentra en la vecina localidad de Munro.
Colegiales es un viejo protagonista de las luchas del ascenso, y el Centenario lo sorprende en la punta de la “C”.
[fuente: CIHF]
“¿Me firma un autógrafo, Ramón? Es para mi pibe”.
Hoy comienza la octava semana de la segunda fase de la Copa Libertadores 2008, con la disputa de tres encuentros:
NO sos vigilante del LOCAL (?)
¿Qué pasó Carlitos? ¿Dónde quedó ese humilde guaraní que llegaba a las canchas de sudamerica siempre para hacer ganar, comodamente, al local?
Las últimas actuaciones de Carlos Amarilla, el árbitro paraguayo catalogado como uno de los mejores 10 del mundo (?), van en contra de lo que fue su tradicional característica: el localismo. Hace unas semanas estuve en Montevideo y asistí al partido entre Nacional y Flamengo (3-0 para el local). Luego de ese partido comenté que en Brasil la iban a pasar mal, “que se preparen para lo que les van a cobrar”. A la semana me enteré que lo habían designado a Carlitos para ese partido. Lo cierto es que el Flá no necesitó la ayuda de, en este caso, Amarelha (?); es más, cumplió una actuación bastante equitativa.
Al día siguente de ese partido en el Maracaná jugaron Colo Colo y Boca en Santiago de Chile. Luego del penal que le cobraron en contra a Boca (que luego marró Fierro) hice un inocente comentario: “a Colo Colo lo van a bombear en la Bombonera”. Al día siguiente salió la terna para ese partido y ahí estaba Amariya. Lo cierto es que, a pesar de la victoria de Boca y el penal que él solo vio, no fue de una gran mano para el local. Hasta se podría decir que fue ecuánime. La expulsión de Monzón es un tema de interpretación, pero nadie duda que es falta y que debía haber una sanción; la interpretación pasa por el color de la tarjeta. Después, salvo el penal que ya mencioné, no fue de gran ayuda. En otro momento el paraguayo se hubiese convertido en un jugador más y lo hubiese metido al cacique en su área.
La verdad es que estaría bueno que todo lo antes escrito sea cierto y no que sea un hecho circunstancial del momento. Nadie duda que llegado el caso de una situación límite para alguno de los poderosos de sudamerica Charlie Yellow (JPV©) volverá a ser el que todos conocemos y aprendimos a querer (?).
Este es un post choto como indica el título. Pero es choto para ser consecuente con el contenido.
Pregunta: ¿Qué club fue apodado en alguna época como “choto“?
Es decir, se referían a él como el equipo choto, y ese era su apodo oficial, digamos a lo “academia“, “millonario” o “xeneize”
Ayuda: ninguna, es demasiado chota la trivia como para andar dando pistas (?)
La respuesta:
Comenzaba el siglo XX y los inmigrantes llegaban al país con el propósito de obtener un pedazo de tierra para trabajar. Algo que parecía imposible para cientos de miles de europeos. Almagro tenía las cualidades necesarias para recibir a la gente que descendía de los barcos: quintas, tambos, iglesia… El crecimiento de la zona era notorio.
También había una iglesia, como en todo barrio. Y pibes. Muchos pibes que jugaban el nuevo deporte traído por los ingleses.
Al 4000 de la calle México se jugaban los partidos de vereda a vereda. Los vecinos se quejaban por el bullicio a la hora de la siesta y por los vidrios de las ventanas que crujían por los pelotazos con destino incierto.