Faltan cuatro fechas para que termine la rueda y Lanús tiene una pequeña luz sobre Boca, modestamente (?), los dos equipos que yo había anticipado que iban a pelear hasta el final. Además ambos equipos se enfrentarán en cancha de Boca. Pero ayer me defraudó el Tigre campeón (?). Está bien que venía haciendo buenos partidos y que más tampoco a este equipo recién ascendido con un técnico rookie y jugadores de base del nacional se le podía pedir. Pero ya estando en la pelea podría haber intentado algo más. Pero evidentemente hasta cierto punto le alcanza y ya bastante hizo. Por su parte Lanús mostró lo de siempre: juego asociado, salida rápida para la contra, el desequilibrio de alguno de sus pibes y el gol de penal de Sand (?). Si con eso le alcanza para ser campeón bueno, ya lo dije, eso habla del torneo que tenemos. Pero que Lanús es el mejor equipo del mismo de eso ya no hay dudas.
Lo mejor que podría haber hecho Racing el sábado era haber dejado jugar a los homenajeados por el título intercontinental del 67. Porque el equipo de ahora es un desastre. De lo peor que ha tenido Racing en los últimos años y eso ya es mucho decir. Para colmo se lesiona Sava al comienzo. Boca jugó igual a como lo viene haciendo últimamente, la innovación fue la del perdonado Banega jugando adelante de la línea media, algo que ya había hecho y muy mal en el seleccionado juvenil, esta vez al menos cumplió más que Gracián que comió banco. Encontró el gol por un pelotazo de Neri Cardozo que se come el arquero Navarro y después Palacio, tras pase de Banega, y por un penal cometido al reaparecido Fabián Vargas - juega para esta época el colombiano, es decir, cuando hay Mundial de Clubes - convertido por Palermo pegandole con categoría (?), pusieron un resultado que más que hablar de Boca habla de Racing. De todas maneras al equipo del cuestionado Russo (sobre todo por la dirigencia) le sobra chapa para quizás irse a Japón con otro título bajo el brazo.
Primer partido de la Era Menotti en la Selección: Argentina 1 - 1 España (cancha de River)
El fútbol (y con esto, no solo hago referencia estrictamente a la disciplina deportiva) lo puede todo. Con el enfrentamiento entre dos DT’s campeones del mundo, se inventó una divisoria de aguas, menottismo vs bilardismo. O sea, dos supuestas ideologías que se sitúan en veredas opuestas. Dos escuelas de fútbol de las cuales uno no puede estar ajeno, o se es bilardista o se es menottista (Perplatado le dedicó un post al enfrentamiento entre las dos posturas). Y quizás, en un futuro todo esto será peor: quién no es bilardista puede llegar a ser considerado “gorila” y quién es menottista se lo considera un charlatán o un blableta (puede que esta consideración última ya se esté llevando a cabo).
La Copa Sudamericana, lo digo desde siempre, es una farsa. Sin ir más lejos River (también Boca) la juegan por invitación. O los clubes brasileños que participan, algo decidido con buen tino por la CBF, son los que entran desde el sexto al undécimo. Y peor, a los grandes les dan un bye, para que recién entren a jugar en fases definitorias mientras que los equipos más chicos, curiosamente los que clasificaron por hacer una buena campaña, deben matarse en durísimas fases previas. Los arbitrajes a cual más sospechoso y podría seguir pero las irregularidades son tantas que el post se haría eterno.
Ahora bien, el colmo de todo se dio ayer. Como todos saben, en otra de las decisiones boludas de la CONMEBOL, si dos equipos de un mismo país llegan a semifinales deben enfrentarse entre sí. Es lo que sucede con Arsenal y River. Como no venían por la misma llave hubo que improvisar un sorteo, el cual se hizo en un programa de televisión. Sí adivinaste (?), fue en La Ultima Palabra, el programa-casting-vidriera de técnicos de cuarta donde Fernando Niembro opera la prensa deportiva del continente.
Es así que el impresentable y lamentable Eduardo Deluca depositó su humanidad toda en la mesa, junto al vicepresidente de Arsenal y a Domingo Díaz por parte de River, para hacer un sorteíto para definir la localía del primer partido. Además de todo esto, hay una historia previa sobre dónde iba a jugar Arsenal de local. Es sabido que River lo quería sacar de Sarandí pero Julito Grondona se puso fuerte ya que solo esto puede darse en situación de final, donde la capacidad mínima debe ser de 40.000 personas. La situación no prosperó, pero quien si pidió el cambio de cancha fue el Burrito Ortega: En esta cancha de mierda no se puede jugar. Queremos ser campeones pero tenemos que luchar contra todos. Aclaremos que hablaba del Monumental, lo cual motivó el enojo de Passarella (quien siempre tiene a mano alguna excusa) que se cruzó con un dirigente, probablemente el tesorero Gringberg, ya que por el recital de Soda Stereo la cancha quedó en pésimo estado y según Daniel, Nico Sánchez se habría fracturado por eso. Y eso que se trató de una bandita pop. El tema es que se comenta que River quiere jugar de local en Vélez el partido por las semifinales.