¿Cómo saber si un año es bisiesto? Sencillo: Juegos Olímpicos.
En 1896, el Barón Pierre de Coubertin realizaba su sueño de convocar a las naciones para celebrar una gran fiesta del deporte, donde el mundo se uniera en paz y armonía, generado por un clima de caballerosidad entre los competidores.
Además le rendía tributo a la cultura griega que tenían sus Juegos Olímpicos en el pasado, los cuales les fueron desterrados por ser considerados paganos.
Atenas fue la ciudad en organizar los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna y la continuidad de los mismos sólo fue interrumpida por las dos guerras mundiales.
1. Angel Labruna (1981)
Era el técnico que había sacado campeón a River después de 18 años. Luego había llegado a la final de la Copa Libertadores de 1976, igualando la mejor actuación del club hasta ese momento. Más tarde había sido tricampeón entre el Metro de 1979 y el de 1980. Cuando empezaba 1981 River prescindió de sus servicios, teniendo previamente todo arreglado con Alfredo Di Stéfano. Se decía que el presidente Rafael Aragón Cabrera estaba peleado con Labruna por el protagonismo que este último había adquirido, además de las rispideces de seis años de proceso.
2. Héctor Veira (1987)
Ganó el campeonato 1985/86. Más tarde ganó la Copa Libertadores y la Intercontinental en 1986, trofeos que River había esperado más de 20 años para poder obtener por primera vez. Al final de la temporada 1986/87 el presidente de River, Santilli, no le renovó el contrato. El presidente quería encarar un nuevo proyecto con un nombre de afuera pero prestigioso: Carlos Griguol. Timoteo ganó la Interamericana, torneo resabio de los ganados en el ciclo anterior, y duró sólo un año. River no volvió a ser campeón con Santilli de presidente.
A nivel clubes, el fútbol europeo de los años ‘90 dejó varios equipos para el recuerdo: el Milan de Sacchi, el Barcelona de Johan Cruyff, el Ajax de Van Gaal y el Manchester United de Alex Ferguson.
Este post, recordará el mediocampo que ocupó gran parte de la década pasada en el equipo de Old Trafford. Ese que conformaban Roy Keane, David Beckham, Ryan Giggs y Paul Scholes.
Roy Keane (480 PJ; 51 GC)
Encarna el ejemplo más difundido del ciudadano irlandés: calentón y escabiador. ¡Ese es Roy! A más de uno le cayó simpática su venganza hacia el noruego Haaland, es que el muchacho no se anda con pequeñas y ese día quería cobrar una vieja deuda. Más allá del patadón que le propinó al escandinavo, lo mejor siguió después cuando, automáticamente, se levantó del suelo, se sacó el brazalete de capitán y sabiendo la consecuencia de su patadón, esperó de forma pasiva la sanción del árbitro (roja, obvio) y apenas vio un leve movimiento del brazo del referí, se retiró hacia afuera del campo de juego y le dio el brazalete a un compañero.
En tiempos en que la actividad futbolística va a ir desapareciendo debido a que se vienen las vacaciones, los medios relacionados al deporte más hermoso del mundo intentarán robar (?) espacio con noticias en el mercado de pases, con algún escandalete y demás. LR! además de esas canalladas (?) también proporcionará la nostalgia por sucesos acontecidos hace tiempo relacionado con jugadores o equipos, etc. En este caso, este servidor traerá a los lectores un dream team noventoso, un equipo conformado por los jugadores que más me gustaron en la década del ‘90 y que se desempeñaron en nuestro fútbol argentino (independientemente de su nacionalidad). No caben dudas de que es un post 100% subjetivo, por lo tanto, es proclive a crear controversia.
Ídolo de todo Rosario -tal vez por no pertenecer ni a Newell’s ni a Central-, el “Trinche” Carlovich fue tan trascendente en Central Córdoba que llamó la atención desde Menotti en 1978 hasta el Inter de Milán. Para algunos fue mejor que Maradona. Pero él estaba más allá de todo eso: “no tuve más ambiciones que jugar a la pelota”.
No sale mucho a la calle, pero cuando lo hace, no pasa inadvertido. Es lógico: los centímetros de diferencia entre una pierna y otra que lo obligan a caminar con dificultades, casi a los saltitos, lo vuelven distinto entre tantos iguales. Distinto, como antes, cuando su cadera no había sufrido tantos costurones y podía marcar la diferencia quebrándola a gusto en cualquier cancha del ascenso. Ya no tiene aquel pelo negro en cascada ni los bigotes bañándole los labios, pero alguien lo reconoce entre el olvido de alguna calle de Rosario y le grita: “¡Trinche!”.
Es Tomás Carlovich, el “Trinche” (o “el Gitano”, depende quién lo diga y en donde), un hombre de mil anécdotas y una sola duda, tan gigante como la leyenda misma que forjó en épocas donde la televisión no había llegado a la B y las historias se certificaban a viva vista: ¿pudo haber sido el mejor futbolista argentino de todos los tiempos? Los rosarinos ni lo dudan, aún habiendo tenido a Maradona jugando en la ciudad con Newell’s. Para José Pekerman, “fue el futbolista más maravilloso que vi en mi vida”.
Apurado por esas preguntas incisivas del tipo “y vos de qué cuadro sos pibe” en una el Che tiró que era de Central, y que su ídolo era el Chueco García, ese que después pasó a Racing. Pero a Central no lo fue a ver nunca y el deporte que más le gustaba era el rugby, era hincha del SIC.
En La Habana, en el Museo de la Revolución hasta hace poco se podía ver a la camiseta de Central y un cartelito ad hoc que marcaba que era ésa la casaca del club de la cual era hincha. Poco tiempo después un grupete rosarino fana de Newell´s se mandó para el Museo y puso una de NOB aduciendo que el Che era leproso, dejando la camiseta de Newell´s. Cuestión que ahora si uno va al museo no están ninguna de las dos camisetas porque los cubanos, que si ya no comprenden bien lo que es una pelota de fútbol menos van a conocer de nuestras criollísimas infrahistorias del tablón, sacaron las camisetas a la mierda porque cada vez que un rosarino pisaba el museo rompía las pelotas diciendo que no debían estar las dos camisetas ya que para los de Central era de Central y para los de Newell´s de Newell`s. Aunque el Che era, acorde a su asma, un sin aliento (?).
Moraleja: Hay que ser comegato, eh (?).
Esto es simplemente para recordar a Ernesto Guevara a 40 años de su muerte. Miles y miles de banderas en todas las canchas del mundo no pueden estar equivocadas (?).
A pedido del público (?) volvemos con otra entrega, esta vez de alto riesgo (?):
Peñarol-Nacional (o al revés para que no se ofendan)
“El clásico más viejo del mundo, fuera de las islas británicas”, es el uruguayo, siempre y cuando se tome a Peñarol con su antiguo nombre, “Central Uruguay Railway Cricket Club” (C.U.R.C.C). Entonces, para explicar esta histórica rivalidad arranquemos con un poco de historia:
Continuamos con esta serie de posts, iniciada aquí, relativa a ciertos clásicos del fútbol mundial y su historia no tan conocida.
Hoy es el turno de: CELTIC – RANGERS
Haciendo un poco de historia entre los equipos de nuestra Patria Grande que no son del todo reconocidos ya que todas las luces se van hacia los clubes importantes del continente, hoy nos ocuparemos de hacerle un pequeño reconocimiento a un club que se lo merece. Se trata del Centro Recreativo Porongos Fútbol Club, fundado el 5 de Junio de 1910 en Trinidad, Flores, Uruguay.
Porongos tiene una jugosa y rica… historia. Su nombre se lo debe al Arroyo Porongos de la localidad de Flores. Allí juega en la Liga Capital de Flores donde tiene como clásico rival a Independiente, a quien, como era esperable, se lo empoma siempre. Se comenta que es tal la paternidad que el soez cántico “decime que siente jugar contra Porongos y que te coja siempre” no lo cantan por respeto.
En los ‘90 Boca no paraba de agrandar equipitos (no es peyorativo) año tras año. Ejemplos hay de sobra: goleadas en la Bombonera, resultados históricos, actuaciones consagratorias de jugadores (Piaggio, Hanuch, Diego Bustos…) y demás condimentos que hacían que cada 2 ó 3 domingos quiera romper algo a patadas.
En cambio, en los últimos años son los muchachos de la vereda de enfrente los que no paran de agrandar a cualquiera. El turno fue para los jujeños ayer, como los venezolanos del Caracas hace unas semanas y, quién te dice, los ecuatorianos de la Liga este jueves. La lista es más larga y no solo se circunscribe (?) a los últimos meses, el penar de River viene de largo tiempo.
La historia del fútbol demuestra una vez más que da vuelta una y otra vez y, por suerte, las cosas no siempre son iguales. Un último mensaje (?) para que los hinchas de River conserven la esperanza. El mismo año que Boca perdió con Platense (la imagen que ilustra el post), empezaba el ciclo de Carlos Bianchi. Así que quizás es necesario que venga una derrota (o un par) catastrófica para empezar de cero (?).