Quisiera replantear algunas cosas de fondo. Me parece saludable, más hoy.
Hay un debate primario que es de continuo esquivado, y esto es sorprendente porque evitarlo conlleva a contradicciones flagrantes, a verdaderos mamarrachos irreflexivos: que si se juega bien o si hay que ganar como sea, esa es la cuestión. Así está planteada la cosa, basta escuchar algunas voces de hoy (“ir para adelante es jugar bien”, Gastón Recondo; “Sólo se puede jugar bien en ofensiva”, Horacio Pagani), por lo que me parece harto necesario bucear un poco más en el asunto.
En primer lugar es incomprensible que jugar bien sea un concepto antónimo al de ganar, como se nos comunica frecuentemente, por motivos sencillos. Se supone que el juega bien es el que hace mejor las cosas, el más apto, el más eficaz, el mejor. Ipso facto debería ganar. Sin embargo ahí está la afirmación recurrente, a veces explícita desde los protagonistas (cínicamente inducidos pero no por eso inocentes) e implícita desde todo el ambiente del fútbol: Es más importante ganar que jugar bien (típica pregunta del periodista: “¿en este partido es más importante ganar que jugar bien?“).
O sea, jugar bien y ganar son conceptos disociados, dos islas sin conexión ninguna, nada que ver una cosa con la otra, jugar bien es un plus posterior y no anterior al resultado. Habrá que preguntarse con qué misteriosas maneras se alcanza la victoria entonces, si no es jugando bien. No hay medios para, hay un fin y punto: ganar, como sea, como si fuera posible obtener el fin antes que los medios.
Se ha convertido en un tema candente la “pronta desaparición” del enganche, no solo en el fútbol vernáculo sino también en el mundial.
Me llama mucho la atención como el periodismo deportivo se desespera cuando toca el tema, como diciendo que si desaparece el enganche (o enlace), el fútbol dejaría de ser menos entretenido.
Como uno ha visto, la historia dice que el fútbol ha sufrido muchísimas mutaciones, en lo que se refiere a tácticas, modo de juego, estructuras de campeonatos, etc, etc.
El 5-0 al trotecito ante Guatemala de la sub-23 reforzada no puede ser excusa para grandes euforias, pero sirvió para sacar algunas conclusiones provisorias. Para empezar, no queda clara la interna Grondona-Basile-Batista. Si el Chechazo fue orden de Don VitoJulio pasando por sobre Basile, si Coco anda sin energías (?) por el calor del verano y eligió esquivar elegantemente el compromiso… todas las teorías son válidas y a la vez ninguna cierra.
Con respecto al partido en sí, y más allá de que el rival era de papel (ahora más que nunca), me pareció interesante comprobar que hay vida más allá del dogma basilístico del 4-3-1-2.
Si bien este post se desvirtuó completamente (ya ni me acuerdo como se llegó al tema Redondo), la discusión que se planteó da para mucho más, y no merece circunscribirse a un único puesto.
Más allá de las posturas que se puedan tener en lo que hace a corrientes o filosofías de juego en sí (lirismo, tacticismo, fútbol físico, etc.), también en las características de los jugadores que ocupan determinada posición en el terreno se ven las preferencias de cada uno. Obvio es que, como siempre, se dependerá de los jugadores con que se cuente y del tiempo de trabajo que se tenga para introducir modificaciones, como así también de los planteos que se utilicen.
También va de suyo, y eso no es incoherencia, que a veces el que uno estima como el mejor en X puesto, no pertenece al “estilo” que se prefiera.
No voy a ponerme a detallar cada una de las clasificaciones porque estimo que es innecesario, pero sí les pondré algunos nombres para ejemplificar, algunos históricos, otros actuales. No es necesario aclarar que hay muchísimos jugadores que tienen características de ambos “estilos”.
Hace poco tuve la oportunidad de conseguir algunos partidos enteros (gracias eMule, sos todo) de Holanda en el Mundial 74, y la noticia (?) es que realmente están a la altura de su leyenda. Eso que se dice del fútbol total, del fuego naranja y demás no es verso.
La denominación “naranja mecánica” no es de mi especial agrado porque parece remitir a una máquina, a jugadores robóticos, a la automatización de movimientos. Nada más alejado de la realidad era ese conjunto holandés, un prodigio de técnica, velocidad, potencia e inteligencia táctica sin paralelo en la historia reciente del fútbol mundial.
Post aprovechando el período de relleno que se viene en LR! hasta los torneos de verano, y contribuyendo al debate redonderil para mejorar el fútbol de hoy (?).
En prácticamente todas las competencias con llaves de ida y vuelta, el gol de visita ya es una realidad irreversible. Partió como un experimento no se cuándo ni dónde (ni mucho me interesa averiguarlo), pero ya está completamente instalado, un ejemplo es la Libertadores, que lo incorporó hace no muchas ediciones.
No es la idea discutir sobre si está bien o mal el gol de visita, yo creo que está bien, pero la cuestión ahora es otra. El tema que quiero instalar es el de los criterios para definir las localías. En copas como la Sudamericana, que son llaves desde el principio, no tengo idea cuál es. Pero en los torneos que tienen una fase de grupos previa a la ronda de llaves ida-vuelta (Libertadores, Champions, etc.), lo típico es que en la vuelta es local el que tuvo mejor rendimiento en la fase previa (en la Libertadores, por ejemplo, el que fue primero en su grupo), como una forma de “premiar” ese rendimiento concediéndole una pequeña ventaja.
También me parece correcta la idea de premiar el rendimiento de la primera rueda. Pero tengo la impresión de que, existiendo el gol de visita, cerrar la llave de local no es para nada una ventaja, de hecho es todo lo contrario . Por las siguientes razones (sea “A” el equipo con mejor rendimiento y “B” el otro):
El video del foul cometido por el tucu Krupoviesa debería ser mostrado en todas las escuelitas de fótbol y divisiones inferiores del país bajo la consigna “ASÍ SE PARA UN CONTRATAQUE QUE TE DEFINE EL PARTIDO EN CONTRA”.
Juro que me emociona; al verlo, belleza absoluta, tácticamente perfecta, arteramente aplicada.
Gracias Krupo por la energía, por la fuerza, por estas lágrimas.
* Ahí abajo a la derecha hay un nuevo coso (?) para mandar mail. Si tienen configurada una cuenta POP, le hacen click arriba y el mensaje se abre solo. Si usan webmail, la dirección es la.redonda@gmail.com. Preguntas, quizás. Pedidos bizarros, no.
* En mi blog personal posteé una Pequeña Historia de la Táctica en cuatro capítulos que hasta ahora mantiene el dudoso record de comments 0. Disculpen el autobombo pero estoy desesperado, aunque sea quiero que me dejen un msg diciendo que soy un ladrón. Y no acá, en mi blog. Gracias.
* Posteen, hijos de puta. Gracias a la benevolencia de Pastor ya hay 8 con user y pasan días sin que se actualice nada, es una vergüenza. Estoy indignado (!).