Cuando empieza la fase de octavos de un campeonato del mundo, todos decimos “aquí es cuando empieza el verdadero Mundial”. Cuando va a comenzar la segunda fase del máximo certamen americano –CONCACAF no existís (?)– de clubes, todos decimos, en coro: “aquí comienza la Copa”.
La Copa Libertadores actual está teniendo sabores muy especiales, el hecho de que haya muchos equipos que recién lograron su clasificación en la última fecha; o que haya dos goleadas abultadas que fueron recibidas por el mismo equipo; o que se estuvo a punto de quedar afuera, en primera ronda, el campeón vigente, hacen pensar en un torneo con bastantes atractivos.
Ni hablar de la presión de equipos como San Lorenzo, que por ser el año de su centenario están obligados a ganar el trofeo. Presión que también deben cargar sobre sus espaldas equipos como Fluminense (un grande de Brasil), River (que viene con un récord de presencias todos los años y que hace 12 que no grita campeón), Flamengo (que quiere su segunda Copa), Cruzeiro (club que solía ser protagonista en los ’90s, no así en ésta década), Nacional (único equipo uruguayo vivo pero con historia copera envidiable) y no estaría de más nombrar al Cúcuta y al Atlético Nacional, que quieren dejar en claro que lo del Once Caldas, hace 4 años, no fue un espejismo y que quieren mostrar que el fútbol colombiano está para más.
En fin, van los candidatos de Murdock para la Copa Libertadores 2008 (tata tatatánnnn):
Quisiera replantear algunas cosas de fondo. Me parece saludable, más hoy.
Hay un debate primario que es de continuo esquivado, y esto es sorprendente porque evitarlo conlleva a contradicciones flagrantes, a verdaderos mamarrachos irreflexivos: que si se juega bien o si hay que ganar como sea, esa es la cuestión. Así está planteada la cosa, basta escuchar algunas voces de hoy (“ir para adelante es jugar bien”, Gastón Recondo; “Sólo se puede jugar bien en ofensiva”, Horacio Pagani), por lo que me parece harto necesario bucear un poco más en el asunto.
En primer lugar es incomprensible que jugar bien sea un concepto antónimo al de ganar, como se nos comunica frecuentemente, por motivos sencillos. Se supone que el juega bien es el que hace mejor las cosas, el más apto, el más eficaz, el mejor. Ipso facto debería ganar. Sin embargo ahí está la afirmación recurrente, a veces explícita desde los protagonistas (cínicamente inducidos pero no por eso inocentes) e implícita desde todo el ambiente del fútbol: Es más importante ganar que jugar bien (típica pregunta del periodista: “¿en este partido es más importante ganar que jugar bien?“).
O sea, jugar bien y ganar son conceptos disociados, dos islas sin conexión ninguna, nada que ver una cosa con la otra, jugar bien es un plus posterior y no anterior al resultado. Habrá que preguntarse con qué misteriosas maneras se alcanza la victoria entonces, si no es jugando bien. No hay medios para, hay un fin y punto: ganar, como sea, como si fuera posible obtener el fin antes que los medios.
“Boca es sentimiento. Es mi pasión. Yo te llevo dentro de mi corazón”
El miércoles se terminó lo que fue la segunda fase de la Copa Libertadores 2008, con la disputa de cuatro encuentros, pero como de costumbre, barrabravas incorregibles (?), arranquemos el resumen de la competición por lo ocurrido el martes, cuando empezó este jolgorio boquense.
Precisamente, el martes y casi que a la misma hora, Boca enfrentó a Maracaibo (Venezuela) y Colo Colo (Chile) a Atlas (México), definiendo al Grupo 3 que conformaron estos cuatro conjuntos.
El primer gol de la jornada llegó en Chile: poco después de iniciado el encuentro, centro del ex Racing Mingo Salcedo y gol de Ricardo Rojas. Así las cosas, Boca tenía que ganar por cuatro goles de diferencia y empezó a achicar esa distancia antes de los diez minutos: tiro libre de Riquelme y gol de Paletta. El equipo de Ischia siguió en la búsqueda de más y lo consiguió a los veinte con un golazo de Jesús Dátolo. Pero la arremetida xeneize encontró el principal obstáculo en la cantidad de situaciones que entró a fallar, principalmente, cosa rara (?), Rodrigo Palacio.
En tiempos de sequía ochentosa, los bosteros cantaban: “Waiting for 1989, we don’t want no more war…” (?).
Continuamos con el repaso de los campeones de la Supercopa Sudamericana. Es el turno de la edición de 1989 que tuvo como ganador al Club Atlético Boca Juniors. El Xeneize tuvo derecho a competir el torneo luego de haber obtenido la edición del año ‘77 (que volvió a ganar al año siguiente) de la Copa Libertadores de América.
Ya salieron los horarios de los octavos de final de la Copa. Esta es la grilla de lo que sigue. Clic para agrandar.
OJO, CAMBIARON LOS HORARIOS DEL MIÉRCOLES 30. EN LA PARTE DE ABAJO DEL POST ESTÁN LOS HORARIOS ACTUALIZADOS. Todos los partidos de ese día empiezan entre 15 y 30 minutos más tarde de lo previsto.
Algunos puntos a tener en cuenta:
¿Si la Champions es la orejona, esta es la pijuda? (?)
Esta tarde continúa la acción (?) del fútbol europeo, porque se juega la “otra” copa de Europa, esa que es mucho más global, y que a todo el mundo le sirve: la Copa UEFA.
Cuando hago referencia a que a todo el mundo le sirve, es porque si bien es una competición un tanto ninguneada ante esa humareda constante que es la Champions, todos los equipos que la juegan tienen algún motivo para ganarla, porque podemos encontrar a uno de los “grandes” que no pelean por nada y le sirve la UEFA (por ejemplo Liverpool en el 2001), o el equipo mediano que es consciente que de ganar dicha Copa pasará al primer plano mundial (caso Sevilla), y también están los clubes denominados grandes en sus países, pero que no les da el cuero para ganar la Champions, y tienen en la ex Copa de Ferias la chance de prestigiar a su club como la historia en su país lo exige (ejemplos válidos podrían ser el Galatasaray en el año 2000).
Hecha la editorial del día como le gusta al Colorado Liberman (?), vamos a los choques de hoy:
“Merde (?), quedé cosé de trevien” (?)
Segunda y última parte (acá está la primera) de los equipos que se quedaron afuera “por esto” de una fase final de Copa Mundial de la FIFA
1974: Trinidad y Tobago
El equipo fue el mejor de CONCACAF en esa eliminatoria. No tenía rival. Pero la clasificación final se jugó en Haití entre 6 equipos. Los locales fueron a Alemania sumando 8 puntos sobre 10 posibles y le ganaron 2 a 1 a Trinidad y Tobago. Aunque los triniteños hicieron 4 goles más en ese partido y nadie sabe aún por qué se los anularon. (Sobre este tema saldrá post en un futuro no tan lejano)
1978: Inglaterra
En el “Grupo de la Muerte” europeo para la eliminatoria tenía a Italia como rival a vencer. Luxemburgo y Finlandia eran los rivales a golear. Pero los ingleses se durmieron ante los nórdicos y se quedaron afuera por diferencia de gol. Trevor Francis, Peter Barnesy, Gordon Hills se destacaban en esa selección inglesa, de la cual era la figura excluyente Kevin Keegan.