A pedido del público (que llevó a una multitudinaria marcha del Si…) empecé a investigar dónde están algunas de las luminarias que otrora dejaran su huella en diversos clubes de nuestro fútbol, producto de la fiebre que embarga a los dirigentes de nuestro fútbol cada seis meses producto de satisfacer dirigentes amigos, técnicos pedigüeños o, así como en su momento todos querían tener el tiki taka o el ula ula, para no quedarse afuera de comprar aunque no necesites.
En la primera edición vamos a ocuparnos de aquellos que vistieran la casaca roja de la institución que más Libertadores detenta. En los últimos 10 dorados años, además de contar con técnicos de la talla de Oscar Alfredo Ruggeri, Osvaldo “Chiche” Sosa y Julio César Falcioni, los seguidores de Independiente han podido disfrutar con algunos de estos “players” que ya hicieron olvidar a De la Mata, Erico, Bernao y Bochini.
¿Cómo saber si un año es bisiesto? Sencillo: Juegos Olímpicos.
En 1896, el Barón Pierre de Coubertin realizaba su sueño de convocar a las naciones para celebrar una gran fiesta del deporte, donde el mundo se uniera en paz y armonía, generado por un clima de caballerosidad entre los competidores.
Además le rendía tributo a la cultura griega que tenían sus Juegos Olímpicos en el pasado, los cuales les fueron desterrados por ser considerados paganos.
Atenas fue la ciudad en organizar los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna y la continuidad de los mismos sólo fue interrumpida por las dos guerras mundiales.
En la década del 2000, una de las dos rachas históricas vinculadas con los números y campeonatos de River se rompió, lamentablemente para el equipo de JMA, se rompió la racha positiva. En el 2006 River no llegó a la final de la Copa Libertadores de América, al quedar eliminados en Cuartos de Final ante Libertad de Paraguay (Empató de local 2-2 y perdió como visitante 3-1) no lograr llegar a una final de Copa Libertadores de América en un año terminado en 6, como si lo había logrado anteriormente.
En 1966, Perdió la Final ante Peñarol de Uruguay al perder el partido desempate por 4-2 luego de ir ganando 2-0, partido del cual proviene el mote de “Gallinas” para la institución de Nuñez. En 1976 nuevamente pierde la Final, nuevamente en un partido desempate, esta vez el verdugo fue Cruzeiro de Brasil, quien lo venció por 3-2 en el partido jugado en Santiago de Chile, mismo escenario del partido de 1966.
En 1986 River volvía a la final de la Copa Libertadores, esta vez el rival fue América de Calí, de Colombia. El conjunto millonario venció en los dos juegos, coronándose campeón continental por primera vez en su historia. En 1996, la historia se volvía a repetir, nuevamente ante el mismo rival, River volvía a obtener el titulo continental.
En este último tiempo, gracias a mi hermano de 12 años he vuelto a acercarme a un juego que desde hacía mucho tiempo no jugaba, el 25. Para quienes no lo conocen hago una brevísima y poco detallada descripción reglamentaria:
- Se necesitan por lo menos 3 jugadores, se definirá a uno de ellos como arquero y los restantes participantes deberán utilizar todo tipo de combinaciones de jugadas colectivas para intentar llegar a sumar 25 puntos compuestos de goles que, según su constitución, tendrán diferentes valores, a saber, un gol de cabeza puede valer 5, 10, uno de rabona 5 o uno de taco 7, eso se define entre los participantes.
- No se podrá tocar la pelota con la mano, solo se podrá tocar la misma mas de una vez si esta no toca el piso, lo cual favorece a los jugadores malabaristas en el traslado.
“Si iou era el namber uan nadie lo discutía…”
Como si se tratara de una repentina brisa de mar, llegó el ránking de los jugadores más violentos de la historia del universo futbolístico (?). Como lo hicieron los ingleses de The Sun, obviamente, la mayoría de los integrantes de dicha tablita son de esa nacionalidad, o del Reino Unido para unificar un poco. Sin más preámbulos vamos a repasarlo, para adelantar, quiero aclarar que hay varios que jugaron en el año del jopo (?) y que no los conozco…
Es importante ¿Para qué negarlo? Ningún argentino quiere ser hijo de Brasil en el historial. Desde la era Menotti, cuando la selección argentina se ordenó un poquito, se le dio bolilla desde los clubes y se le dio continuidad a los contratos y trabajos de los técnicos, la cosa se complicó un poco con Brasil.
Hoy el historial dice que “ellos” están tres partidos arriba. Justo esos tres que más dolieron: 1-4 en la final de la Confederaciones Alemania 2005; 0-3 en un amistoso en Londres y 0-3 en la final de la Copa América 2007. Los dos últimos con Alfio Basile como DT. El anterior, con José Pekerman.
Pero antes del pseudo trágico historial, la cosa venía pareja. Y antes de que asumiera César Menotti, Argentina le llevaba amplia ventaja al vecino del norte, en una rivalidad que naciera como tal recién en la década de 1960, cuando la albiceleste ganó por 3 a 0 en Sao Paulo, en la Copa de la Naciones de 1964.
Post aprovechando el período de relleno que se viene en LR! hasta los torneos de verano, y contribuyendo al debate redonderil para mejorar el fútbol de hoy (?).
En prácticamente todas las competencias con llaves de ida y vuelta, el gol de visita ya es una realidad irreversible. Partió como un experimento no se cuándo ni dónde (ni mucho me interesa averiguarlo), pero ya está completamente instalado, un ejemplo es la Libertadores, que lo incorporó hace no muchas ediciones.
No es la idea discutir sobre si está bien o mal el gol de visita, yo creo que está bien, pero la cuestión ahora es otra. El tema que quiero instalar es el de los criterios para definir las localías. En copas como la Sudamericana, que son llaves desde el principio, no tengo idea cuál es. Pero en los torneos que tienen una fase de grupos previa a la ronda de llaves ida-vuelta (Libertadores, Champions, etc.), lo típico es que en la vuelta es local el que tuvo mejor rendimiento en la fase previa (en la Libertadores, por ejemplo, el que fue primero en su grupo), como una forma de “premiar” ese rendimiento concediéndole una pequeña ventaja.
También me parece correcta la idea de premiar el rendimiento de la primera rueda. Pero tengo la impresión de que, existiendo el gol de visita, cerrar la llave de local no es para nada una ventaja, de hecho es todo lo contrario . Por las siguientes razones (sea “A” el equipo con mejor rendimiento y “B” el otro):
Soy un lector pasivo (¿puto pasivo?, hago el chiste antes de que algún otro lo haga por mí) de La Redó! desde hace bastante tiempo: jamás metí un comentario. Siempre me llamó la atención que entre los comentaristas se ninguneara de manera sistemática una serie de torneos, todos los cuales tienen una característica en común: fueron ganados por equipos de los que el ninguneador no es hincha.
Por ejemplo, cientos de veces se dijo aquí que “los torneos amateurs no cuentan”. Es importante comprender que el fútbol argentino no empezó en 1931 y que incluso la AFA reconoce a todas sus antecesoras, de 1893 en adelante. Algunos recordarán el partido que se jugó en 1993 contra Brasil por el centenario de la entidad madre (?) del fútbol argentino. ¿Por qué lo llamaron “centenario”? Exacto.
“Deporte” como sinónimo de “deporte profesional” nos lleva a concluir que CASI nunca fue campeón de rugby o que Alberto Demiddi jamás fue campeón mundial de remo. Si el big bang futbolero explotó (?) en 1931, Argentina no salió subcampeón mundial en 1930 ni fue medalla de plata en Amberes 1928.
Pero, guste o no, existió un equipo brillante llamado Alumni que marcó un camino a seguir a principios del siglo XX, y los hinchas de Racing pueden sentirse orgullosos (no, no es joda) por tener el récord de campeonatos consecutivos en la Argentina (heptacampeão entre 1913 y 1919), Gimnasia no es virgen (salió campeón en 1929) y, como hincha de Boca lo tengo que decir, gashinatekerématá, la distancia entre los campeonatos locales regulares que vos ganaste y los que obtuvo tu clásico rival no es tan grande como querés hacernos creer: vamos 33 a 28.
El argumento principal, que la organización de los torneos amateurs dejaba mucho que desear, queda desarmado cuando analizamos un poco cómo están estructurados los actuales.
La aparición constante del Dié viviente del Gigante del Norte y su fuerte amor hacia la selección mexicana, obligó a los historiadores a revisar datos, papeles y libros para encontrar los por qué de este mexicano fanático, digno de pertenecer a cualquier agrupación terrorista que atente contra el buen fútbol. O el fútbol nomás.
1) Debutó con un pibe
El primer partido en la historia de la selección del país donde trabaja Lafauzi fue en enero de 1923. México, en teoría, le ganó a Guatemala por 3 a 2. Pero, ¿fue México el que jugó ese partido? Según el libro TRI (Triunfos y Tristezas del equipo Tricolor): “La historia comenzó con la visita que el Club América (el equipo del Dié) le hizo al balompié chapín en el primer mes de 1923… jugando contra la selección de Guatemala”. Fue triunfo 3 a 2, pero en la revancha, jugada tres días más tarde, se comieron una terrible orteada, ganando los guatemaltecos por 3 a 1, con hat-trick incluido de la gran figura de Guatemala, José Minondo.