[La mirada puesta en la pelota pero también en la reforma agraria (?)]
Hace un tiempo, LR! había informado a sus lectores la decisión de Evo Morales de incorporarse a un equipo de la segunda división de fútbol boliviano para hacerle frente a la prohibición de la FIFA para disputar partidos de selección a más de 2.750 metros de altura. Nada que ver con el riojano recalcitrante que jugaba partidos para lucir el sponsor de Renault. Evo es pueblo (?)
El jefe de Estado del país del altiplano, se puso lo cortos en la victoria de su equipo, Litoral, por 4-1 ante el Municipal.
Evo llegó más tarde que sus compañeros, pero eso no fue motivo para que no se vista la camiseta con la 10 en su dorsal para disputar el partido como titular. Jugó 37 minutos y luego fue reemplazado. En ese lapso, el equipo de Morales, había abierto el marcador a los 14 minutos del PT.
En los minutos que estuvo en cancha, los compañeros de Evo no lo tuvieron muy en cuenta a la hora del juego. Lo ignoraron prácticamente todo el partido, por lo que el mandatario, por sus propios medios, tuvo que luchar por tener contacto con la pelota. Sus compañeros estarán celosos, quizás, de ver que el genio frote la lámpara y capte la atención de todos. O quizás sean afines a las ideas de autonomía de los distintos distritos bolivianos que se oponen con firmeza a las políticas del presidente y que, además, pugnan por su autonomía. Y si nos queremos ir más lejos, quizás sean viejos adherentes a las políticos del Consenso de Washington (?).
En fin, esperemos que ideas apátridas (?) no influyan en el rendimiento del amigo del Dié y que podamos ver más protagonismo del otrora líder cocalero en la cancha.
— más info —
Última entrega de esta exitosa trilogía (?) que tuviera su inicio en este post, y que continuara en este otro.
Para variar un poco los dirigentes de turno (ya con JHG a la cabeza desde 1979) decidieron introducir unos pequeños cambios en la disputa de los torneos Nacional y Metropolitano. Por primera vez desde la creación del primero de ellos en 1967, el Nacional abriría el año, con lo que se evitarían casos de equipos descendidos en la primer parte del año que quedaran 6 meses sin jugar, o que tuvieran que disputar un torneo de primera división sabiendo que ya eran parte de la segunda. Este nuevo método de disputa iba a entregar un hecho histórico al finalizar el año.
¡Siéntense! ¡Abróchense los cinturones! ¡Y agarrate, Catalina! (?) Hoy comienzan los Octavos de Final de la Copa Libertadores 2008, con enfrentamientos que serán platos tan fuertes como un locro tucumano, tal como el que jugarán Boca contra Cruzeiro y San Lorenzo frente a River.
Esta semana, en total, se disputarán ocho encuentros. Veámoslos uno por uno en esta previa sin par (?). LR! invita:
Día de Marionis y Verones
No es objeto del presente post relacionar clásicos de la literatura con el fútbol y aunque me acusen de Salieri de Pastor que se devora con fruición cuanto partido se disputa en el marco de la MLS para darnos el resumen más completo; voy hurgar en el arcón de los recuerdos y desempolvar un viejo clásico: La Cabalgata Deportiva Gillete donde uno no sólo veía los goles de ligas metrosexuales y aputosadas como la española, la italiana o la inglesa donde van traidores (Verón, Camoranesi (?), Guille Franco (?!)) o ladrones que inventan ancestros con los cuales corrían por los montes a lo Heidi; sino que además uno veía equipos con verdaderas agallas como el Eintracht Frankfurt que tenía a ese terrible delantero que era el ghanés Anthony Yeboah; o el Kaiserslautern de Brehme y Ciriaco Sforza.
Lamentablemente la liga alemana se ha visto afectada por ese aputosamiento, dada la llegada de jugadores metrosexuales como Alain Sutter, Andrés D’Alessandro (?) o Frank Ribery, entonces uno debe rescatar aquellas ligas que todavía levantan las banderas que un Jules Rimet o un Alejandro Watson Hutton levantaron en un momento, reivindicando aquel deporte medieval mediante el cual dos pueblos se enzarzaban en una batalla campal en la cual fallecían integrantes de los distintos combinados; legado que llevaron con decoro caballeros de la talla de Rubén Marino Navarro, Vinnie Jones, Enrique Hrabina, Aguirre Suarez y tantos otros ilustres desconocidos que pelearon entregando su vida (?) por un ideal. El deporte como un fútbol de hombres.
[De la mano de Amado Guevara (foto) Toronto aplicó reciclaje turco al equipo del Piojo Lopez]
El jueves empezó todo con una victoria de NE Revolution contra FC Dallas que no encuentra el rumbo, fue 1 a 0 para los revolucionarios y se acomodaron arriba en el Este.
Ya el sábado, dopieta mágica del hondureño Amado Guevara para Toronto que derrotó 2 a 0 a los Wizards del piojo Lopez y Marinelli (fue suplente, entró en el 2do tiempo).
El bicampeón, Houston Dynamo, sigue dando lástima y es el único equipo sin conocer la victoria: esta vez fue derrotado por GBS y su Columbus Crew (en el Columbus Crew Stadium, de onda pónganle otro nombre) 1 a 0 con gol del venezolano Alejandro Moreno, goleador del equipo Columbino. Franco Carracio no pesó en el equipo texano.
Qué fácil es ensuciar a un buen jugador y mejor persona —y aparentemente también hábil representante (?)— desde un cyber, con la visera puesta y escuchando el último corte de La Base (?). Desde LR! exhortamos (?) al Archu a que ratifique o rectifique esta información, so pena de caer en la lista negra del registro de agentes FIFA (?).
Una vez más: Wikipedia, el vaciamiento está en vo$.
[título y link obra de Pastor]
Cuando empieza la fase de octavos de un campeonato del mundo, todos decimos “aquí es cuando empieza el verdadero Mundial”. Cuando va a comenzar la segunda fase del máximo certamen americano –CONCACAF no existís (?)– de clubes, todos decimos, en coro: “aquí comienza la Copa”.
La Copa Libertadores actual está teniendo sabores muy especiales, el hecho de que haya muchos equipos que recién lograron su clasificación en la última fecha; o que haya dos goleadas abultadas que fueron recibidas por el mismo equipo; o que se estuvo a punto de quedar afuera, en primera ronda, el campeón vigente, hacen pensar en un torneo con bastantes atractivos.
Ni hablar de la presión de equipos como San Lorenzo, que por ser el año de su centenario están obligados a ganar el trofeo. Presión que también deben cargar sobre sus espaldas equipos como Fluminense (un grande de Brasil), River (que viene con un récord de presencias todos los años y que hace 12 que no grita campeón), Flamengo (que quiere su segunda Copa), Cruzeiro (club que solía ser protagonista en los ’90s, no así en ésta década), Nacional (único equipo uruguayo vivo pero con historia copera envidiable) y no estaría de más nombrar al Cúcuta y al Atlético Nacional, que quieren dejar en claro que lo del Once Caldas, hace 4 años, no fue un espejismo y que quieren mostrar que el fútbol colombiano está para más.
En fin, van los candidatos de Murdock para la Copa Libertadores 2008 (tata tatatánnnn):
Quisiera replantear algunas cosas de fondo. Me parece saludable, más hoy.
Hay un debate primario que es de continuo esquivado, y esto es sorprendente porque evitarlo conlleva a contradicciones flagrantes, a verdaderos mamarrachos irreflexivos: que si se juega bien o si hay que ganar como sea, esa es la cuestión. Así está planteada la cosa, basta escuchar algunas voces de hoy (“ir para adelante es jugar bien”, Gastón Recondo; “Sólo se puede jugar bien en ofensiva”, Horacio Pagani), por lo que me parece harto necesario bucear un poco más en el asunto.
En primer lugar es incomprensible que jugar bien sea un concepto antónimo al de ganar, como se nos comunica frecuentemente, por motivos sencillos. Se supone que el juega bien es el que hace mejor las cosas, el más apto, el más eficaz, el mejor. Ipso facto debería ganar. Sin embargo ahí está la afirmación recurrente, a veces explícita desde los protagonistas (cínicamente inducidos pero no por eso inocentes) e implícita desde todo el ambiente del fútbol: Es más importante ganar que jugar bien (típica pregunta del periodista: “¿en este partido es más importante ganar que jugar bien?“).
O sea, jugar bien y ganar son conceptos disociados, dos islas sin conexión ninguna, nada que ver una cosa con la otra, jugar bien es un plus posterior y no anterior al resultado. Habrá que preguntarse con qué misteriosas maneras se alcanza la victoria entonces, si no es jugando bien. No hay medios para, hay un fin y punto: ganar, como sea, como si fuera posible obtener el fin antes que los medios.